Principal |
Estado español :: 22/12/2018

Carta abierta a Cristina Fallarás

Carlo Frabetti - La Haine
Desde el total acuerdo con tu alegato y desde mi vergüenza de machito latino menos desintoxicado de lo que debiera

Tienes toda la razón. Lo que planteas en tu “Carta a los hombres” es la versión macro -tanto en extensión como en intensidad- de ese micromachismo “amable”, tan frecuente entre los progres, que consiste en que los hombres se ofrezcan a “ayudar” a las mujeres en las tareas domésticas. Se ayuda a alguien que está realizando SU tarea, por lo que el mero hecho de ofrecer ayuda es, bajo su apariencia de amabilidad, una manera de endosarle la tarea al otro -a la otra, en este caso-, es decir, de no asumir la tarea como propia.

Como bien dices, uno no se solidariza consigo mismo, y solidarizarse puede ser una solapada manera de marcar distancias; es como decir: “No es MI problema, pero soy tan guay que voy a echarte una mano en la resolución de TU problema, o al menos voy a aplaudirte, que sale gratis”. Y alguien que no asume el problema como propio -cuando el problema es el patriarcado, es decir, la causa última de casi todos los males- es parte del problema. Una vez más, Cristina, tienes toda la razón, y si tu carta ha levantado ampollas es porque las pieles gruesas son las más alérgicas a la verdad pura, sin diluir ni adulterar.

Desde el total acuerdo con tu alegato y desde mi vergüenza de machito latino menos desintoxicado de lo que debiera, una breve puntualización o apostilla a una frase que en nada afecta a tu argumentación, pero que en sí misma podría resultar equívoca. Y la frase es esta: “De la misma forma que cuando el terrorismo, ETA, asesinaba salíais a la calle todos a una”. Yo, que sí participo en las manifestaciones del 8 de marzo, no salía a la calle para manifestarme contra ETA, ni identifico a ETA con el terrorismo.

Porque, incluso apelando al diccionario como haces tú oportunamente, el único terrorismo digno de ese nombre es el terrorismo de Estado, y me niego a llamar “banda terrorista” a ETA y “ejército” a las hordas asesinas de la OTAN. Como dice Alfonso Sastre, no podemos admitir que se llame terrorismo a la guerra de los pobres y guerra al terrorismo de los ricos.

Eso no significa que toda forma de violencia disidente sea lícita ni que ETA no cometiera actos reprobables. Pero los verdaderos terroristas son los funcionarios que torturan y matan al amparo del poder, los jueces que los absuelven y los políticos que los manipulan, y si hay que ponerle siglas al terrorismo en nuestra historia reciente, esas siglas no son ETA, sino GAL.

En este reino bananero de manadas impunes, los verdaderos terroristas son las manadas de matones cobardes que apalean a la población indefensa y, de nuevo, quienes los justifican, los absuelven y los manipulan como títeres de cachiporra. No en vano una de las consignas más repetidas en las manifestaciones es “Vosotros, fascistas, sois los terroristas”. Y, por supuesto, y como se desprende de tu valiente carta, si cambiamos “fascistas” por “machistas” la consigna sigue siendo válida. Porque en el fondo es la misma.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fM3u