Principal |
Pensamiento :: 12/11/2017

A Lenin el Águila de las montañas (II)

Maité Campillo
Soy obrero forjador, Vladimir Ilich. Forjaremos todo lo que has concebido”

Una avalancha de eventos conmemorativos; multitudes en mítines y desfiles callejeros, banderas rojas, hoces y martillos toma plazas y avenidas (1988), líderes históricos impresos en estandartes, pancartas y banderas. Las columnas humanas ensalzan en las calles las enseñanzas recibidas. Se encuentran familias enteras, abuelos, bisabuelos, hijos, nietos y biznietos imponiendo con orgullo el marxismo leninismo como fuerza motriz de su historia. Once años más tarde. A una década del siglo XXI. Una parte importante de la población despereza resistiendo los envites al capitalismo. Me encuentro en lo que hasta entonces se llamaba la Unión Soviética (URSS). El gobierno lo preside el más traidor y vendido de los últimos presidentes que había tenido la URSS: Mijaíl Gorbachov -premio Nobel de la Paz 1990; su paz, pura democracia USA, derrapó sobre su frente señalando al traidor, por entonces más relevante, por antisocial. Ya para entonces el país estaba más vendido que el Sahara a la dinastía parásita de Marruecos, por los no menos parásitos españoles; yanquis y alemanes en hermandad andaban como Pedro por su casa. Pero no sólo había un traidor en el Kremlin ¡NO! Traidores hubo en la Duma, en muchos cargos del Partido y Organización juvenil, por igual la corrupción sumó los sindicatos e indudablemente llegó al histórico Ejército Rojo.

¿Existía un Ejército Rojo? Ya tiempo que la URSS no era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Tiempo que predominaban mafias en el poder; tiempo que en el poder de los soviets los vendidos al imperio demoledor se impusieron; tiempo, mucho tiempo alejados de la clase trabajadora, del sentido revolucionario de la palabra, de las capas más marginales, de los pueblos de las repúblicas, del internacionalismo proletario; tiempo burlándose de la disposición sobre el gigantesco esfuerzo para superar y librarse de los efectos del pasado, del analfabetismo, de la incultura, de la herencia de una guerra salvaje y capitalismo expoliador. Serían por supuesto los que más tarde dominarían la economía, política, medios informativos; los que se quedaron con las mejores empresas, petroleo, edificios, transporte, comunicaciones, sanidad, armas; con todo lo que olía a dinero se quedaron ¿Y al pueblo?, capitalismo duro de purito crudo. Sus fieles desertores del Ejercito Rojo, esos mandos mimados por el actual capitalismo, veranean meses seguidos del lado del sol d` esa España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía.

La Revolución de Octubre triunfa ante los ojos del capital y con ella la III internacional tuvo su lugar en la historia. Me impresionó enormemente la primera vez que pisé sobre la entrada hacia la plaza del palacio de invierno, a cámara lenta por esa puerta emblemática e histórica, de aquél domingo sangriento de 1905 y la revolución bolchevique del 1917. No tanto el Hermitage, dónde te pierdes entre salas y más salas, enormes salones, pasillos, sótanos llenos de cuadros y esculturas. Lo gratificante es que allí indudablemente, también estaba Lenin, al frente de los sóviets avanzando hacia la toma del palacio y yo dejándome llevar por el pasado arrollador, quizá de escenas fílmicas, de aquel acontecimiento histórico que marcó la vida de miles, millones de revolucionarios de todo el mundo. Su tiempo, presente y futuro siempre, pasará a la historia de la humanidad como la época de las grandes transformaciones revolucionarias, que cambiaron radicalmente la faz del mundo.

No dejo de estudiar a Antón Semiónovich Makarenko, me ayuda mucho en mi trabajo; su gran obra, Poema Pedagógico, dedicado: A Máximo Gorki (Alexéi Maximóvich Peshkov) ‘nuestro padrino, amigo y maestro, con devoción y cariño; recuerdo de él, entre otras obras, las once novelas con el título de EN PRISIÓN, de como su detención dio lugar a una solicitud firmada por intelectuales de todas las tendencias y todas las naciones, lo que mostró el lugar que ya ocupaba en el mundo <<La gente culta de todos los países donde es conocida la obra de Gorki se une para testimoniarle la simpatía más profunda. Millones de voces piden ¡Libertad para Gorki! ¡Devolvedle a su labor, a su obra, al mundo civilizado! Pueblos enteros interceden por él. Una severa sentencia o un largo encarcelamiento pueden privar a Rusia y a la humanidad de un genio creador del que aún hay que esperar grandes cosas. Que la simpatía sin precedentes que le rodea sea una muestra de la atención conque el mundo intelectual sigue el desarrollo de Rusia, y del amor que tienen al escritor ruso, más allá de las fronteras de su patria >>

Cuando Lenin con el Partido Bolchevique toma las riendas del proceso libertador, y se empezaron a aplicar las primeras medidas para lograr encauzarlo, surgen los primeros problemas en la Duma (parlamento), el intento de boicotear las resoluciones sociales y políticas que dictó el gobierno de los trabajadores. Ante el continuo sabotaje los soviets mandan al carajo a los reformistas y sus intentos de reformas. Se erigió en asamblea parlamentaria la unión de repúblicas soviéticas; desde el principio se dictaminó el derecho de autodeterminación en todas ellas. Esta victoria y la posibilidad que se abría de la alianza del movimiento de liberación nacional, con el socialismo mundial, marca un hito histórico. Con el triunfo de la Revolución de Octubre el movimiento de liberación pasa a ser parte integrante inseparable del proceso revolucionario; una nueva perspectiva histórica internacional posibilita subir un peldaño más hacia la construcción del socialismo; un salto tanto cualitativo como cuantitativo en la lucha por la emancipación de todos los trabajadores del mundo. La incorporación de nuevos y nuevos pueblos a esta lucha constituyó como previera Lenin, uno de los factores internacionales (a la par que el movimiento obrero revolucionario de los países capitalistas desarrollados) que permite al primer Estado socialista resistir el cerco hostil imperialista.

El enfoque creador de la teoría y su desarrollo de acuerdo con las condiciones cambiantes de la vida de la sociedad, las tareas marcadas, definidas en las diversas etapas de la lucha por la victoria del proletariado, fue como el despertar de una nueva naturaleza, un colosal cambio a simple vista; textura y color regenerando tejidos a la vida cotidiana e instituciones; aroma fresco y luz irrumpiendo el crujir de los huesos del despotismo, firmes como una roca contra lo mediocre y filisteo. El cañonazo del Aurora fue el despertar del pueblo ruso, reguero de pólvora que se expandió por toda Rusia, explotando como llama solidaria. A principios de noviembre en 1923, la salud de Lenin tras el atentado se desquebraja; había sido alcanzado por tres disparos (con balas envenenadas) al salir de la fábrica de Michelson un 30 de agosto de 1918, fallece a consecuencia del atentado a la edad de 54 años, el 21 de enero de 1924, de un derrame cerebral.

Días antes había recibido la visita en Gorki de una delegación de la fábrica de Glújovo, en ella se encuentra un trabajador sexagenario de nombre Kuznetsov, que emocionado con lágrimas en los ojos repetía sin cesar:

“Soy obrero forjador, Vladimir Ilich. Forjaremos todo lo que has concebido”

El 23 de enero fue trasladado de Gorki a Moscú, donde por espacio de cuatro días y pese a las bajas temperaturas cientos de delegados, miles de obreros y campesinos de toda URSS pasan durante todos esos días y noches por la Sala de las Columnas, rinden homenaje al líder de la revolución proletaria. A petición de los obreros de Petrogrado, el Congreso, aprueba la decisión de dar el nombre de Leningrado a esa ciudad. Una gran parte del proletariado internacional paraliza las grandes fábricas y transporte público durante varios minutos. Se despiden luchando del dirigente obrero líder de la Revolución de Octubre. Y, el 27 de enero a las cuatro de la tarde, Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, toma la Plaza Roja por última vez. Su cuerpo y más allá del féretro sus ideas revolucionarias expandiéndose hoy vigentes frente al capitalismo.

“Era la víspera de la Revolución de Octubre, cuando millones de obreros, campesinos y soldados, empujados por la crisis en la retaguardia y en el frente, exigían la paz y la libertad; cuando los generales de la burguesía preparaban la instauración de una dictadura militar, con el objetivo de llevar la guerra ‘hasta el fin’; cuando toda la supuesta ‘opinión pública’ y todos los supuestos ‘partidos socialistas’ eran hostiles a los bolcheviques y los calificaban de ‘espías alemanes’; cuando Kerensky tentaba hundir al Partido de los bolcheviques en la ilegalidad y ya lo consiguió en parte; cuando los ejércitos, todavía poderosos y disciplinados, de la coalición austroalemana, se erguían ante nuestros ejércitos cansinos y en estado de descomposición, y los ‘socialistas’ de Europa occidental continuaban manteniendo tranquilamente el bloque con sus gobiernos, con el objetivo de proseguir ‘la guerra hasta la victoria completa’ ¿Qué significaba desencadenar una insurrección en aquel momento? Desencadenar una insurrección en esas condiciones era arriesgar todo. Mas Lenin no temía arriesgarlo, porque sabía y veía con su ojear clarividente que la insurrección era inevitable, que la insurrección vencería, que la insurrección en Rusia prepararía el fin de la guerra imperialista, que la insurrección en Rusia pondría de pie a las masas agotadas de Occidente, que la insurrección en Rusia transformaría la guerra imperialista en guerra civil, que de esta insurrección nacería la República de los Soviets, que la República de los Soviets serviría de baluarte al movimiento revolucionario del mundo entero” (Iósif Vissariónovich Stalin).

26 de febrero de 1956. Tres décadas después de la muerte de Lenin se celebra el XX Congreso del P. C. de la Unión Soviética en Moscú. Nikita Jruschev se pronuncia públicamente sobre el ‘culto a la personalidad y sus consecuencias’, asestando el puñal por la espalda a forma de “asentamiento ideológico”. Puñalada mortal por ramera e inmoral trapera. Todo el estercolero del mundo capitalista se hace eco de las aberrantes y diabólicas revelaciones sobre “los crímenes de Stalin”; de las que se sabe que tras su dirigido discurso secreto (hubo otro negociado con la CIA) más secreto, más profundo y sibilino, que le reconfortó asentamiento, economía y prestigio ante los mandatarios del despotismo internacional.

NOTA

“Soy una vieja comunista”: tragicomedia sobre una madre que añora al ‘Genio de los Cárpatos’. Sterea Gulea recuerda en esta película, en medio de una sociedad inmersa en el capitalismo que aún hay un segmento amplio de la población que recuerda con añoranza el pasado glorioso: “Trabajo asegurado, vivienda social y comida, elementos básicos a los que alude el personaje principal interpretado por Luminita Gheorghiu”; antagónico con el capitalismo feroz sangrante que se vive en la actualidad, enfrentados a una vida de pensiones de miseria total, ingresos mínimos y gran desempleo. Hace que más de un sesenta por ciento de los rumanos considera que la economía funcionaba mucho mejor en periodo comunista. En 2010, 21 años después de que Ceausescu fuera fusilado durante “la revuelta popular” más de un cincuenta por ciento de rumanos declara: “Si Nicolae Ceausescu siguiera con vida y se hubiera presentado a las presidenciales de Rumanía, ¡habría tenido muchas opciones de ganar!

Declara a Efe Mihai Burcea historiador e investigador: “Los nostálgicos no son sólo un grupo minoritario de jerifaltes del régimen”, sino que la miseria hace que muchos echen de menos el tiempo pasado. Su nostalgia proviene de los puestos de trabajo, viviendas que podían adquirir con facilidad y con bajos tipos de interés, y del gran número de personas que se permitía unas vacaciones en el litoral del Mar Negro, más que en la actualidad. De hecho, la pobreza y la falta de perspectivas, hace que la época comunista sea idealizada incluso por los jóvenes que nunca la vivieron”

En el mismo sentido declara a Efe Ana Popa: mujer que vivió su infancia y juventud en los años de Ceausescu “Este sector de melancólicos pertenece a grupos sociales que no se han beneficiado del libre mercado y sufren el paro, la miseria y la marginación económica; nostálgicos de una época en la que la población era pobre, pero bastante igualitaria, y tenía una cierta seguridad en el trabajo. En aquella época había más facilidades para ir al colegio, mientras que hoy día el cierre de escuelas ha provocado que muchos niños en zonas rurales tengan que desplazarse muchos kilómetros”

OCTUBRE… quemando con el fuego de la cal abrasada:

Los conocimientos nos son necesarios para defender nuestra patria socialista y para luchar por la revolución socialista mundial. Ahora los precisamos más que nunca…

(Nadia Krupskaia, compañera de Lenin)

En trenes poseídos de una pasión errante
por el carbón y el hierro que los provoca y mueve,
y en tensos aeroplanos de plumaje tajante
recorro la nación del trabajo y la nieve.
De la extensión de Rusia, de sus tiernas ventanas,
sale una voz profunda de máquinas y manos,
que indica entre mujeres: Aquí están tus hermanas,
y prorrumpe entre hombres: Éstos son tus hermanos.

(Miguel Hernández)

En su gran poema a Lenin el poeta y dramaturgo Bertolt Brecht escribió: “al morir Lenin, un soldado de la guardia dijo a sus camaradas” <<Yo no quería creerlo. Fui donde él estaba y le grité al oído ‘Ilich, ahí vienen los explotadores’. No se movió. Ahora estoy seguro que ha muerto>>

Se cumplen 100 años del más potente faro revolucionario; vaya a favor una declaración de amor, solidaridad y camaradería hacia las mujeres y hombres del pueblo soviético de aquellos días, que marcaron el hito más brillante, el jalón más preciado de la historia de la humanidad. A tod@s que dieron su vida por una justicia del pueblo y para el pueblo; por la igualdad social “de cada uno, según su capacidad; a cada uno, según sus necesidades”; por la unidad en lucha contra la explotación, alienación y esclavitud en gama de colores para mejor dividirnos y porque la asfixia es más segura; por la dignidad más allá de la palabrería verbal. Animo a mostrar actos de conciencia revolucionaria en todas partes del mundo. Por lo que significó en explosión de júbilo, entereza y seguridad para el proletariado internacional. A todo el que se enorgullezca a seguir sintiéndose parte del gigantesco episodio histórico contra la tiranía, de dentro y fuera, a seguir luchando ¡Solo del lado del que lucha, codo a codo contra el capitalismo maldito, está la Libertad!

Maité Campillo (actriz y directora de teatro)

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fJ4I