Una semana larga y terrible


El tópico de que en Argentina nadie puede aburrirse se hizo particularmente cierto en la semana que pasó. Y la mayor parte de lo ocurrido no puede ser tomado con la liviandad otorgada a lo temporario o de relevancia escasa.
La economía ¿Éxito o fracaso? ¿al servicio de quién?
Estos últimos días la autoridad económica y financiera se ha prodigado en la avidez por obtener dólares a cómo dé lugar.
Suprimió restricciones a la entrada y salida de capitales especulativos, tomó un préstamo a bancos internacionales detrás del otro, emitió bonos. El dólar se mantiene barato y bien anclado. Forma parte de una loca carrera hacia un triunfo en las elecciones subsiguientes.
Buscan algo que disimule la destrucción de empleos y la escasez de dinero de bolsillo por el alto nivel de precios. Lo que subsiste con independencia del descenso en curso de la escalada inflacionaria. Hay que diluir también la percepción del desdoro de los convenios colectivos. Verdadera "ancla salarial" que "previene" los efectos de posibles aumentos del consumo.
Lo anterior no implica desechar algunos efectos, reales o ilusorios, del índice de precios al consumidor de 1,5% en el mes de mayo. Por debajo de la mayoría de las expectativas. Debe tomarse nota de que el sostenimiento de los precios en niveles de incremento menores a los que venían otorga cierta previsibilidad para los gastos de familias e individuos.
Asimismo trae cierto acceso al crédito para quienes tienen margen para contraerlo. O no lo tienen y "revientan" cada vez más sus tarjetas de crédito o toman deuda ante el usurero que se les cruza.
Sí habría que evitar la confusión entre la producción de efectos deletéreos para las condiciones de vida, trabajo y los derechos de la mayoría del pueblo con el "fracaso" de la gestión de gobierno. El festival de endeudamiento, la apertura a las importaciones y la apuesta a la recesión selectiva de estos días no excluyen que el gobierno tenga "éxito ". En sus propios y verdaderos términos. No en los objetivos que difunden, modificándolos todo el tiempo.
Vale la pena acudir a declaraciones de Hernán Lechter, economista del Cepa, reproducidas aquí: "La jugada del gobierno es bajar la inflación y la tasa, bajar el riesgo país, y con eso rolear la deuda. A pesar de lo que digan, tienen claro el problema y buscan alinear incentivos y expectativas. Están abocados a ello y tienen apoyo internacional."
Antonio Gramsci ya advertía sobre el yerro entrañado en confundir la fragilidad a mediano plazo de las acciones del adversario con una perspectiva de derrumbe inmediato o muy cercano. El medio tiempo no está en la mira del especulador profesional a cargo de la economía, Luis Caputo. Ni de "el mejor presidente de la historia" en el tiempo disponible que le dejan sus periplos con invariable tufo a extrema derecha.
Javier Milei "abanderado de Occidente"
El brutal y peligrosísimo ataque de Israel sobre Irán (que hoy está recibiendo dosis abundantes de su propia medicina) suscitó en el jefe de Estado argentino el acuerdo eufórico que era de prever. Tal vez no contempla que Argentina, hoy aliada dilecta del Estado sionista, puede sufrir un atentado contra alguno de los muchos blancos que ofrece el país. Entre otras cosas porque tiene una de las colectividades judías más numerosas del mundo.
Y sobre todo por el odio que sin duda produce en ámbitos islámicos el respaldo sostenido a las políticas genocidas de Israel. Así como la sobreactuada y errática "persecución al terrorismo" que practican las áreas de "defensa", "seguridad" e "inteligencia" que integran ese gobierno.
La que llevó entre otros desatinos a confundir con una célula "dormida" de una indeterminable organización terrorista a una familia de origen sirio (las hay por millares en nuestro país) que tenía un arma como recuerdo familiar.
La historia, o la leyenda, nos hablan de un emperador romano que asistió emocionado y pulsando una lira al incendio de la ciudad capital de su imperio. Hay fuertes indicios de que él mismo era responsable de la calamidad ocurrida.
Cuando su desorbitada complacencia con el siniestro hizo brotar la sospecha y con ella la indignación acusó a los cristianos de haber iniciado las llamas que produjeron miles de víctimas.
Para más desató una matanza de seguidores de Jesús, una de las peores persecuciones a la que todavía era una religión clandestina y alejada del poder de la época.
Si reemplazamos al entonces enemigo cristiano por "zurdos" podrán encontrarse ciertos elementos metafóricos. Acerca de cuál puede ser la reacción de los actuales "mandatarios" si alguna de los peores rebotes de la avanzada guerrerista de "occidente" se abatiera sobre nuestro país.
La responsabilidad no es exclusiva del actual jefe de Estado. Un afiatado lobby en pro de la política del régimen de Israel irrumpe en forma directa o se expresa a través de múltiples "amigos". Sin duda el presidente se siente respaldado por sus relaciones. En particular su cercanía con algún gran empresario abanderado a la vez del "libre mercado". Y de la política de ataques espantosos disfrazados de "represalias" y "prevenciones".
A lo poco relevante la atención que merece
Es necesario no distraerse con los pequeños barullos de la interna de las derechas. Si Santiago Caputo compite con Karina Milei por el armado de listas para septiembre y octubre. O los cabildeos acerca de Las perspectivas de la contraposición entre "acuerdistas" e "identitarios" en PRO. Estos últimos se desenvuelven en torno del grado de sumisión aceptable respecto a La Libertad Avanza (LLA).
O las desventuras de los radicales, más o menos "pelucas" que hasta sufrieron el rechazo al pedido de afiliación a LLA de parte de la vicegobernadora de Mendoza perteneciente hasta ahora al partido de Raúl Alfonsín.
Lo que resta gravitación a las discrepancias es que todos ellos sostienen desde el congreso el plan destructivo del gobierno nacional. Apenas con alguna intermitencia en el caso de una parte de los opositores "amigables". Que en muchos casos no se manifiesta en votos en contra sino apenas como abstenciones. Aquellos que hacen críticas parciales no dejan de prosternarse ante el "equilibrio fiscal".
A sabiendas de que éste sirve de pretexto para destruir los salarios y las jubilaciones; y el arrasamiento de las políticas sociales. Y para desmantelar la salud pública, la educación y el sistema científico y tecnológico.
Se añade el intento de implantar en el lugar de los espacios de la memoria la reivindicación de la dictadura o como mínimo el negacionismo . Saben además que desde el primer momento se llevaron puestas a las políticas de protección de las mujeres y al INADI.
Convalidan el rumbo general. Por más que a veces hagan críticas a los atropellos más flagrantes o defiendan alguna "quinta" estatal que les es propia. A un año y medio del inicio de la actual administración las evidencias sobreabundan.
Ahora mismo se hallan casi unánimes en la celebración del entuerto judicial que proscribe a la ex presidenta.
El establishment político y mediático propone esos "grandes temas" en el lapso que le resta de la exigencia permanente de que se envíe a CFK a una cárcel. O por lo menos se disponga la clausura del balcón del departamento de San José y Humberto Primo. Quieren humillarla, que le coloquen una tobillera electrónica. Si aún se estilase reclamarían una barra de grillos.
¡A la cárcel con "la chorra"!
Cuentan a favor con el entusiasmo vengativo del fiscal Diego Luciani. El mismo que hace un par de años pronunció el alegato acusatorio que los medios afines consideraron "histórico". Pidió ahora la detención inmediata de CFK. Cuenta a su vez con el respaldo del perdurable procurador general de la nación "interino", Eduardo Casal.
Pareciera que el juez encargado de lo que se llama "ejecución penal" y sus colegas del Tribunal Oral Federal número 2 tienen impulsos algo más decorosos. O mejor sentido de los impactos en la opinión pública. Rechazaron esas solicitudes. Y estarían dispuestos, al parecer, a que la ex presidenta no tenga que pasar siquiera por los tribunales y se notificara desde su casa de las resoluciones que la afectan.
Tal vez sea una reacción de estos jueces ante lo que puede ser una gigantesca marcha de acompañamiento a la líder condenada por el sistema judicial que sufrimos.
Algo de seriedad y sensatez en el poder judicial
Casi en paralelo con las tropelías de la Corte y el personal de Comodoro PY puede remarcarse alguna decisión rescatable del juez y fiscales del caso "Thiago". No se accedió a ningún cambio de carátula. La mucho más grave de homicidio con dolo eventual se sumó a la de exceso en legítima defensa. La noticia más reciente es que se denegó el pedido de excarcelación del policía imputado por el disparo de 11 balazos contra quienes huían sin armas que funcionaran.
Esos tiros causaron dos muertes, incluido el niño de siete años que estaba a más de 100 metros. Y uno de los presuntos ladrones. Cabe la aclaración de que la figura del dolo eventual en homicidios acarrea la misma escala penal (ocho a 25 años) que un homicidio "tradicional".
Quien "asiente" con que sus acciones puedan provocar una o más muertes está asimilado en cierto modo a quien buscó de manera directa el asesinato. Hasta ahora nada de "doctrina Chocobar" para la impunidad policial. Pese al obvio apoyo estentóreo de la ministra de "seguridad" al policía federal fuera de servicio que causó las muertes.
Un poco de "cintura"
Ante la performance del "tribunal supremo" algunos sectores del gobierno intentaron cultivar el medio tono. En particular Guillermo Francos, el jefe de gabinete. Llamó a no festejar un hecho que tiene ribetes infaustos.
Los escarceos en torno al tema por parte de Francos, al que los medios gustan llamar el más "político" de los integrantes del elenco ministerial tuvieron contrapuntos de diverso tono. De cualquier modo se notaron los sentimientos encontrados del oficialismo. Milei se limitó al principio a algún retwiteo más o menos lacónico. Luego a uno propio y breve en el que no se dirigía contra la víctima del úcase judicial sino que embistió a los periodistas a quienes "no se odia lo suficiente". Una de sus obsesiones.
Desde el gobierno y sus cercanías querían polarizar con CFK para arrastrar el voto de "ñonos republicanos". Y de peronistas desmoralizados y con enojos con Cristina. A esta altura eso no es ninguna infidencia. Circuló a modo de hipótesis comprobada por buena parte de los espacios periodísticos más connotados.
Puede resaltarse que en muchos casos el tono de los comentaristas no fue de dignidad ofendida. Prevaleció la aceptación resignada de que aún en terreno propio existen matices en los intereses concretos a defender. Tal vez las recientes heridas del fracaso de "ficha limpia" tienden a cerrarse.
Seguro no será óbice para que se juegue igual a la polarización. "Kirchnerismo o libertad" es una consigna en proceso de instalación. Se la reforzará y repetirá, por lo menos hasta el día de los comicios nacionales del próximo octubre.
Peronismo, proscripciones y cárceles
Quizás sea útil el recuerdo de que la lucha contra la prisión de sus máximos dirigentes es un componente fundacional en su historia. El apresamiento del entonces coronel Juan Domingo Perón en la base de la marina de la isla Martín García fue el factor desencadenante de la contundente movilización obrera y popular que obligó a ponerlo en libertad.
Quedó también eximido de cualquier cargo contra su persona. Fue por añadidura el antecedente inmediato de la creación del Partido Laborista. De fisonomía obrera y modo inicial de organización partidaria del naciente peronismo.
En lo que se refiere a proscripciones debe recordarse el golpe cívico militar reaccionario que produjo el sangriento derrocamiento del primer peronismo. No sólo ilegalizó al partido. Reprimió cualquier evocación del que llamó "régimen depuesto" y "segunda tiranía". Lo completó con prohibir hasta la mera mención del "tirano prófugo", el presidente constitucional al que le había confiscado todos sus bienes después de forzarlo al exilio. Y privado de su condición de general del ejército.
Ocurrió en un país con muchos golpes cívicos y militares triunfantes. Y varios ex presidentes encarcelados después de la inconstitucional interrupción de su mandato. Allí están Hipólito Yrigoyen, Arturo Frondizi. Y también María Estela Martínez de Perón, aunque su recuerdo no sea grato por más que justificadas razones.
Fue la persecución más salvaje contra un gobernante derrocado en el siglo XX. 18 años después pudo volver al país a hombros de un movimiento renovado que lo apoyaba de un modo diferente pero aún con más fuerza que antaño. Volvió a ser elegido presidente por un porcentaje abrumador, en primera vuelta.
Sirva lo anterior como telegráfico contexto histórico de la condena y proscripción de la dos veces presidenta. Las reacciones ante la amañada sentencia se comenzaron a traducir rápido en movilizaciones. Es dudosa la instantánea asimilación del edificio de Constitución con "Puerta de Hierro", el nombre del barrio madrileño en el que "el líder" por excelencia pasó parte de su exilio. Sí es digna de resaltar la concurrencia en gran parte espontánea que rodea el lugar en estos días.
Los que se llegan hasta allí pertenecen a varias generaciones y tienen distintas procedencias. Lo que se nota cuando algún medio los entrevista es que mujeres y varones, jóvenes, maduros y viejos tienen un gran reconocimiento por los gobiernos y la persona de Cristina. Le están agradecides. La quieren, para decirlo en términos simples. Unos se muestran más reflexivos, sin dejar de emocionarse. Otros prefieren trasmitir su fervor incondicional.
Tampoco hay que olvidarse de quienes se acercan sobre todo por solidaridad e indignación ante la judicialización de la política llevada hasta el peor de los abusos.
Ellas y ellos estarán privados del contacto directo con quien consideran su lideresa. Les que provienen de la populosa tercera sección del Gran Buenos Aires estarán imposibilitados de votarla como sin duda hubieran hecho con el mayor entusiasmo.
Con la mención del conurbano se aproxima la de cortes de ruta que ocurrieron en diferentes rutas y accesos que conducen a Buenos Aires. Se sumó en la propia ciudad el acompañamiento al miércoles de los jubilados por parte de impugnadores de la condena de variada procedencia. Las tomas de algunas facultades de la UBA y de varias escuelas secundarias fue otro correlato del descontento.
La protesta y la denuncia de la izquierda
Entre quienes salieron a solidarizarse y protestar también se cuentan quienes fueron K o peronistas "de Perón". Los que se alejaron por surtidas razones de la ex presidenta y ahora traen su comprensión y su apoyo. Algunes con sinceridad. Otres por el inveterado hábito de no quedar "fuera de la foto". Oportunismo, en lenguaje coloquial.
Ni sentido del momento le ha quedado al menos a una buena parte de la CGT. Anidan allí quienes miran para otro lado. Mientras navegan, confesándolo o no, en las cercanías del archipiélago oficialista. No se han pronunciado hasta ahora.
En el espacio de la sinceridad y la convicción les cabe un lugar destacado a las fuerzas de izquierda trotskista. Nos referimos a las que nunca acordaron con Cristina ni llamaron a votarla a ella o a sus candidates.
El avasallamiento de los restos de la democracia representativa y el escarnio completo a la mentirosa "independencia judicial" los movieron a la acción. No se tomaron ni tiempo de cambiarse de ropa para apersonarse en el departamento de San José el mismo día.
Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Alejandro Bodart, entre otros, podrían haber optado por emitir sólo un comunicado solidario. Tal vez no se les hubiera criticado una distancia que podía parecer comprensible. No lo entendieron así, nos parece que con entera razón. Pusieron el cuerpo de inmediato.
Lo expresaron con claridad, no sólo ha sido por CFK. Los movió también, así lo dijeron y escribieron, el atropello contra la soberanía popular al inhibir a millones de argentinas y argentinos para emitir el voto que deseaban. Llamaron a la protesta masiva, a combatir en la calle el asalto antipopular de los dueños del poder.
También los movió el rechazo a la conjunción de jueces, medios y gran capital que se movió detrás de la retahíla de sentencias condenatorias. Ésas que prescindieron entre otras cosas de pruebas fehacientes para el delito atribuido. La convergencia de los poderes a quienes nadie vota en contra de la voluntad popular y del sentido colectivo de justicia hizo aflorar la ira de quienes siempre denunciaron esas conjunciones.
Situaron además a la cabeza del repudio a quienes debieran ser los verdaderos condenados, los "magistrados" del "máximo tribunal" que se prestaron a la farsa.
Myriam Bregman, la abogada destacada del grupo, amplió y profundizó después los fundamentos de esa posición. A fuerza de formación jurídica, experiencia judicial, visibilidad mediática y hábil manejo de las redes. Lo sigue haciendo. Estuvo y está acompañada. Por fuera del FITU agrupaciones independientes de izquierda se expresaron en similar sentido.
De paso, sería hora de que ciertos sectores pertenecientes o afines al peronismo archivaran de una vez el mito del "invariable gorilismo" de la izquierda. O de la insensibilidad de los troscos hacia los sentires de un "pueblo" definido un poco a placer de quien la sostiene.
Ha sido palmaria la muestra de que ser crítico por izquierda del justicialismo no sólo es diferente sino antagónico con el "antiperonismo" de la derecha. El que aplaude el fallo hasta dolerle las manos. Y pide el mayor de los maltratos posibles para "la chorra".
Un antiguo vicepresidente, gobernador de la provincia de Buenos Aires, legislador y ministro de varios gobiernos peronistas ofició en los medios de valedor de la condena. No se llama Eduardo sino Carlos. Ésos son "gorilas" en serio, aunque tengan en su living el retrato del general.
Las izquierdas han demostrado entendimiento de las razones y las emociones del pueblo. De verdad, no como muchos que bancaron a los peores reaccionarios bajo el blasón del "justicialismo". Y ahora se acercan a Cristina con ademán reverente.
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Se ha dicho y escrito en estos días que se vive una historia que recién comienza. El rechazo del recurso de queja puede ser un parteaguas. La presencia popular en las calles comienza a ocupar un lugar gravitante. Si se mantiene y lo numeroso se convierte es multitudinario el calificativo de "histórica" no será ya un regodeo de "gorilas". Se transformará en un signo de esperanza que ilumine la vereda de enfrente.
huelladelsur.ar