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Madrid :: 18/09/2017

Juego de Tronos en Aranjuez por el ajuste presupuestario impuesto

Carlos Martín - Homer
El 6 de septiembre el Gobierno del PSOE presentó un ajuste económico para hacer frente a las deudas que supone una notable subida de impuestos.

 

El pasado 22 de agosto el Gobierno local representado por el PSOE presentó un plan de ajuste económico a exigencia del Ministerio de Hacienda que supone una notable subida de impuestos para hacer frente a las deudas. El plan financiero ha generado un revuelo político y mediático entre las distintas posturas políticas. Finalmente el pasado 6 de septiembre se consumó un pacto entre las izquierdas locales para llevarlo a cabo.­


Juego de tronos o mejor dicho juego de truños, porque huele a la más baja catadura política con movimientos y posicionamientos burdos altamente interesados para conseguir sillones en el próximo gobierno “progresista 2.0”.
En la escenificación teatral del pasado pleno de finales de agosto se deshojó la margarita del dislate, aunque más bien fue un órdago táctico que entreveía los predecibles pasos de la impostura política de esta recua de sátrapas que dicen gobernar el municipio. En la pira mediática que surgió de la pelea intestina entre partidarios y detractores del pleno municipal se generó espurios movimientos para conmoción del público. Se podía apreciar como mamporreros cerraban filas convirtiendo en audiencia pandillera las sesiones plenarias. En el Ayunta-miento, ese lugar donde los socios de gobierno no son tan socios y los adversarios son aliados, fluye los grandes salvadores que dejan de serlo por momentos. Por un lado los tan coreados concejales de Aranjuez Ahora que aprovecharon la coyuntura desde la presión para afianzar sombríos intereses y al quite, no se hizo esperar, la reacción del PSOE y de su miniyo In-Par para no contravenir el acuerdo tripartito que estaba previsto. Momento en el cual se pone en marcha la red clientelar con todas sus baterías de enchufados y satélites pidiendo la dimisión de tales irresponsables, etc., etc. Por otro lado, el PP manteniendo un perfil bajo como si con ellos no fuera la cosa y después de tener la misma complicidad en el despilfarro municipal, pretende sacar rédito político a río revuelto. Da comienzo pues el juego de tronos; los postureos mediáticos, que recurren a la alarmar social propiciando este ambiente de excepción, postergan las negociaciones a los encubiertos burós. Los demás partidos, ya sea por desidia o porque se huelen la tostada, se hacen a un lado descontentos y ajenos a los acontecimientos. Y redundan en nuestras pobres cabezas el abordaje de dimisiones que se piden unos a otros, cantos de sirenas de la preocupación por el estado de las cuentas y la ciudadanía….¡¡¡Es que nadie piensa en los niños!!!! En la cota de la estupidez se recurre al topicazo de la izquierda y la derecha diciendo cosas como que es un plan de viabilidad económica de izquierdas.
Incluso en rueda de prensa la alcaldesa afirma que es un plan definitivo a la deuda de Aranjuez, cual anuncio televisivo que resolverá de un plumazo nuestros problemas. Que si los concejales díscolos son héroes de la derecha, que si tal que si cual y en la treta supina la alcaldesa Cristina Moreno dimite desairadamente tras el pleno de agosto, para volver con aires renovados a su cargo de alcaldesa con el apoyo de los mismos concejales díscolos y sus colegas en un acuerdo previo al pleno del 6 de septiembre que poco varía del anterior. Finalmente resuelven pactar a tres bandas entre los grupos de izquierda y así con este teatrillo parecen amortiguarse las críticas de la opinión pública… pero basta ya de tonterías que me da vergüenza seguir con esta trola.

Tengamos en cuenta ciertos detalles para sacar conclusiones de nuestros queridos valedores de la política.
Va siendo algo habitual que los políticos actúen con agostidad y alevosía en los turbios asuntos económicos que terminan por freírnos. Como ocurrió el 23 de agosto del 2011, que causalidad en las mismas fechas, con la reforma constitucional en el art. 135 llevada a cabo in extremis por el PSOE y el PP modificando el concepto de estabilidad presupuestaria y el pago de la deuda que afectaría a las corporaciones públicas y ayuntamientos (se establece el límite del déficit del 0,4% general, un 0,26% en el caso de la Administración del Estado, el 0,14% para cada comunidad autónoma y el 0% para los ayuntamientos). Aquí empieza la cuenta atrás de la vida útil de los ayuntamientos que terminarán apuntillados en el desarrollo de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (conocida como Ley Montoro) del 27 de diciembre de 2013, en este caso con Navididad y alevosía. Estas leyes surgen por mandato expreso de Bruselas que supedita el déficit y las deudas públicas a su política monetaria y bancaria. Es decir, nos aplican la guillotina porque todavía seguimos intervenidos.
Con esta legislación se impone con prioridad la amortización de la deuda bancaria y de los intereses desorbitados en detrimento del gasto público rebajado a la mínima expresión. El techo de gasto impuesto con el déficit 0 a los ayuntamientos cuando la administración estatal está en el 0,4% revela la impronta injusta del estado y la total pérdida de soberanía municipal. Hay municipios que incluso teniendo superávit están impedidos de utilizar el dinero en mejorar los servicios y prestaciones, obligando a pagar la deuda antes de tiempo. Sorprendentemente, en ocasiones los bancos les cobran penalizaciones por devolver los préstamos antes de tiempo. Se trata pues de una legislación antisocial que prevalece en primera instancia el beneficio a los bancos y el ajuste supraestatal. En consecuencia, para que un ayuntamiento llegue al equilibrio “0” entre gastos e ingresos con una deuda acumulada y amarrados fiscalmente se hace complicado ofrecer soluciones sanas. Además, los ayuntamientos se ven empujados a blindar el sector privado y sus frágiles arcas dependen de programas externos de ayudas que actúan eventualmente en el desahogo de la economía local. ¿Dónde está entonces la viabilidad económica de izquierdas? Al final se reduce en subir los impuestos y eso de izquierda tiene poco. Ni siquiera es netamente de izquierdas generar gasto público, pero es lo que se le podría acercar más y eso ni se contempla.

Volviendo a Aranjuez, tampoco es que se perciban esas políticas de izquierda por ningún lado y los opacos tejemanejes de la economía y sus derivados dicen mucho de a quien sirven. Cuando se deliberan cuestiones de esta naturaleza en estas fechas, el grueso viene más que pactado de antemano. Quizá algunos políticos regatearon sus votos para otros fines como ya se están dilucidando y próximamente se sabrá más de la catadura moral de los adalides de la política. En todas esas negociaciones a puerta cerrada ¿que han negociado distinto si no había sobre la mesa otro plan económico? Lo presentado por el tripartito de izquierdas como acuerdo final solamente presenta matices que no cambian el plan inicial. El documento firmado alude al plan en cuestión y los puntos más relevantes son más que relativos como el de la posible contratación. Asique estamos sobre todo ante un documento propagandístico para salvar los muebles. ¿Para qué tanto protagonismo de Aranjuez Ahora? Vaya por delante que Aranjuez Ahora “como tal” no es responsable de las idas y venidas de unos concejales que se aferran al acta de concejal para actuar por su cuenta. Hace tiempo que se despegaron del proyecto político y no solo no cuentan con las bases para las cuestiones importantes, sino que además desde noviembre no han tenido asambleas propiamente dichas. La convocatoria que trató este asunto fue unilateral y no asamblearia; una huida hacia delante para salvarse del lio en que se habían metido.

En verdad, nos podían haber ahorrado este paripé infumable. El ajuste fiscal tendría que haber salido adelante entre los dos garantes de las políticas austericidas que siempre apelan a la amnesia social que provoca el maniqueísmo constante. Tanto el PP como el PSOE que se han entendido bastante bien en estos menesteres deberían ser quienes rindan cuentas y muestren su desvergüenza. Ambos fueron quienes emplearon la representatividad para modificar las medidas que han sangrado a los ayuntamientos. Si ir más lejos en temas de sueldo y presupuestos se han fumado la pipa de la paz alguna de las veces. Además, el Ministerio de Hacienda que es del PP fue quien consideró favorable el reciente plan de ajuste presentado para este municipio, razón de más para que sean estos partidos quienes se entiendan. Y para rematar, sus gobiernos causaron los casi 200 millones de deuda que ahora urge liquidar a toda costa por encima del interés general.

En conclusión, subir los impuestos cuando la clase trabajadora las está pasando canutas no es de recibo, y menos con el estado de cuentas sin auditar y con un plan fiscal supeditado a otros intereses que no son los de la realidad local. En un supuesto caso ecuánime e incomparable, la subida de impuestos podría explicarse cuando hubiera razones funcionales y fundamentales, pero no es el caso. Esto no es Bilbao, es Aranjuez y sabemos que nuestros esfuerzos serán para saldar sus desmanes y continuar como hasta ahora. Los vecinos no sentimos empatía ni nos sentimos partícipes de nada de esto. Subir el IBI en Aranjuez es un robo por lo disparatado que ya está y encima la proporcionalidad carga más contra aquellos que tienen menos. Los otros impuestos en servicios y actividades económicas tampoco se ciñen a la realidad porque no recaerán en el desarrollo local de ninguna manera. Muchos vecinos no ven mejoría en la limpieza viaria ni en la actividad económica y creen que el ayuntamiento es un lugar de derrochadores donde meter a los suyos, radicando mucha inquina en medrar y ocupar posiciones. Por eso, no son factibles los ajustes tal como se han planteado porque no creemos en ellos.

Cierto es que con la espada de Damocles de hacienda es difícil plantear una agenda holgada de trabajo, sobre todo cuando hay puestos de trabajo por medio y nóminas que pagar. Cierto es también, que la intervención del estado propiciaría más incertidumbre y más inestabilidad presupuestaria porque suele recortar más. Sin embargo nada es imposible a la hora de forjar nuestros intereses, porque si lo fuera ya tendríamos el primer ahorro para las arcas, la de todos esos políticos que chupan del bote y nada pueden hacer (ahorro y salud mental). A pesar de mis convicciones tendré que resignarme a que en este contexto seguirán gestionando los políticos. Sin embargo, hasta que no vea que atienden a percibir lo que les corresponda por convenio de ramo y sin privilegios seguiré actuando contra ellos. En toda esta vorágine se han colado las argucias y la opacidad por encima de todo lo demás.
Lo que hacía falta es actuar con valentía y honestidad, en lugar de con la charlatanería política que tiende a aislarnos más. No se ha dicho la verdad a los vecinos, se ha actuado a nuestras espaldas, malamente tutelados y sin ningún compromiso ni responsabilidad. ¿Por qué no se ha dicho la verdad? – “Mirad paisanos no hay dinero porque nos hemos fundido el que había. Os vamos a tener que subir los impuestos para pagar deudas y poco más…podemos hacer esto si os parece o esto otro. Estamos abiertos a propuestas más lúcidas; nuestra mentalidad llega hasta aquí…”.

Ha faltado compromiso y acción directa para nuestra autodeterminación. Siempre será posible conseguir más por el municipio y nuestros intereses sin obedecer a pies juntillas todo lo que dicte Hacienda. No vale llenarse la boca con qué bonito es Aranjuez y ya está, hay que presionar y sentarse a negociar con proactividad. Hay comunidades autónomas y municipios que se la están jugando a Hacienda con el pago de las deudas mediante los mismos fondos de liquidez de Gobierno central oponiéndose a estos dictados y sacando pecho ante las consecuencias. Hay que tener altura moral para no olvidar que las deudas no son culpa solamente de los ayuntamientos con facturas impagadas, facturas cajón y deudas miles, también son responsabilidad de los bancos y de los gobiernos autonómicos y centrales que en su día se subieron al carro de la burbuja permitiendo todo esto y beneficiándose de ello. Por esa razón hay que señalarles también a ellos y con la mínima dignidad que les pueda quedar a los políticos locales bregar para que no sea en última instancia los municipios quienes paguen los platos rotos. Por el momento, hay administraciones a las cuales no se les ha aplicado tales obligaciones fiscales, imagino que serán aquellas que presionen, algo hará también las que sean del mismo signo político, así va esta mierda. Se está dando el caso de ciudades, municipios y organizaciones sociales que se declaran contra la “Ley Montoro” y se están organizando a todos los niveles para crear fuerza. ¿Que estamos haciendo nosotros? El viva las cadenas de Aranjuez no es más que alargar la agonía hasta el siguiente plan de ajuste.

@C.M.Homer

 

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