Las 11 personas que serán juzgadas a partir de septiembre convocan a una movilización el 5 de julio por este macro juicio, en el que piden altas penas de cárcel para un total de 47 imputadas por su trabajo en defensa de los derechos de los presos y presas políticas vascas. La cita, a las 7 de la tarde en plaza de los Burgos de Iruñea, “será un acto para protestar por este juicio, y también para decir que estamos muy orgullosas del trabajo que hemos hecho, y que lo volveríamos a hacer”.
Los imputados e imputadas subrayan que su labor fue cuidar de la salud de presas y exiliadas, organizar movilizaciones en favor de los derechos de los presos y presas políticas vascas, realizar su defensa jurídica, organizarse para intentar aligerar la carga de la pena añadida que se impone a sus familiares, así como hacer un trabajo de mediación entre las personas presas y exiliadas y los diferentes sectores de la sociedad.
“Este ha sido nuestro trabajo. Hemos actuado de manera consecuente con nuestros principios políticos y éticos, y estamos satisfechos con la labor realizada”.
Según señalan, este largo procedimiento judicial “ha condicionado y condiciona" sus vidas y las de su entorno. "Tenemos la amenaza de la cárcel frente a frente; y nuestros allegados, la amenaza de nuestra ausencia, de la dispersión y de tener a un ser querido en prisión. La situación, por lo tanto, es dura, no vamos a negarlo”.
Igualmente, inciden en que su trabajo en los distintos colectivos a los que pertenecían “lo realizábamos en el contexto de una nueva época; un nuevo ciclo en el que comenzaban a abrirse vías para la solución del conflicto; y, en esa lógica se volcaba también nuestro esfuerzo e ilusión por solucionar la cuestión de las presas y exiliadas. Por eso nos golpearon con operaciones policiales diseñadas en las cloacas del Estado. Hoy nos ratificamos en el trabajo que hicimos y en la vigencia de las reivindicaciones que desarrollamos”.