Primeras ratas abandonan el barco de la economía mundial – esto no presagia nada bueno
Para empezar un seco comunicado informativo, de la página web de los servicios rusos de BBC: “Conocido especialista en la esfera del marketing y las estrategias empresariales Peter Doyle ha declarado que se avergüenza de que su nombre se asocie al Fondo Monetario Internacional. Peter Doyle ha abandonado el Fondo Monetario Internacional en el que ha estado trabajando aproximadamente durante 20 años. En una carta dirigida al director ejecutivo ha acusado a la organización de falta de competencia. En particular, señala Doyle, FMI no ha advertido sobre la llegada de la crisis financiera mundial y la crisis de la eurozona. Doyle también se ha referido en términos negativos a la actual dirigente del FMI Christine Lagarde que, según afirma, fue designada de manera ilegítima para ocupar el cargo.”
RBC (RusBusinessConsulting) añade: “En palabras de P.Doyle el FMI “ha ocultado sistemáticamente la información sobre la situación en la economía mundial” lo que trajo como resultado la crisis financiera de 2008. Además, en opinión del economista del FMI, “no se pudo resolver de manera rápida y efectiva el problema de la crisis de la deuda en la Unión Europea”, mientras que las acciones actuales del fondo, como está convencido el economista, “no hacen más que agravar el problema”. “En vez de encabezar el proceso de la salida de la crisis, el FMI tan solo responde a los problemas, cuyo número sigue aumentando”, - señaló Doyle en su carta de renuncia. Otro error del FMI, considera Doyle, es el sistema de la elección de los dirigentes, gracias al cual “el timón de mando siempre lo tienen los europeos”. “Las designaciones para el puesto del dirigente del FMI a lo largo de los últimos 20 años eran catastróficamente inadecuados, - opina P.Doyle. – Pese a toda su concentración Christine Lagarde no podrá corregir aquel desaguisado que han dejado sus predecesores” “.
No se trata de una broma. Más aún es una cosa muy seria. Y hay que analizarla en todo detalle.
En primer lugar – sobre el rol del FMI en el antiguo sistema. El FMI fue creado dentro del marco de los acuerdos de Bretton Woods como instrumento para expander las “reglas de juego” del sistema “occidental” sobre todos los países del mundo, también a costa de la financiación de las correspondientes reformas. Señalemos que la URSS había firmado los acuerdos de Bretton Woods, pero luego no los ratificó. Si todo hubiera transcurrido de otra manera, posiblemente también el desarrollo del FMI hubiera seguido otro camino, pero ocurrió lo que ocurrió. En cualquier caso el FMI se convirtió en el centro en el que se elaboraban las reformas liberales, en cuyo marco la economía de otros países era integrada en el sistema “occidental” de la división del trabajo, y además de tal manera que ya no quedaba la posibilidad de dar la marcha atrás.
Dado que este sistema de reformas todavía había que desarrollarlo y adaptarlo a los países concretos, fue natural que el FMI se convirtiera en el centro en el que se creaba y se concretaba el correspondiente modelo – modelo para describir la economía mundial. Y todo marchaba estupendamente (únicamente en los años 70 surgieron algunos problemas) hasta que a principios de los 2000 algunas cosas empezaron a ir claramente mal… Además durante los primeros años (incluso después de la caída de la bolsa de 2001, de la que culparon a las acciones terroristas del 11 de septiembre) todo el “grupo de apoyo” de las reformas económicas liberales (del que forman parte las mayores universidades occidentales, y la dirección de los bancos centrales, y los aparatos de los ministerios de finanzas, y las múltiples organizaciones de expertos, grandes bancos e instituciones financieras) tenía la sensación de que tan solo se trataba de las dificultades temporales, relacionadas con los procesos cíclicos de la economía. Lo cual se ve muy claro en mi discusión con uno de los líderes del “grupo de apoyo” ruso del grupo liberal “occidental” Sergei Guriev.
Pero a continuación los problemas se fueron agravando, y los líderes de este numeroso grupo comenzaron a tener dificultades. En primer lugar porque los dirigentes políticos de los países occidentales empezaron a sentirse cada vez más descontentos con la situación creada – hasta el punto de comenzar a barajar en serio la cuestión de cómo se podría cambiar el actual “mainstream” económico y el aparato burocrático-administrativo construido sobre su base. De momento lo comentan en los pasillos, pero ya que el proceso ha comenzado, antes o después saldrá a la superficie.
Así que en esta situación aquellos funcionarios (y tal vez expertos) que aún tienen la posibilidad de continuar haciendo carrera, se preguntan de si vale la pena unir su destino con una doctrina en clara bancarrota y con un modelo que ya no funciona. Claro está que los premios Nobel de economía, profesores de avanzada edad y altos funcionarios ya no tienen esta posibilidad – pero el eslabón medio tanto de la vertical académica, como de la burocrática claramente no desea entrar en la historia como partícipes de uno de los mayores fracasos históricos – tanto científico, como de aparato. Una cosa es cerrar los ojos ante la manipulación y las tergiversaciones, cuando todos creen que es verdad, y otra cosa muy distinta, cuando todos comprenden que se trata de una mentira descarada.
Recuerdo perfectamente que, cuando a principios de 1993 entré a formar parte del equipo de los “jóvenes reformadores”, en un momento dado comencé a darme cuenta de que ellos – al menos en determinados casos – se dedicaban al fraude más descarado. Y se lo preguntaba a aquellos que me parecían más adecuados. Las respuestas fueron muy al uso, “no te obsesiones con el tema”, ¡quién más te va a pagar semejante dinero y además invitarte a las conferencias internacionales con los gastos pagados! Semejante postura se comprende, pero en la actual situación esas conferencias y pagos podrían malinterpretarse y convertirse en un serio lastre cara a la construcción de la futura carrera.
Aunque de momento no en nuestro país (lo que se ve perfectamente en la nueva composición del consejo de expertos del Presidente – en el que precisamente se han concentrado nuestros liberal-reformadores), en eso vamos a la zaga, pero sí seguro en Occidente. ¿Y qué hacer en esta situación? ¿Decir que has estado veinte años trabajando, convencido de que todo estaba bien y ahora de repente se te han abierto los ojos? Suena poco convincente… Otra cosa muy distinta es decir que lo entendías todo, pero los pérfidos jefes dentro del marco de la política corporativa y la rígida vertical te prohibían decir la verdad. Y que ocultaban esta verdad entre otros también a los mandos políticos, para lo cual incluso falsificaban las cuentas.
Al fin y al cabo yo hice algo parecido. Eso sí, antes de dimitir, intenté informar a la alta dirección del país de la situación real, pero no hubo suerte – por entonces no logramos atravesar la solidaridad “liberal”. Aunque en nuestro país el tiempo todavía no había llegado, en nuestro país tampoco ha llegado ahora. Pero en Occidente…
No descarto que la historia reproducida al principio de este texto sea tan solo la primera señal. La situación económica sigue empeorando, la reputación de los funcionarios del FMI y de los representantes del “mainstream” económico, sin importar su rango, sigue bajando, muy pronto, les guste o no, tendrán que contestar a las preguntas incómodas. Y en esta situación el que deserte el primero podría obtener muy buenos dividendos.
Si esta hipótesis es cierta, significa que en un futuro muy próximo nos esperan serios disgustos económicos.
22 de julio de 2012, revista Odnako.org. Publicado en la página web de Mikhail Khazin worldcrisis.ru. Traducción directa del ruso de Arturo Marián Llanos