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Nacionales E.Herria :: 13/07/2018

Con el nuevo estatus se acabará el hambre en el mundo y llegará la felicidad

Borroka Garaia da!
Las alabanzas neo-estatutistas recuerdan a Euskadiko Ezkerra, cuando prometía que con el estatuto de Gernika se iban a solucionar todos los problemas de la clase trabajadora

Solo falta añadir esa coletilla que total es gratis (como todo lo demás) y quizás pueda conmover algún corazón, porque desde luego producir un cambio político y social, eso no entra en el orden del día del nuevo estatus. Que de entrada ya se acobarda hasta de su propio nombre que no es estatus sino estatuto de autonomía. Ese que estaba muerto y ahora lo pretenden resucitar.

Las alabanzas neo-estatutistas recuerdan a Euskadiko Ezkerra, cuando de manera solemne prometía que con el estatuto de Gernika se iban a solucionar todos los problemas de la clase trabajadora de este país, se iba a alcanzar la amnistía, las “FOP” se iban a ir a casa e íbamos a ser felices y comer perdices. Claro que entonces al menos estaba en las instituciones Herri Batasuna para recordarles que sin autodeterminación no hay cambio político y que la mejora de las condiciones de la clase trabajadora nunca han tenido nada que ver con lo que disponga la burguesía.

Tiene razón EH Bildu al afirmar que el acuerdo sobre las bases del nuevo estatuto de autonomía es histórico y tiene raíz social. Nunca en la historia de Euskal Herria había desaparecido de las instituciones (salvo imperativo legal ilegalizador) una propuesta de ruptura en clave de autodeterminación. Cosa que ocurre en estos momentos dando vía libre al reformismo estatutario intentándonos hacer creer que del desarrollo del capitalismo surgirá el socialismo en su versión nacional: que del desarrollo del autonomismo surgirá la independencia. Siendo la raíz social de esto las clases medias acomodadas que en este período de crisis han visto rebajar su capacidad monetaria con intención de recuperarla a base de subvenciones institucionales y a costa de los de más abajo.

Lo cierto es que la ponencia de “nuevo estatus” sigue sin reconocer el derecho de autodeterminación ni da la posibilidad de realizar un referéndum para aplicarla, exclusivamente buscando un encaje supuestamente amable con el estado español. Las consultas, de hacerlas, serían para rubricar lo que la clase política disponga en sus despachos de cara a reformas de estatuto sin ninguna capacidad soberana sino en plena dependencia del estado español. Además, la participación en organismos internacionales del capital, lejos de un ejercicio soberano, es uno de dependencia que solo tiene como objetivo reforzar a la burguesía local. Y si hablamos de cambio social, más allá de palabrería, se da fuerza al concierto económico (ejemplo de dependencia histórica) y a la completa hegemonía burguesa.

Claro que el problema no es simplemente esto, sino que la clase política nos quiera vender un miserable estatuto de autonomía como una revolución democrático-nacional y socialista vasca promovida por EITB y con la bendición de la burguesía jeltzale, cuando no pasa de un gato por liebre y no cambia sino que refuerza los lazos de dependencia y la asimilación dando legitimidad al cadavérico conglomerado autonómico. Lo cual hace poner a EH Bildu como sector crítico del PNV y cada vez menos crítico. Ya que su misión en estos momentos es intentar que la izquierda vasca trague con el proyecto autonomista, se vaya olvidando de rupturismos y “palabrejas como autodeterminación” y que la clase trabajadora sea lo suficientemente pragmática y responsable para aceptar que no se está tan mal bajo los jauntxos. Y así, momento histórico tras momento histórico, paso tras paso, hasta la derrota final. La cual ya no importará tanto ya que los baremos serán otros.

Claro que para los y las que sigue importando que no se mantenga la situación actual ni se abran paso los fraudes reformistas es de vital importancia que una verdadera alternativa de ruptura empiece a abrirse paso a todos los niveles.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fL1G