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Estado español :: 23/10/2019

¿Qué esperaban?

Izquierda Castellana
Estamos satisfech@s por la respuesta dada en y por nuestro pueblo. Pone de manifiesto que la Castilla comunera, que el Madrid del “No pasarán” están mas vivos que nunca.

El historiador norteamericano Frank H. Simonds, en su obra enciclopédica y magníficamente documentada “Historia de la Guerra del Mundo” acerca de lo que finalmente se ha llamado Primera Guerra Mundial, publicada en 1919, recién acabado ese conflicto, señala en diversos apartados las dificultades para entender por parte de las cancillerías occidentales, al menos en sus inicios, el origen, sentido y objetivos de la Revolución rusa de 1917. Él mismo, a pesar de la amplísima información que manejaba, tiene dudas sobre su significado final, aunque intuye que puede cambiar el devenir de la historia. Achaca la inicial sorpresa -tanto en el mundo occidental como en sectores de la propia Rusia- sobre la participación y triunfo de ese proceso revolucionario a la censura impuesta por el Estado Zarista, su policía y sus comunicadores sobre lo que realmente ocurría en los dominios del Imperio.

Cuando leemos o escuchamos los lamentos o actitudes sorpresivas sobre las diversas movilizaciones en Cataluña, también en Madrid, no podemos sino recordar las consideraciones del historiador citado. Aunque el contexto histórico y geográfico sean desde luego diferentes hay al menos un par de cosas en común: la presencia de una censura-autocensura brutal y la existencia de un Régimen monárquico absolutamente degradado y deslegitimado que solo intenta sobrevivir en base al aumento de la represión y de la manipulación mediática. ¿Qué se esperaban? ¿que el Pueblo de Cataluña se quedara con los brazos cruzados? ¿que diera por buena una rebaja de la tipificación penal del delito de rebelión al de sedición? ¿que la gente se quedara en su casa en actitud contemplativa? No hubiera sido lo propio en una sociedad que ha demostrado reiteradamente su condición democrática y, por tanto, contraria al Régimen del 78, al de la II Restauración borbónica impuesta por el franquismo. Las movilizaciones, tal como corresponden a un pueblo con dignidad, han sido extraordinarias cuantitativa y cualitativamente. Pero no solo en Cataluña; en otros Pueblos del Estado español, en Castilla entre otros, ha habido movilizaciones de gran importancia: Segovia y Burgos, donde varios centenares de personas salieron a la calle; Valladolid en donde salieron más de medio millar mientras que los fascistas no superaron las 200 en su convocatoria por la unidad de España y por supuesto no consiguieron reventar la concentración democrática y solidaria con Cataluña, cosa que intentaron; Madrid, en dónde el miércoles 16 de octubre miles de personas se concentraron en la Puerta del Sol y el sábado 19 más de 15.000 personas marcharon por el centro de Madrid, exigiendo la liberad de los presos políticos y el derecho a decidir, lo que ha llevado a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, a exigir a Delegación del Gobierno que se prohíban las manifestaciones en contra de la represión y/o en solidaridad con el Pueblo catalán. Es decir, quieren que la realidad no se visibilice, pero la realidad es terca y acaba por aparecer de una u otra manera.

Desde los medios de comunicación y desde diversos agentes políticos y sociales se ha criticado de forma absolutamente manipuladora la presunta violencia entre las gentes de las movilizaciones contra la represión y por los derechos políticos. Parten de la base de que solo los aparatos del Estado tienen “legitimidad” para usar la violencia como les venga en gana en cada momento y con un amplio margen de actuación, según el “criterio” del responsable operativo de cada unidad. La gente, la ciudadanía, tiene que aceptar ser golpeada, herida, maltratada, humillada, detenida… sin rechistar. Como es obvio, un movimiento popular serio y coherente no lo tolera. El Régimen del 78 no tiene legitimidad democrática, ni de origen ni tampoco la ha logrado en los tiempos siguientes. Está encabezado por una Monarquía, la de los borbones, implicados de forma protagónica en las conspiraciones contra la II República, participantes activos en el bando fascista durante la guerra, cómplices imprescindibles en el Régimen franquista. Es a cambio de todo ello que el franquismo, el propio Franco, impuso la II Restauración borbónica como modelo de Estado postfranquista. Pero a mayores, en estas décadas de reinado, la Familia Real se ha caracterizado por ser un auténtica banda de ladrones y constructores de un hábitat privilegiado para el desarrollo de la corrupción sistémica que caracteriza al Régimen actual.

Las fuerzas represivas del Estado en todas sus variantes deberían de reflexionar sobre a quién atacan con saña y auténtica brutalidad y a quiénes defienden cuando salen a la calle a reprimir. Están atacando al Pueblo: a los que luchan por los derechos sociales, civiles y políticos, también por cierto por los suyos. Están defendiendo a los corruptos y a los privilegiados, quienes en privado se mofan de ellos y no tienen la menor preocupación por sus condiciones de vida ni la de sus familias. Sería muy bueno que pensasen sobre en qué lado se deben situar; que pensasen acerca de si por la defensa de un Régimen corrupto y decadente como el actual vale la pena haber dejado ciegas de un ojo a cuatro personas y a muchas más con heridas graves, así como a uno de sus propios miembros ingresado en un hospital de Barcelona en una situación de extrema gravedad. En total casi 600 heridos, de los cuales más de 250 son policías.

Recurrimos de nuevo al libro citado “Historia de la Guerra del Mundo” que en su página 176 del tomo IV dice textualmente: “Entre el 8 y el 12 de marzo la Revolución había triunfado por completo. La última fecha se marcó por el asalto a la gran prisión fortificada de San Pedro y San Pablo, comparable en muchos respectos (sic) con el ataque a la Bastilla, que representó el acto decisivo de la Revolución Francesa. Cuando se dio la orden de hacer fuego sobre las masas, aún las escogidas tropas de la Guardia dispararon sobre sus propios oficiales; y antes del mediodía del 12 de marzo había sucumbido el antiguo régimen ruso.”

Estamos asistiendo también a la intensificación de diversas maniobras políticas tendentes a dividir al movimiento soberanista y republicano catalán que ya denunciamos en nuestra declaración política en las pasadas Elecciones Europeas y que fue uno de los motivos que nos llevó a no participar en la candidatura “Ahora Repúblicas”. Creemos que la línea de trabajo de la ANC y la de su presidenta Elisenda Paluzie son elementos claves para la restitución de esa unidad y el sostenimiento de un auténtica línea de ruptura con este Régimen, único camino real que puede conducir a la proclamación de la República catalana.

Estamos satisfech@s por la respuesta dada en y por nuestro pueblo, especialmente en Madrid, que pone una vez más de manifiesto que la Castilla comunera, que el Madrid del “No pasarán” están mas vivos que nunca.

Adelante con la lucha republicana y comunera.

 

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