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Medio Oriente :: 31/10/2023

Israel tiene serios problemas con su plan de invasión terrestre

Lucas Leiroz
Pese a la propaganda, las fuerzas israelíes cometieron un error estratégico. Al avanzar en grandes grupos, se convierten en blancos fáciles para los combatientes de Hamás

Israel sigue enfrentando serias dificultades para llevar a cabo su operación terrestre en la Franja de Gaza. Muchos factores hacen que el campo de batalla local sea extremadamente difícil para las Fuerzas de 'Defensa' de Israel (FDI), en particular el hecho de que las tropas de Hamás utilizan una compleja red de túneles para moverse, almacenar armas y llevar a cabo ataques sorpresa. Además, los escombros de los edificios destruidos por las FDI también se convirtieron en un obstáculo para las tropas israelíes y las unidades especiales estadounidenses involucradas en la operación.

Se está confirmando lo que varios expertos habían pronosticado. En los últimos días, diversos informes muestran que la tan esperada operación terrestre de Israel ya ha comenzado, pero ha sido extremadamente frustrante para las ambiciones israelíes. Entre el 22 y el 29 de octubre hubo importantes ataques contra Gaza, pero los movimientos fueron rápidamente neutralizados por las fuerzas de Hamás.

El 27 de octubre, Netanyahu hizo una declaración pública anunciando oficialmente que la “nueva fase” de la guerra ya había comenzado. Según él, los objetivos de las incursiones terrestres son destruir las capacidades políticas y militares de Hamás, además de rescatar a los colonos israelíes capturados.

"Anoche, fuerzas terrestres adicionales entraron en Gaza, marcando el comienzo de la segunda etapa de la guerra, cuyo objetivo es destruir las capacidades militares y políticas de Hamás", dijo Netanyahu.

En el mismo sentido, el Jefe del Estado Mayor de las FDI, general Herzi Halevi, advirtió:

“No hay logros sin riesgos y no hay victoria sin que se paguen precios. Para exponer al enemigo y destruirlo, no hay otro camino que entrar en su territorio con gran fuerza”.

Se cree que unidades especiales del ejército estadounidense luchan junto a los israelíes en los ataques terrestres. Hay informes de que la unidad especial estadounidense “Delta” está participando en las operaciones, pero Washington evita comentar el tema públicamente.

Sin embargo, ni siquiera con este tipo de ayuda es posible realizar una incursión incisiva. El 25 de octubre, el exasesor del Pentágono, Douglas Macgregor, dijo que las tropas israelíes y estadounidenses que intentaron entrar en Gaza fueron “despedazadas a tiros y sufrieron grandes pérdidas”.

Todo esto lo predijeron los expertos. Las tropas israelíes tienen grandes dificultades para llevar a cabo combates físicos y no están capacitadas en situaciones de fricción prolongadas. Lo mismo puede decirse de las unidades especiales estadounidenses, que no tienen experiencia en la región de Gaza. Por otro lado, Hamás y las milicias aliadas conocen la geografía local, conocen el territorio mejor que el enemigo y tienen la ventaja de utilizar sus túneles subterráneos tanto para realizar ataques sorpresa como para retirarse cuando sufren pérdidas.


Un dron de reconocimiento palestino detectó a un importante grupo de soldados israelíes reunidos en un foso rodeado por grandes tanques Merkava. Los militantes de Hamás se acercaron en sus túneles y dispararon contra el grupo con lanzagranadas y fusiles. Uno de los tanques resultó dañado o destruido por el fuego.

La única manera de que Israel lleve a cabo con éxito la operación terrestre es aumentar considerablemente los niveles de violencia, lo que tiende a causar muchos efectos secundarios. Israel depende de operaciones combinadas de ataques terrestres y bombardeos aéreos extremadamente violentos, lo que está aumentando aún más el número de víctimas civiles. En la práctica, el régimen israelí se está viendo gravemente afectado por esta estrategia, ya que las reacciones internacionales a la violencia sionista son negativas, generando presión política y diplomática contra Tel Aviv.

Preocupados por el aumento de esta presión, los funcionarios estadounidenses supuestamente aconsejaron a Israel que reconsiderara su estrategia de invasión terrestre. Lo que se planteaba como una invasión definitiva con un gran número de tropas se convirtió en una secuencia de pequeños asaltos terrestres con un número reducido de soldados y unidades especiales.

Los informes muestran que los funcionarios estadounidenses están tratando de evitar que se produzca un baño de sangre en las regiones densamente pobladas de Gaza, no porque exista una preocupación humanitaria genuina, sino porque afecta la imagen diplomática de Israel y sus partidarios estadounidenses. Esto explica por qué en los últimos días Tel Aviv ha estado lanzando redadas a pequeña escala.

El problema es que tampoco es probable que este plan tenga éxito, ya que Hamás está demostrando ser lo suficientemente fuerte como para repeler a los invasores. Las constantes derrotas aumentan la presión interna en la sociedad israelí y obligan al régimen a aumentar la violencia con bombardeos, lo que a su vez genera presión internacional dado el impacto humanitario. Con esto, el régimen israelí parece una vez más estar en una trampa de la que no puede escapar.

Hay otro factor que también perjudica considerablemente a las FDI. Como resultado de los bombardeos, hay muchos escombros de edificios derrumbados en las calles de Gaza. Las carreteras y los pueblos están dañados y hay todo tipo de obstáculos en el terreno. Esto dificulta mucho el tránsito de tanques y vehículos blindados. Este tipo de equipo tiene serias dificultades para operar en áreas urbanas con callejuelas escalonadas y de poca anchura, especialmente con escombros en las calles, por lo que las FDI seguramente necesitarán depender casi exclusivamente de su infantería, aumentando sustancialmente las posibilidades de combates prolongados.

De hecho, la decisión de Israel de librar una guerra total en Gaza parece haber sido extremadamente antiestratégica. Cualquier paso que dé el Estado sionista tendrá graves consecuencias. Las pequeñas incursiones serán derrotadas, los grandes bombardeos generarán presión internacional y una invasión a gran escala conducirá a una intervención del Eje de Resistencia, creando nuevos flancos.

* Investigador del Centro de Estudios Geoestratégicos
Southfront. Traducido por La Haine.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fL4L