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Estado español :: 09/11/2019

¿Hay alguna candidatura que merezca nuestro apoyo? En Castilla no

Izquierda Castellana
La abstención consciente en Castilla será el voto que más va a doler a esta monarquía corrupta restaurada

El jueves 7 de noviembre marca una inflexión cualitativa en la recomposición institucional del neofascismo en el Estado español, a la sombra del Régimen postfranquista de la II Restauración Borbónica, esto es, el Régimen del 78. Ese jueves 7 de noviembre las fuerzas de la derechona española impulsaron y consiguieron que fuera aprobada una Proposición No de Ley (PNL) en la Asamblea de la Comunidad de Madrid (Parlamento Regional) que demanda la ilegalización de los partidos soberanistas y la consideración de “organización criminal y terrorista” de los CDR, Comités de Defensa de la República. Es decir, la consideración de organización criminal del movimiento republicano. La iniciativa fue de Vox, pero Ciudadanos y PP la apoyaron plenamente.

La izquierda institucional, por su parte, se limitó a votar en contra de la propuesta. Cuando en el Parlament de Cataluña se programaron y/o aprobaron iniciativas conducentes a ampliar el marco de las libertades democráticas, como son el derecho a decidir o el repudio a la monarquía borbónica, se pusieron en marcha todos los mecanismos del Estado para impedirlo, y en caso de que tal cosa finalmente ocurriera, los responsables institucionales de tal cuestión fueran perseguidos penalmente. Las últimas resoluciones del Tribunal Constitucional son clarificadoras de estas prácticas. Por otra parte, toda la “Brigada Mediática” ha jaleado de forma completamente obscena y mercenaria en la misma dirección.

Estamos ante la mayor agresión después del 23-F al ya de por sí limitadísimo catálogo de libertades existentes; por supuesto no hablamos de sistema democrático, porque no le reconocemos tal naturaleza al Régimen del 78. La izquierda institucional se limita a votar en contra de ese ataque, y la “Brigada Mediática” simplemente le da un trato de información secundaria, cuando no directamente de amparo. Esto es simplemente una expresión más de lo que realmente es y a dónde ha llegado el Régimen del 78, que si ya era malo en sus inicios, con el paso del tiempo, como ocurre con los malos vinos, no ha hecho más que empeorar.

Si hubiera en Madrid y en el conjunto de Castilla una candidatura que en su trayectoria anterior o en su programa actual se comprometiera a luchar de verdad contra el fascismo institucional, contaría con nuestro apoyo.

Si hubiera una candidatura que apostara sin ambigüedades por la República, y como primer paso de una hoja de ruta en esa dirección por la celebración de una consulta en la que el conjunto de la población pudiera decidir sobre la forma de Estado, contaría con nuestro apoyo.

Si hubiera una candidatura que de verdad hubiera demostrado en las breves legislaturas pasadas que quería que la Ley Mordaza o las leyes laborales contra los trabajadores/as fueran derogadas, contaría con nuestro apoyo.

Si hubiera una candidatura que de verdad hubiera defendido que en el Código Penal no existan recovecos para que las violaciones flagrantes en grupo o individuales puedan ser calificadas como abusos sexuales por una administración de Justicia hegemonizada por el machismo, contaría con nuestro apoyo.

Si hubiera una candidatura en Castilla que defendiera los intereses de nuestras gentes y nuestra tierra, su agricultura, ganadería, industria, servicios… e hiciese una reflexión medianamente rigurosa sobre los auténticos orígenes de la “Castilla vaciada”, contaría con nuestro apoyo.

En fin, si hubiera una candidatura que apostara por la apertura de un auténtico Proceso Constituyente -cosa que no existió en todo el periodo de la Transición- y planteara que después de cuatro elecciones legislativas en cuatro años que han sido incapaces de resolver los problemas sociales y políticos, lo que habría que hacer es convocar de una vez Elecciones Constituyentes, esa candidatura tendría nuestro apoyo.

Pero no hay ninguna candidatura ni en Madrid ni en el conjunto de Castilla que cumpla tales requisitos, y por tanto ninguna va a contar con nuestro apoyo político o electoral.

Podríamos haber optado por impulsar una candidatura que planteara tales exigencias, de hecho en anteriores elecciones hemos participado o apoyado a alguna candidatura, pero en nuestra opinión hoy tal cuestión nos hubiera supuesto la dedicación de todas nuestras energías y recursos; y ello en estos momentos nos parece totalmente inútil, totalmente ineficiente. La potencialidad para el cambio social y político, absolutamente imprescindible, está en la calle, en la organización y el movimiento popular, y a ello dedicamos actualmente todas nuestras energías y recursos.

Nos hemos adentrado en tiempos duros, moral, política y socialmente, pero llenos de posibilidades para el movimiento Popular Castellano. Tendremos que luchar a fondo, tendremos que asumir dificultades y sacrificios, entre ellos la represión. Pero tenemos todas las bazas para vencer, para derrotar al Régimen del 78 y construir un modelo democrático y de justicia social.

Nosotr@s no vivimos de la política institucional, no vivimos de los sueldos de las instituciones del Régimen del 78. Vivimos de nuestro trabajo y luchamos coherentemente por un futuro digno para nuestro pueblo.

En estas elecciones del 10N,.

Que no nos asusten con el señuelo de Vox. Son el producto de ellos mismos, de los que ahora se quejan por la boca pequeña de su existencia y ascenso. Llegará el día, seguramente no tardando mucho, en que la confrontación electoral con la derechona española pasará a un primer plano, pero ahora mismo lo fundamental en nuestra tierra pasa por articular de la forma más potente posible al movimiento feminista, al movimiento antifascista, al movimiento de los barrios en lucha por su dignidad y sus condiciones de vida, entre las que está la seguridad ciudadana, al movimiento republicano… en fin, al movimiento comunero del siglo XXI. Ahí nos encontraremos con todas las fuerzas políticas y sociales que quieran trabajar en esa dirección.

Izquierda Castellana, 8 de noviembre de 2019

 

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