Principal |
Mundo :: 13/11/2018

La estrecha relación entre la hambruna y la ganadería

Alba Gibert Badia.

La estrecha relación entre la hambruna y la ganadería

Comer animales y sus derivados es una de las principales causas del hambre en el mundo, ya que requieren la explotación de una gran cantidad de tierras y recursos medioambientales. De hecho, según la FAO, el 70% de los alimentos cultivados en países en vías de desarrollo va destinado a alimentar a la industria ganadera.

La deslocalización de las empresas a países tercermundistas ha ido en aumento de la misma forma que lo ha hecho el consumo de carne. Desde la lógica capitalista, es lógico cultivar pienso para alimentar a los animales en países pobres ya que de esta manera, se ahorran una gran cantidad de costes de producción. Evidentemente, no vale lo mismo cultivar en Europa que en África, puesto que este último continente, debido a la situación de pobreza en la que se encuentra, es más barato tener campos de cultivo y transportar el pienso a los países primermundistas.

La producción de productos de origen animal comporta un desgaste de recursos energéticos muy grande respeto a las personas que no los consumen. Si en vez de usar vegetales para alimentar al ganado los usáramos para alimentar a humanxs, podríamos alimentar al doble de la población mundial, eliminando así la hambruna. En los campos de conreo, se pueden llegar a conseguir de 10 a 20 veces más proteína cultivando vegetales que produciendo carne.

Las principales causas de muertes en países desarrollados son: los problemas cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. Todas estas enfermedades, en mayor o en menor medida, están relacionadas con el consumo de productos animales, sobre todo con la carne procesada. Nos encontramos ante una paradoja: mientras que lxs habitantes de los países desarrollados morimos en gran parte por lo mal que nos alimentamos, lxs habitantes de países subdesarrollados mueren por falta de alimentos, alimentos que se podrían conrear en sus tierras si no nos apropiáramos de ellas para alimentar a animales que posteriormente serán asesinados.

Según el Dr. Richard A. Oppenlander, “el 82% de los niños que mueren de hambre viven en países donde se alimenta a animales, y los animales son comidos en países occidentales”. El activista por la paz Thich Nhat Hanh dice que “cada día 40 000 niños mueren en el mundo por falta de comida. Nosotros en Occidente, que comemos en exceso, que estamos alimentando con cereales a los animales para hacer carne, estamos comiendo la carne de estos niños”.

Para combatir el problema del hambre en el mundo, deberíamos replantearnos qué uso hacemos de los recursos naturales y empezar a pensar que si en vez de apropiarnos de las tierras africanas para la producción del ganado les diéramos la oportunidad de cultivar comida para ellxs mismxs, muy probablemente acabaríamos con la hambruna. La solución es cortar el problema de raíz y evitar al máximo consumir animales y sus derivados, ya que no es ni ético, ni justo ni sostenible.

Alba Gibert Badia.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fM0L