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:: 04/05/2021

En Uruguay en pos de la economíoa se abrieron las puertas para que viniera lo peor de la pandemia

Mario Hernández
Entrevista con Mónica Riet de la Coordinadora en defensa de la autodeterminación del pueblo haitiano

Sobre el incremento de la pandemia en Uruguay, la presencia del Comando Sur de EE UU y la polémica sobre el Mercosur.

M.H.: Hubo un cambio muy grande en el Uruguay que era un ejemplo en el mundo en cuanto a la baja cantidad de contagios y de pronto dejó de serlo. 

M.R.: Sí. En Uruguay el tema de la pandemia tuvo un viraje impresionante en los últimos dos meses y medio. Sin embargo, el sindicato médico uruguayo y otra serie de organizaciones médicas y de la Universidad de la República, de la Facultad de Medicina y distintas instituciones hicieron un toque de alerta, mostrando que las tendencias no eran buenas y que había que tomar resoluciones más importantes respecto a la circulación, sobre todo.

Esto se veía acompañado también por demandas de algunas organizaciones sociales como la Federación de Cooperativas de Ayuda Mutua que es la que más claramente y con más énfasis ha estado pidiendo la renta básica universal, porque la gente que no tiene un trabajo, que ya no lo tenía, que eran informales, muchos otros que ahora lo son, si no salen a la calle no pueden ganarse su pan, entonces no pueden aislarse como está pidiendo el gobierno desde el principio apelando a la responsabilidad individual, a las libertades y dando grandes discursos de principios liberales.

Pero todo ese discurso se fue hundiendo porque le dieron libertad a toda la actividad económica más importante del país pero, por ejemplo, no se cerró la frontera. Hace dos meses se pidió que se cerrara la frontera con Brasil, toda esa zona que es muy porosa, por tierra, pero que no se remite solamente a los lugares fronterizos más característicos, pasa gente por cualquier lugar.

Incluso en el Chuí se llegó a correr la frontera 20 km para favorecer la actividad de las zonas francas en determinado momento. O sea, que en pos de un movimiento económico se abrieron las puertas para que viniera lo peor y ya ha entrado al Uruguay esta segunda cepa que es más maligna, que tiene un ritmo de contagio mucho más rápido y que también es más virulenta.

Eso ya está acá adentro, se nota en los lugares fronterizos. Entonces el discurso del presidente de que todo residía en la responsabilidad individual empezó a ser como un señalamiento hacia la sociedad y promover entre los vecinos a que hicieran denuncias, etc.

Por suerte han salido voces, primero de los sectores médicos, pero también de alguna figura política, del Frente Amplio, del Intendente Orsi de Canelones, con un discurso diferente a decir que no hay que culpabilizar a la sociedad sino hay que establecer criterios mucho más claros. Restringir horarios y movimientos, que hay horarios y actividades que no son indispensables y que no deberían estar funcionando.

Se habían iniciado las clases presenciales, se tuvo que cerrar todo de vuelta. En concreto en la semana de turismo hubo 186 fallecidos, o sea, 5 más que en todo el 2020, más casos en una semana que en todo el año pasado. El domingo pasado tuvimos 30 fallecidos y el lunes 45. El alerta que han hecho los sectores médicos es sobre todo respecto de la capacidad de los CTI que se han ido ampliando por el lado estatal, público y por las privadas pero el techo es el personal que tiene que hacerse cargo del tratamiento intensivo, que también está golpeado por la pandemia, algunos han muerto pero, sobre todo, cuando hay positivos se tienen que aislar y siempre hay un remanente importante de personal que no está disponible y, por otro lado, hay un agotamiento muy importante.

Han salido muchos médicos y enfermeras a explicar a la opinión pública sus sentimientos, del esfuerzo que hacen y que no se ven gratificados. Son los que están en el límite, el CTI es la situación más límite. Hoy hay 393 pacientes internados en CTI, de 877 camas operativas y 626 ocupadas con lo cual la ocupación total ascendió al 71%. Ese es el dato de hace unos días.

Esto no está detenido, en estos días sigue en ascenso. Desde el gobierno anuncian que va a venir un estancamiento y luego un retroceso, pero eso todavía no ha sucedido. Así que hay una sensación de inseguridad mucho mayor, como la que existe en Argentina hace mucho tiempo.

Eso ha cambiado también la actitud respecto de las vacunas, acá había un 60% de la población que con toda la información contradictoria no se quería vacunar, entre las cuales me encuentro, y además por el tipo de vacuna que nos llega, hay algunas vacunas que todos quisiéramos tener, como la cubana, la rusa. Ustedes han podido acceder, pero sé que la llegada de vacunas es fraccionada, no hay un flujo permanente de vacunas. 

Acá ha entrado la Sinovak, la Pfizer y la Astraseneca. El último dato que te voy a dar al respecto es que hay un tema que ha despistado mucho al grupo asesor del gobierno, que es que ya no pueden hacer proyecciones porque están llegando con retraso los números. Cuando llega la hora de dar el parte diario no tienen todos los números porque se están utilizando una cantidad de reactivos diferentes, muchos fueron creados acá en distintos sectores de la Universidad de la República, tienen distintos tiempos para dar la reacción y eso ha desenfocado a aquellos que estaban al comando y creían tener todo controlado. Se ha perdido el timón, están tomando medidas más importantes pero la gente se ha volcado masivamente a vacunarse y vamos a ver cómo sigue esto.

El Comando Sur es como una policía mundial que se despliega en el sur del continente 

M.H.: ¿Qué me podés comentar de la presencia del Comando Sur de Estados Unidos por cinco días en Uruguay? 

M.R.: Cayó por acá y una de las razones, según dicen, es para ayudarnos con la pandemia. Y no lo dudo, porque Uruguay es el niño mimado de ellos, tenemos una población pequeña que se arregla con pocos recursos y ellos tienen muchos acuerdos bilaterales con los gobiernos sucesivos, hay una política de alianza estratégica con los EE UU y con el Comando Sur.  Entonces, lo que ha sido diferente son las declaraciones mucho más explícitas de Craig Faller, el Almirante que encabezó la delegación que vino por 10 días.

Cae con un discurso que afirma que el enemigo estratégico del mundo occidental es China, y que es una causa común entre la política de EE UU y Uruguay. “La mayor amenaza para la región son los grupos delictivos transnacionales y China” y después lo desarrolla. El propio presidente Lacalle había declarado que quería estar tan cerca de EE UU como de China. Después de Brasil y Argentina, China es nuestro principal socio comercial. 

M.H.: Es lo que pasa en toda Sudamérica. 

M.R.: Pero ellos siempre tienen una manera de enmascarar las cosas. Vino hace pocos días un barco de la Armada norteamericana, que dijo que nos venía a respaldar porque mar adentro, las flotas chinas pesqueras nos están robando nuestros recursos y ellos venían a apoyarnos en eso. Ellos están marcando la cancha, delimitando claramente el territorio que les pertenece y quieren mantener su hegemonía y han encontrado eco en una serie de países. 

Quiero mencionar que acá se reúnen con los militares que han sido entrenados y que lo siguen siendo en la Escuela de las Américas, que ha cambiado de lugares, Georgia, Massachusetts, Panamá, etc. Pero que siguen con la misma doctrina. Y sabemos que también fue a la Argentina y a las Malvinas, porque vinieron con aviones de la Royal Navy, eso también es muy llamativo, en su alianza con la OTAN están marcando territorio en todo el cono sur.

Pero quiero darte dato de tres países, Venezuela, que él menciona en el sentido opuesto, basándose en los informes independientes de la ONU, o sea, los informes de la señora Bachelet que todos sabemos que están llenos de falsedades y de la forma que fue hecho ese informe, que ni siquiera tomó contacto con las organizaciones o con la gente del lugar, sino que se informó con la oposición. Basándose en eso nos habla de Venezuela. En este momento EE UU y Colombia están generando una especie de guerrilla de contras en Apure, la frontera colombo venezolana, que han sido repelidos por las fuerzas bolivarianas, pero ya van varias veces que esto sucede.

Hay claramente un plan muy fuerte estratégico que ya ha sido detectado por la inteligencia venezolana. Van cociéndolos a fuego lento, bloqueo tras bloqueo y luego ataque militar. Son paramilitares colombianos. En Colombia denuncian masacres terribles todos los días, de esto no se habla y, por supuesto, asesinatos de guerrilleros retirados. Deslindaron toda responsabilidad las FARC, porque quisieron decir que las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FAB) estaban enfrentando a grupos disidentes de las FARC y no es así.

También quería hablarte de Brasil porque recibimos un informe donde nos cuentan que Bolsonaro estuvo hace pocos días en EEUU. Allí hubo cambios de mandos militares, hicieron un homenaje público al golpe militar de 1964, igual que acá, Cabildo Abierto reivindicando la dictadura.

Nos contaba Plíneo de Arruda que el propio Ejército brasilero está muy preocupado porque apenas estaban pudiendo limpiar su nombre luego del golpe y ahora se ven involucrados por un gobierno que fue electo pero que a todas vistas es un gobierno militar. 

Hay 6.000 militares en puestos de gobierno, 92 militares en puestos del Estado, el ministro de Salud es un militar, y otros 70.000 militares en puestos menores. Y obviamente que ellos dicen que los militares son muy eficaces para lo que han sido formados, pero no necesariamente para atender las necesidades de salud o sociales de un país. Hay un barco en Brasil que como el Titanic se está hundiendo, ese gobierno está pasando por un momento muy complicado.

M.H.: Quería que te refirieras sobre la categoría de “lastre” que le dio Lacalle Pou al Mercosur. 

M.R.: Terrible. Acá no cayó nada bien. Vi un programa argentino, de derecha, que ensalzan a Lacalle Pou, en el que suelen entrevistarlo muy seguido y él los trata por su nombre de pila, él explicó que a toda la gente la recibía cuando usaba pantalones cortos en la puerta de su casa. Eso era cuando su padre era presidente. Este personaje que él se ha ido creando mediáticamente, en el que se refiere a sí mismo como uno de los líderes del mundo, frente a lo que primeramente lo levantó que fue el manejo de la pandemia se va diluyendo.

El enfrentamiento con Alberto Fernández con esos términos tan duros que utilizó para referirse al Mercosur, y que fue tan bien respondido por Alberto Fernández; acá mucha gente aplaudió eso. 

M.H.: Tengo entendido que hubo un hashtag #uruexit parafraseando el Brexit inglés. 

M.R.: Exactamente. Lo que plantea no es nuevo porque en su momento el ministro Astori iba por el mismo camino. 

M.H.: Te quería recordar a Jorge Batlle cuando dijo: “Los argentinos son una manga de ladrones del primero al último” y a José Mujica hacia Cristina Fernández de Kirchner al lado de un micrófono abierto: “esta vieja es peor que el tuerto”, refiriéndose a Néstor Kirchner.

M.R.: Por eso, ciertamente hay una continuidad de esas políticas absolutamente lamentables, que hoy por hoy el Frente Amplio que está en la oposición aprovecha para hacerlas suyas, para sacar partido y hacer lo mismo que hizo el Partido Blanco cuando fue oposición, agitar banderas y consignas que en realidad si ellos estuvieran gobernando probablemente no lo hicieran pero como cae bien a la opinión pública, vale utilizarlo.

Respecto a la presencia del Comando Sur, además se refirió a los entrenamientos de los militares. Nosotros no hemos podido hacer justicia como se ha hecho en Argentina, a cuenta gotas van saliendo los juicios y se van muriendo los acusados de crímenes de lesa humanidad.

El Partido Comunista uruguayo me dio una sorpresa muy positiva, del Frente Amplio es el único grupo que se ha expresado abiertamente en contra de la presencia del Comando Sur, y al hecho de que se siga entrenando a los militares en EE UU. Es una declaración pero en definitiva las ideas también son importantes, porque hay quien las oye, quien las piensa, y en este momento estamos en un pensamiento único en el Uruguay que es muy peligroso. Así que haya voces disidentes y planteen las cosas con firmeza es muy importante.

Las tres declaraciones que hay hasta hoy fueron las de Asamblea Uruguay que es un grupo que se escindió del Frente Amplio en los primeros años del primer período de gobierno y a partir de ahí ha sido su principal oposición durante los 15 años de gobierno del Frente y tuvieron un diputado muy importante que fue Eduardo Rubio, sacaron una declaración y además ventilaron la idea; porque esto no ha sido manejado en los medios de comunicación. O sea que la información la atomizan durante horas con el tema de la pandemia durante tres horas de informativo que siempre va en torno a lo mismo.

Así que Asamblea Popular, el Partido Comunista, y antes la Coordinadora histórica por el retiro de las tropas de Haití, que hoy nos pusimos Coordinadora en defensa de la autodeterminación del pueblo haitiano, sacamos una declaración fuerte también que la teníamos pensada pero cuando oímos las declaraciones y cuál era el plan de la visita, que Craig Faller no solo se iba a encontrar con las autoridades, sino a reunir extensamente con los militares y con aquellas fuerzas que estuvieran en el mantenimiento de la paz; y además lo nombra en una declaración, que está entre los importantes acuerdos bilaterales entre EE UU y Uruguay. Con lo cual, si bien esto siempre fue así, a mí a partir de esto se me cayó un velo, porque el Comando Sur es como una policía mundial que se despliega en el sur del continente, está el Comando Norte, etc. Que se creen dueños de mares y territorios y que viene a retomar recursos.

Y hay un tema importante que está en el medio que es la Hidrovía que también está en disputa entre los gobiernos de Argentina y Uruguay, el profundizar el dragado de los puertos y la vía del Río Uruguay, donde también Lacalle dio un paso en falso porque se comprometió con Katoen Natie que es una multinacional que tenía una concesión por treinta años en el puerto de Montevideo, y este gobierno la extiende 50 años más, en total 80 años de concesión. Hay otra empresa que está haciendo un juicio por esto.

El gobierno de Lacalle se compromete con Katoen Natie a garantizarle esa profundidad de 14 metros que permite la llegada de buques de mayor calado y mayor tonelaje. Quieren llegar a cargar 90.000 toneladas, el espacio es otro porque lo quieren para cargar con madera de pino. Todo para la pasta de celulosa y justamente es el negocio que tienen con China. Y resulta que en medio de esta discusión donde el presidente argentino le dice que no es ese el acuerdo, salen una serie de organizaciones ambientales a afirmar y reflotar el acuerdo de este organismo que regula desde la instalación de UPM sobre Fray Bentos el grado de contaminación y todas las cuestiones entre Uruguay y Argentina y hay un acuerdo que establece que no puede ir a más de los 13 metros.

Así que Lacalle también se ha metido en un brete en el que puede hacerse objeto tanto de ataques de los tribunales internacionales por Katoen Natie y a su vez un conflicto con el presidente argentino. Esto se pone bastante agitado.

La Haine

 

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