Acusan al gobierno de utilizar "métodos Berlusconi" contra la autonomía universitaria

x Armando G. Tejeda

La policía nacional española detuvo hoy a un migrante cuando era trasladado en una ambulancia para ser atendido en un hospital tras sufrir un accidente en los baños improvisados en la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, donde desde el pasado lunes unas 550 personas permanecen encerradas en protesta por la política migratoria del gobierno español.

Desde que comenzó la protesta el campus universitario permanece cercado por un hermético dispositivo policial integrado por unos 200 agentes, que de forma permanente pretenden evitar la incorporación de más trabajadores extranjeros al encierro.

Con tal motivo, los agentes del orden revisan cada uno de los vehículos que ingresan a las instalaciones universitarias, y en uno de esos registros fue detenido un migrante de 20 años procedente, al parecer, del Magreb argelino.

Esta detención se suma a las realizadas los últimos días en Sevilla, que frente a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, del 21 y 22 de junio, puso en marcha un operativo en la ciudad con la intención de identificar y detener a migrantes indocumentados.

Hasta ahora han sido aprehendidas 43 personas, entre ellas dos que fueron interceptadas por la policía montada en el campus universitario, un acto que motivó una queja formal de las autoridades del centro educativo al gobierno de José María Aznar, al considerar que se vulneró la "autonomía universitaria".

Estas detenciones, y en especial las dos que se registraron en el recinto universitario, fueron motivo para que la formación política Izquierda Unida (IU) exigiera el "cese inmediato" de José Torres Hurtado, delegado del Ministerio del Interior en Andalucía, tanto por sus actuaciones como por sus afirmaciones, debido a que acusó a "personas" de la Universidad Pablo de Olavide y a "ciertas organizaciones" de estar detrás del encierro.

El diputado de IU, José Luis Centella, afirmó que Torrres Hurtado se ha convertido "en el problema de orden público número uno" en la región, lo mismo por la utilización de sus "métodos Berlusconi" que por las acciones que "han atentado contra la autonomía universitaria".

A su juicio, en lugar de solucionar un conflicto mediante el diálogo, se ha utilizado un primer envite policial con acciones que se retrotraen a épocas pasadas, cuando los grises entraban a las universidades, en alusión a los años de la dictadura de Francisco Franco.

División en Europa por iniciativa de Aznar

Pese a la protesta, el secretario de Estado para la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, volvió a pedir a los migrantes encerrados que regresen a casa, ya que han elegido, aseguró, el peor camino posible para reclamar sus derechos y congeniar con la sociedad española.

"Es lógico que los que salen de su país en busca de trabajo y no lo encuentran, regresen de nuevo a su lugar de origen", dijo.

En este marco, los gobiernos de los 15 países miembros de la Unión Europea se encuentran divididos ante una de las iniciativas propuestas por el presidente del gobierno español para endurecer la lucha contra la migración indocumentada.

La iniciativa propone condicionar los fondos de ayuda al desarrollo a los países pobres -que representa 0.33 por ciento del producto interno bruto- a que controlen de forma eficiente sus crecientes flujos migratorios y sus fronteras.

Estos mecanismos será debatidos en Sevilla, pero a una semana del encuentro España, Italia, Reino Unido, Austria, Alemania, Holanda y Luxemburgo están a favor de la medida, mientras que Francia, Irlanda, Grecia, Suecia y Bélgica se manifiestan en contra.

El ministro francés del Interior, Nicolás Sarzoky, dijo que es una "política de mano dura, por lo que hay que evitar que los xenófobos impongan a la Unión Europea el calendario", en alusión a la emergente extrema derecha en el continente, representada en Francia por Jean Merie Le Pen, en Holanda por Pim Fortuny y en Austria por Joerg Haider.

Para el político francés, "los países ricos no pueden amenazar a los pobres ni utilizar un lenguaje negativo".

Además de estas medidas, en la cumbre de Sevilla se discutirá la creación de una policía fronteriza única, la agilización de los procedimientos de expulsión y la creación de un gran banco de datos sobre extranjeros indocumentados.

Por lo pronto, las policías de España y Francia establecieron estrictos controles en los principales puntos fronterizos entre ambos países, como parte del amplio dispositivo de seguridad con vistas a la cumbre que se realizará en Sevilla.