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Mundo :: 31/10/2023

Los sionistas evangélicos

Rodolfo Canini
Nadie había salido de Israel y todos los que volvieron nunca habían estado, dice Dussel. De manera que la creación del sionismo parte de una falsedad histórica

Al sionismo se lo relaciona directamente con el judaísmo, aunque vale la pena aclarar que la inmensa mayoría de las y los judíos no son sionistas. Sabemos que es un movimiento político originado con la finalidad de crear el Estado de Israel. Se conformó a fines del siglo XIX y logró su objetivo en 1948.

Para ello, desde su fundación como movimiento político hasta lograr su objetivo, fueron trasladando a las y los judíos perseguidos, principalmente en Europa, a Palestina. Esos masivos traslados fundando colonias incluyeron también el acuerdo firmado con Hitler en 1938, por el cuál más de 60.000 judíos alemanes ricos pagaron su traslado a la Tierra prometida.

Volver al lugar del cual nunca se fueron

Para el filósofo e historiador Enrique Dussel, el hebreo era un dialecto del Pueblo Palestino, que a su vez derivaba de la madre de todas las culturas: la egipcia. Para el filósofo argentino no existió la diáspora judía. El Pueblo de Israel nunca emigró de Israel. Los romanos en el 70 d.c., sólo echaron a unas 200 personas, quienes pertenecían a una elite política, después de haber desconocido a las autoridades impuestas por el imperio.

Los judíos europeos fueron pueblos que se convirtieron al judaísmo, como los bereberes de Berebería (nombre antiguo del norte de África), a los que denominan sefardíes, que ocuparon la península Ibérica; y los Jazares de la región este de Rusia, que se convirtieron al judaísmo también, y se los identifica como ashkenazis (Europa central y oriental).

Nadie había salido de Israel y todos los que volvieron nunca habían estado, dice Dussel. De manera que la creación del sionismo parte de una falsedad histórica. Judíos y Palestinos convivían sin problemas antes de la creación del Estado de Israel (1948), como habían convivido en España con los musulmanes durante ochocientos años, hasta la llegada de los reyes católicos.

El sionismo fagocitó al judaísmo

El sionismo creo un relato que generó una identificación esencial y ficticia con el judaísmo. Logró instalar que las decisiones del Estado tienen la ética judía, y por ello siempre son decisiones justas. Cada acto de Israel está orquestado por dios, y debería ser perdonado, apoyado, y hasta elogiado por el resto, agregándole la legitimidad de la recompensa que da la victimización. La secularización del Estado, en este caso, funcionó como una herramienta de dominación para la religión. En pocas palabras, el sionismo fagocitó al judaísmo.

El sionismo siempre cuidó y fortaleció sus vínculos con los imperios: primero con el otomano, luego con el británico y, ahora con EEUU. Después de la II Guerra Mundial ajustaron su narrativa para ser parte del posicionamiento político estadounidense en el mundo. Esa es la esencia del sionismo político: crear un estado simbiótico con las principales fuerzas coloniales.

Max Weber, considerado padre de la sociología, observó en el único viaje que hizo a EEUU en 1904 que los judíos, a pesar de ser una minoría en el país, tenían un poderío político y económico muy significativo. Hacía énfasis en que muchos de estos judíos eran sionistas, pero que una inmensa cantidad de judíos estadounidenses no los querían.

Los evangélicos defensores de Israel

El sionismo cristiano evangélico es la creencia en que el retorno del pueblo judío a Tierra Santa, y el establecimiento del Estado de Israel, fueron el cumplimiento de la profecía bíblica. El término empezó a ser usado a mediados del siglo XX. La mayoría de los cristianos evangélicos sionistas creen que el regreso de los judíos a la Tierra de Israel es una condición para la segunda venida de Jesús. Pareciera ser una excusa teológica para lograr un objetivo terrenal mayor.

La corriente teológica neo pentecostal da sustento bíblico profético al reconocimiento de Jerusalén como capital espiritual y política de Israel. En esa línea, la teología de la prosperidad es una creencia religiosa que sostiene que la bendición financiera y el bienestar físico son siempre la voluntad de dios, y que la fe, el discurso positivo y las donaciones a causas religiosas aumentarán la riqueza material de uno.

La teología de la prosperidad ve la Biblia como un contrato entre dios y los humanos: si los humanos tienen fe en dios, él les dará seguridad y prosperidad. La doctrina enfatiza la importancia del poder personal, proponiendo que es la voluntad de dios que su pueblo sea bendecido. Esta teología también pareciera esconder una adecuación a las prácticas sionistas. Sería algo así como “teoría” cristiana y práctica sionista.

En este milenio los sionistas afinaron sus relaciones y sus operaciones desde las sombras. Como decía Maquiavelo, no hay poder más efectivo, que el oculto. Ya desde 2004, bajo la iniciativa del rabino y político ultra sionista Binyamin Elon, fue creado el grupo de trabajo en el parlamento israelí “Aliados Cristianos de Israel”. El propósito de este lobby era identificar parlamentarios u hombres de influencia que fuesen evangelistas para orientar la agenda legislativa de varios países a favor de los intereses del Estado de Israel.

John Hagee, el fundador de la poderosa organización evangelista “Cristianos unidos por Israel”, y el pastor Pat Roberston (llamó a asesinar a Hugo Chávez), ambos estadounidenses, fueron los contactos de Elon para tejer esta alianza sionista. Años más tarde, 'Christians United For Israel', que cuenta con millones de miembros, no tan sólo en el país del norte sino también en toda América Latina, amplió sus metas y se convirtió en la Fundación de Aliados de Israel, para no limitarse al mundo evangélico.

Lo que es bueno para Israel, es bueno para Latinoamérica

El 4 de marzo de 2016 la Fundación convocó a una gran reunión en Miami. Los anfitriones fueron los poderosos pastores evangélicos sionistas y asistieron diputados derechistas ecuatorianos; de Venezuela representantes del antichavismo; diplomáticos israelíes, también miembros del partido extremista israelí “Hogar Judío”; congresistas de varios Estados de EEUU, además de miembros importantes del Ejército de EEUU y de la CIA. Estuvieron presentes también dirigentes brasileños bolsonaristas y por Argentina, Waldo Wolff, diputado por el Pro [derecha] en ese momento y actual secretario de Asuntos Públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Este representante de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) se dedicó a acusar al gobierno de los Kirchner de encubrir la responsabilidad de los atentados de 1994 en contra de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Acusaciones que nunca han podido probar. También ha culpado a la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner de complicidad en la muerte del fiscal Alberto Nisman e inventó una supuesta conspiración antisraelí con ramificaciones en Buenos Aires, Caracas, La Paz y Teherán.

Volviendo a la reunión, allí se habló de instalar en las sociedades el concepto “lo que es bueno para Israel es bueno para América Latina”. Los supuestos valores judeo-cristianos compartidos deberían llevar a América Latina hacia un apoyo instintivo a Israel.

Las iglesias evangélicas en América Latina están jugando un rol político muy importante, que ha quedado en evidencia en la oposición furibunda a los gobiernos progresistas latinoamericanos. En fin, los hilos de conexión entre el sionismo con diferentes organizaciones y actores existen, sólo hay que buscarlos.

vaconfirma.com.ar / La Haine

 

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