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Argentina :: 10/11/2023

Narcos con pasaporte y la cola del escorpión

Guillermo Cieza
¿Por qué será que cuando gobierna la derecha, la droga siempre asoma la cola? Para pensar antes de ir a votar el 19 de noviembre

El amable paisito uruguayo, elogiado como un refugio seguro por miembros de la farándula y empresarios exitosos argentinos, quedó un poco chamuscado en su prestigio cuando trascendió que desde altos niveles de gobierno se concedió un pasaporte express al narcotraficante oriental Sebastián Marset. El escándalo, que sacudió al gobierno de Lacalle Pou, le costó el puesto al canciller Francisco Bustillo y al ministro del interior Luis Alberto Heber.

Si se repasa el recorrido del prófugo Sabastian Marset en los últimos años, se puede hacer un mapa de los caminos de la cocaína. Estuvo viviendo en Santa Cruz, un santuario narco de la derecha de Bolivia, donde incluso se anotó como jugador de fútbol. Posteriormente, y perseguido por las autoridades federales bolivianas, se asentó en Paraguay, donde se vinculó a la derecha del partido colorado y de la mano del cartel del ex-presidente Cartes, volvió a vincularse al fútbol.

Es inevitable, cuando gobierna la derecha aparece la cola del narcotráfico. “Está en su naturaleza” como reconociera el escorpión del cuento. La droga y el lavado de dinero es a la derecha, lo mismo que la exposición obscena de los autos lujosos y los gatos caros, al populismo devenido en chantocracia.

Si repasamos la lista de presidentes de los últimos cincuenta años, podremos advertir las diferencias. Por un lado, algunos de ellos, como Raúl Lastiri, coleccionaba zapatos y corbatas, o como Menem, que le gustaba exibirse con Ferraris y mujeres. Pero, con Macri, aparecieron los que coleccionan dinero “non sancto” en paraísos fiscales.

Lo que está debajo de esas preferencias es la aparición de nuevos actores en el mundo capitalista, que son los capitales informales, cuyo origen no pueden ligarse con claridad a la extracción de plusvalía o el aprovechamiento de la renta diferencial de la tierra. Son los que llamaba Jorge Bernstein el capitalismo mafioso o capitalismo lumpen. Algunos, apelando al sentido del humor, lo han denominado capitalismo de reposera.

Lo que demuestra el caso de Uruguay es que aquellas viejas peleas de la derecha entre el nacionalismo oligárquico de los blancos y el liberalismo portuario de los colorados, ha dejado paso a una nueva derecha, que es el emergente de un país cuyas clases dominantes están asociado a los capitales financieros y a los lavados de dinero de distinta procedencia. Incluido el narcotráfico.

En el caso argentino, no debería extrañarnos la alianza Macri-Milei. El padrino calabrés no solo tiene antecedentes familiares mafiosos, sino que cumple con sus características más notorias. Dirección de inversiones hacia la obra pública, acusaciones de contrabando, lavado de dinero en paraísos fiscales, vinculación con el fútbol, espionaje a sus amigos y enemigos, etc. El candidato "libertario" ya se confesó con unas declaraciones en Chile que “entre el Estado y la Mafia”, se queda con la Mafia.

Si se rasca un poco la superficie de los apoyos que sustentan a La Libertad Avanza, no encontramos actividad productiva, obreros produciendo plusvalía, o sudorosos chacareros labrando la tierra. Lo que encontramos son asesores de finanzas como Ramiro Marra, 'influencers' como Lilia Lemoine, consultores privados de capitalismo de casino, o especuladores de la city porteña. Son parte de un mundo bastante alejado de cualquier propuesta vinculada a la creación de trabajo formal, industrialización del país, inversiones productivas, etc.

Cuando detienen a un personaje de ese mundo, como “El croata” Ivo Rojnica, vinculado a la especulación del dólar 'blue', advertimos que la orden de aprehensión la dio un juez que está estudiando las conexiones locales de lavado de dinero del Cartel de Sinaloa.

Los negocios del capitalismo mafioso, son parte del paisaje de las disputas económicas en la región. A modo de ejemplo, las demoras en la construcción del canal Magadalena en la parte argentina del Río de la Plata, favorecen al puerto de Montevideo. Allí está la puerta de salida de toda la cocaína de la zona andina que va a la Unión Europea. Con ese dato se entiende más fácil por qué el gobierno de Lacalle Pou da pasaporte a los narcos, y por qué a Axel Kicillof lo quisieron bajar de la gobernación.

La obsesión de la derecha por eliminar controles y regulaciones estatales está vinculada a las características del negocio más lucrativo de la mafia, que necesita las menores fiscalizaciones posibles para circular.

Aún en sus versiones degradadas, la casta política pretende mantener las formas de los convenios comerciales, o cobrar comisiones por hacer la vista gorda. Para no confundirse, debemos criticar a la casta por su vocación parasitaria, que los lleva a actuar como intermediarios y comisionistas de la circulación de mercancías en beneficio propio. Pero nuestras críticas a la casta no deberían hacernos perder de vista que la libertad que reclaman los dirigentes “libertarios” es la de la libre circulación del negocio de la nieve y de la pasta.

Jóvenes que aspiran a vivir mejor y que no han encontrado respuestas en gobiernos timoratos, ni en políticos con alma de burócratas, se ilusionan con este nuevo escorpión que promete cambios radicales.

Hay algunas discusiones sobre si quien tuvo la mala ocurrencia de cruzar en río con un escorpión en su lomo era una tortuga o una rana. Sin embargo, el final siempre es el mismo. Quienes se arriesgan a confiar en charlatanes malignos, siempre terminan estafados y sumergidos en el fondo del río.

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