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Pensamiento :: 01/12/2019

Felipe VI, el desobediente blindado

Domingo Sanz
Lo más grave de todo esto es que no sabemos si Felipe VI actúa según su capricho o en compañía de terceros

Leo en Voz Populi: “Portazo del Rey a Sánchez: se niega a ir a Argentina porque quiere tomar las riendas de la situación política”.

Lo primero que hago es buscar en la Constitución el artículo “Rey tomar riendas situación política” y no lo encuentro.

Jueces del TC, ¿pueden proceder contra el rey, por favor?
Lo sentimos, es inviolable.
(Siempre optimista, este blindaje del rey no deja de ser una manera de reducir la carga de trabajo en los juzgados, a la vista de la cantidad de delitos que los reyes pueden cometer desde sus posiciones de privilegio, por ejemplo, protegiendo al yerno favorito hasta que los excesos comenzaron a oler demasiado. Deduzco que los jueces son los primeros interesados en que Felipe VI pueda hacer lo que le de la real gana).

Dicen los de Voz Populi que se ha librado una batalla de agendas entre Moncloa y Zarzuela por un solo día, el 10 de diciembre, entre Sánchez, apoyado por 120 diputados más 35 de Iglesias, y Felipe VI, que quizás no esté tan solo.

La noticia de la tensión entre ambos personajes resulta creíble a partir de los antecedentes. A Rajoy le faltó tiempo, tras la moción de censura, para aclarar que lo del discurso real del 3 de octubre de 2017, aquel en el que amenazó a los catalanes que querían decidir su futuro, fue cosa del rey, y que él nunca se lo habría pedido, lo que hay que traducir por “ojalá hubiera podido impedirlo…”.

A la vista de la situación de España dos años después de aquella chulería real y que, entre otras cosas, provocó el hundimiento del Ibex35 al día siguiente, hay que darle a Rajoy tanta razón por su frustración como grande fue su cobardía, pues él mandaba con sus 137 diputados más 32 de Rivera y debía haberle dicho al rey que nada de salir por la tele, que España es una democracia y tiene , (tenía) un gobierno.

Pero ni era ni es verdad que España tuviera o tenga un gobierno, porque su presidente ni fue entonces ni es capaz ahora de impedir que el rey se salga con la suya cuando discrepa del Sánchez de turno, que es cuando importa que quede claro quién manda.

Lo más grave de todo esto es que no sabemos si Felipe VI actúa según su capricho o en compañía de terceros. Ya que tenemos una Monarquía transparente y estamos todos tan controlados, ¿podría publicar el Gobierno, cada día, las grabaciones de todas las conversaciones que mantiene el rey, tanto si son en persona como a través de cualquier medio? Las partes íntimas pueden borrarlas.

No nos deben preocupar tanto las cosas que hable el rey con otros por él mismo y su familia, a fin de cuentas, solo es una más entre tantos millones. Lo hacemos por las malas compañías, que tanto daño han causado a tantos a lo largo de la historia.

De nuevo optimistas, e incombustibles, no hay bien que por mal no venga. Si entre Sánchez y Felipe VI se lían a hostias, aunque solo sean verbales, quizás los catalanes se apiaden de nosotros y nos ofrezcan sumarnos a su república.

Tiene que ser pronto, porque las ofertas tienen fecha de caducidad, y puede terminar en cualquier momento.
De hecho, si se la hubiéramos comprado antes nos habría salido mucho más barata.

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fP8T