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Estado español :: 27/11/2017

Cultura contra el fascismo

Carlo Frabetti - La Haine
Tras 40 años de “democracia orgánica” franquista y otros 40 de seudodemocracia borbónica, ha llegado el momento de romper definitivamente con el régimen del 78

 Con motivo del 80 aniversario del Congreso de Intelectuales en Defensa de la Cultura de 1937, del 17 al 19 de noviembre se ha celebrado en Valencia, bajo los auspicios de la Fundación “Nicolás Guillén” y de la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba “José Martí”, un encuentro de intelectuales y artistas cubanos y del Estado español, como continuación y complemento del que se celebró en La Habana el pasado mes de julio.

Como no podía ser de otra manera, dado el actual repunte del fascismo más explícito y agresivo, muchas de las ponencias, por no decir todas, insistieron en la especial responsabilidad de las/os profesionales de la comunicación y la cultura en la denuncia de las mentiras y los abusos del poder. Nicolás Hernández Guillén, Miguel Barnet, Denia García, Pedro de la Hoz, PérsidaChibás, Jorge Domingo, Mabel Arteaga y Gustavo Machín por Cuba; Javier Couso, Pascual Serrano, Willy Toledo, David Becerra, David Rodríguez, Carmen Domingo, Esther Jovani, Rocío Raya, José Manzaneda, Juan García Mollá, Melanie Ibáñez, Lucía Sócam, Quico Martínez, Manuel Aznar, Alfons Cervera y yo por el Estado español: todas y todos coincidimos en algunos puntos básicos, que podrían resumirse en la necesidad de recuperar el compromiso que hace 80 años llevó a un nutrido grupo de intelectuales y artistas a aliarse contra el fascismo y en defensa de la cultura.

Hay que decir, sin embargo, que, aunque con honrosas excepciones, la reacción de los profesionales de la cultura y la comunicación ante la brutal represión del pueblo y las instituciones catalanas por parte del Estado español ha sido decepcionante, cuando no vergonzosa. Entre otras cosas, se ha puesto de manifiesto la ignorancia de lo que realmente ocurre en Catalunya por parte de un buen número de “intelectuales” supuestamente progresistas, así como su cobardía a la hora de enfrentarse a las mafias que controlan el mercado mediático-cultural. Ignorancia culpable en el caso de personas que tienen un acceso privilegiado a la información y sus fuentes; cobardía que se convierte en traición en el caso de quienes, en función de dichos privilegios, tienen la responsabilidad ética y política -y en estos momentos cabe hablar también de responsabilidad histórica- de desmontar un discurso hegemónico hecho de mentiras, tergiversaciones, aberraciones jurídicas y abusos de poder.

Durante mi intervención en la mesa redonda sobre “Intelectualidad y cultura frente al fascismo”, pensaba leer un llamamiento a la confluencia de las fuerzas anticapitalistas; pero al final dediqué mis veinte minutos a insistir en algo que, a pesar de su obviedad (o precisamente por ella), se tiende a olvidar: que solo los neciosy los canallas pueden seguir diciendo que vivimos en democracia. Así que aprovecho para incluir aquí, a modo de apéndice, el texto que no tuve tiempo de leer en Valencia:

Por un referente político de izquierdas

El 1 de octubre de 2017, el Gobierno español, asustado por la firme determinación del pueblo catalán y humillado por su admirable capacidad de autoorganización, puso en marcha una maquinaria represiva sin precedentes e impropia de un supuesto Estado de derecho. El brutal apaleamiento de la población pacífica que solo pretendía votar (y que mayoritariamente lo consiguió a pesar de la represión, para vergüenza de la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Ministerio de Interior), el encarcelamiento de líderes pacifistas y miembros de la Generalitat, la aplicación arbitraria y desmesurada del artículo 155… dan la medida ética y política de un Gobierno corrupto, retrógrado e incompetente, sin más argumentos que la violencia, la mentira y la manipulación judicial.

Ante este intolerable atropello de los derechos y la dignidad de todo un pueblo, las personas y organizaciones de izquierdas, tanto las independentistas como las de ámbito estatal, tenemos la responsabilidad política e histórica de apoyar la lucha de Catalunya por la autodeterminación, a la vez que nos apoyamos en ella y nos fortalecemos con su ejemplo y sus logros.

Tras cuarenta años de “democracia orgánica” franquista y otros cuarenta de seudodemocracia borbónica, ha llegado el momento de romper definitivamente con el régimen del 78 y su Constitución mordaza. Y ahora que el PSOE ha consumado su traición al socialismo y a la democracia al apoyar sin reservas las brutales medidas represivas del Gobierno del PP, es imprescindible y urgente articular un referente político de izquierdas a partir de la confluencia de todas las organizaciones que, a pesar de sus diferencias, coinciden en su oposición frontal a la monarquía impuesta por Franco, el españolismo excluyente, al nacionalcatolicismo, a la OTAN, a la Europa del capital y la guerra, a la tiranía de la banca, a la tortura, a la corrupción y a la criminalización de toda forma de disidencia o protesta.

Con la complicidad de los grandes medios de comunicación, los poderes establecidos han puesto especial empeño en enfrentar a los distintos pueblos del Estado español y en impedir la confluencia de las fuerzas transformadoras. No todas las organizaciones independentistas son conscientes de que la lucha identitaria no puede separarse de la lucha de clases, y no todas las izquierdas de ámbito estatal son conscientes de que la defensa de la soberanía es un aspecto fundamental de la lucha anticapitalista, y el poder intenta evitar por todos los medios una toma de conciencia y un diálogo que solo pueden desembocar en la colaboración solidaria frente al enemigo común. No permitamos que sigan engañándonos, que sigan separándonos.

Unidas venceremos. Solo unidas venceremos.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fJ5G