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Nacionales E.Herria :: 04/02/2019

Ante las elecciones europeas…EHXIT

Borroka Garaia
Que además sea una abstención activa y efectiva, compartiendo junto a la izquierda independentista catalana la desconexión con la UE

Si un estado nunca es neutral, tampoco lo son las asociaciones de estados. La Unión Europea nació para ser una herramienta del capital y el imperialismo en beneficio exclusivo de la burguesía. Es solo la burguesía la que tiene acceso a los mecanismos de poder de la UE y así seguirá siendo hasta su final por encima o por debajo de la competición inter-burguesa que contenga. De esta manera, el proyecto de la UE es plenamente irreformable y un elemento antagónico de cara a la independencia y el socialismo en Euskal Herria.

Jamás permitirá la UE un proyecto soberano vasco por encima de la opinión radical y violentamente contraria de dos de sus estados miembros (los estados español y francés), jamás permitirá que la burguesía vasco-española-francesa se vea reducida o doblegada por la clase trabajadora vasca y solo en sus peores sueños encuadra algo parecido a que en el corazón de Europa y dentro de la UE, un pueblo intente avanzar hacia el socialismo. La UE está en su salsa cuando es partícipe de agresiones imperialistas, cuando da cobertura a ciertos golpes de estado e incluso cuando es necesario extirpar todo trazo formal de independencia. Por eso por ejemplo la soberanía griega es ciencia-ficción, por eso la UE da cobertura al estado español frente al proceso de autodeterminación catalán, por eso la UE se posiciona detrás de EEUU en sus intenciones con Venezuela y por eso la UE ha sido de toda la vida enemiga del proceso de liberación vasco.

Ante esta situación existen tres opciones en Euskal Herria; la interesada, la reformista y la de ruptura.

La interesada está bien ejemplificada por la derecha vasca con su apoyo a la UE. Las razones vienen dadas ya que dentro de sus intereses de clase consta la sobre-explotación interna de la clase trabajadora vasca pero también la expansión transnacional empresarial. Para ello necesitan tanto a los estados español y francés como a la UE. La discusión para esa burguesía se reduce en negociar con las otras facciones del capital más facilidades para esa sobreexplotación interna y expansión transnacional. De ahí viene la insistencia en intentar lograr espacio y competencias en la UE para la burguesía vasca, así como el absurdo de la “soberanía compartida” con los estados ocupantes. Si por ejemplo el PNV pide un estatus nuevo no es por la libertad de Euskal Herria, sino pedirían la independencia y abrirían un proceso de autodeterminación, quieren más “autonomía” burguesa para explotar mejor y que salgan mejor las cuentas para sus bolsillos en esas luchas inter-burguesas donde andan y medran. Pero el problema es que los capitalistas europeos serán unos desalmados pero no gilipollas ni se chupan el dedo.

La reformista tiene su lema de “Euskal Herria en Europa”. El problema para esta opción que en lineas generales entiende la usurpación que realizan las estructuras del capital como la UE es que piensan que otra UE es posible, lo que en realidad es una extensión del pensamiento de que “otro capitalismo es posible”, uno humano. Esta contradicción no resoluble de callejón sin salida está ejemplificado en la socialdemocracia vasca y responde al interés de clase de la mediana y partes de la pequeña burguesía que se quieren mantener en una época de retroceso lo más cercanamente posible a sus escalafones superiores de clase lo que crea a la vez un desplazamiento de las clases populares y el grueso del pueblo trabajador en dependencia. Debido a todo ello no existe un posicionamiento contrario a la UE sino a ciertas consecuencias que se derivan de ella, no yendo a la raíz que las produce que no es otra cosa que la permanencia en la UE.

Finalmente tenemos la opción de ruptura, sea con los estados español y francés, así como con la UE y la OTAN. Esta opción responde a los intereses objetivos del grueso del pueblo trabajador vasco que vería favorecida su situación colocándola en un plano cualitativamente muy diferente donde la fuerza concentrada de la clase trabajadora frente a la burguesía vasca ya sin sus apoyos directamente encima haría que se las vieran en más que dificultades abriendo la oportunidad de grandes cambios políticos y sociales. Según avanza el tiempo, el poder de succión del capital europeo, se irá moviendo como si pelara una cebolla, primero fue esquilmado el sur de Europa, pero es un proceso concéntrico que no se puede detener. Euskal Herria ya ha sufrido y va a sufrir mucho más duramente las consecuencias de la dependencia a los estados y a la UE.

No existe ningún partido en Euskal Herria que a parte de denunciar las políticas de la UE se posicione activamente en contra de la UE y opte por una salida de tal entramado, condición por otra parte necesaria tanto para la independencia como para cualquier proyecto socialista y feminista. De esta manera ni siquiera se cumpliría el mínimo entre los mínimos necesarios que de decidir estar en las instituciones burguesas al menos sea para ser altavoz y erosionarlas en el camino hacia una ruptura y nueva institucionalidad haciendo que todo quede en un bucle que al mismo tiempo legitima al centro de poder de la UE y por tanto deja vendida a la clase trabajadora vasca, de la misma forma que toda la socialdemocracia europea ha dejado vendida frente a la UE a los pueblos trabajadores.

En las próximas elecciones europeas la CUP no va a participar ya que entiende que su proyecto político no tiene lugar en las instituciones europeas, máximas representantes del capitalismo, el imperialismo, el racismo institucional y la militarización de las sociedades. Por lo que a parte de estar en contra de la UE y no tener miedo de promover una salida de ésta, han descartado presentarse en las futuras elecciones europeas con su propia candidatura o ser parte de cualquier otra candidatura y dedicar las fuerzas a la estructuración de un internacionalismo real de las luchas, las gentes y los pueblos.

En Euskal Herria la mayoría de las personas no votaron en las últimas elecciones europeas (57% de abstención en la CAV, 54% en CFN). Puede que las próximas elecciones europeas sean una oportunidad para elevar esas cifras a un récord, y que además sea una abstención activa y efectiva, compartiendo junto a la izquierda independentista catalana la desconexión con la UE, e ir dando pasos en la conformación de una clase trabajadora vasca no crédula, beligerante contra el capital y deslegitimidadora de sus herramientas que nos atan.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fM7r