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Estado español :: 09/03/2013

8 de marzo: Al ritmo de las olas

Maité Campillo
. . aquél mismo día que la asesinaron se llevaron 27 hombres y tres mujeres más ¿dónde están?, quién juzga a los culpables?


Mujeres sobre escena. . .

Antes de nuestra era hubo una muy peculiar, en ella encontramos a los celtas, pueblo de origen indoeuropeo del que quiero hablarles. Cultura que comenzó a desplazarse hacia el este de Europa dominando el centro y el norte, desde la cuenca del Danubio, Francia, hasta llegar a la Península Ibérica, para dirigirse poco tiempo después hacia Gran Bretaña e Irlanda.

Dicen que los celtas vivían la magia.

No como un aspecto religioso, separado de los hechos cotidianos eso no, sino que hasta los sucesos diarios formaban un todo como parte de esa magia, eso dicen, estimula saberlo.

Y, es en este contexto que ubico 'La bailarina del mar'.

Hoy un día emblemático que agrupa a nivel internacional, pañuelos para llorar de rabia un sin fin de calamidades sufridas, como genero humano, como trabajadoras.

Nuestro personaje describe un víacrucis de existencia:

“Cuando tenía 5 años vivíamos en una casa de la calle 23. No pudiendo pagar nuestra renta, nos mudamos a la calle 17, y como, al poco tiempo, el propietario nos llamara la atención, por falta de dinero, nos mudamos a la calle 22, donde tampoco nos dejaron vivir en paz y de donde nos trasladamos a la calle 10. Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas”

[Año 2013/Siglo XXI

A Coruña:

Pretenden desahuciar por segunda vez a una viejita de 84 años por haber dejado de pagar 'un mes' el alquiler de su vivienda, mientras con los impuestos de los contribuyentes, la ociosa y antipopular corona, viven en la total opulencia y derroche, el propio príncipe Felipe de Borbón ante estos y otros sucesos graves, se encontraba esquiando en Candanchú, ajenos a todo sufrimiento y penalidades que su podrido sistema está obligando a padecer a cada vez más amplias capas sociales, ¿ha cambiado algo entre ponerte en un paredón y mandar fusilar, a mandar desalojar para lanzar a decenas de decenas de seres humanos al vacío, a la defenestración?

. . . Una mujer camina enlutada, pelo cano, camina ayudada de un andador, narra ante los magistrados que a su madre la mataron el 21 de septiembre de 1936, cuando ella contaba con apenas 6 años y dos meses de edad, y que sabe dónde está enterrada, "pegada al puente, en un ensanche donde luego han echado tres metros de tierra por encima". . . aquél mismo día que la asesinaron se llevaron 27 hombres y tres mujeres más ¿dónde están?, quién juzga a los culpables?

Valencia:

Mujer de 47 años separada, con tres hijas y en proceso de desahucio, se rocía el 18 de febrero con líquido inflamable, quemándose a lo bonzo dentro de la sede bancaria; los lamentos llegaron al corazón de los dignos, también sus acusaciones contra los crápulas de la oligarquía financiera. Cientos de familias desamparadas, 3 millones de niñ@s bajo el umbral de la pobreza, y más de 6 millones de trabajador@s sin derecho a trabajo en una sociedad capitalista donde se niega el amparo a los que tienen menos que nada por ser nadie]

Aire, tierra, agua, fuego sobre la piel de tu espalda; es la sangre del sol, su naturaleza, el vértigo de sus violentas expresiones sobre la tierra, es la energía y sus desplazamientos, hoy tu aquí, entre nosotros, todo en ti se vuelve sal; es la inspiración como respuesta, el intento de perpetuar lo que existió o existe; son los movimientos de las nubes arrastradas por el viento; los árboles que se estremecen, los pájaros que vuelan, las hojas que dan vueltas, y la voluntad, como diría Bertold Brecht, de transformar el mundo, corregirlo es una consecuencia de la creación artística:

“No, en el teatro no presentamos un mundo mejor, sino un mundo que permite variaciones, es decir, un mundo alterable”

La familia Ducan.

Errantes de ciudad en ciudad fue forjando una unidad de lucha frente al desmoronamiento de la vida cotidiana; mejor todos juntos luchando contra la impotencia que la impotencia creciendo y devorándolos. Isadora destacó por su desenvoltura e ingenio, picardía, audacia para conseguir a parte de comida, la alegría de seguir viviendo de forma vitalista, entusiasta y creadora, su destino era la danza. Desde niña siguió los compases de los grandes maestros del piano interpretados de forma brillante por Dora madre.

Al ritmo de las olas.

Isadora fue curtiendo sus movimientos, danzaba cual mariposa libre, revoloteando sobre el espacio de sus propios sueños sintiendo los latidos del amor. Que una vez yo otra vez tu te bebiste, Isadora muchas veces moría de amor. Vio en la danza, lo que otros en la música, o el teatro, la expresión por excelencia de una cultura universal.

Mujer sin parangón.

No me duele el dolor de su ausencia, sino el que no haya habido decenas, miles de mujeres de tal magnitud inquieta, creadora, arrolladora. En nuestra historia, la de los seres de empeño, como en la de Isadora, este tipo de género artístico como el del teatro, yergue ante ella como símbolo insustituible de la gran hazaña de la vida, (que a nuestro personaje infló como globo rojo de dinamismo creador), y los sobresaltos de la muerte. Danza y música, se fusionaron dentro de su cuerpo como hechizo mágico que pocos entendieron, como tampoco se entiende hoy la cultura revolucionaria de los pueblos; un hechizo bárbaro creativo, irremediablemente pasional.


Su túnica roja se hizo internacional

“Era una larga procesión que avanzaba a gran distancia. Trajes negros, de luto. Hombres inclinados y abrumados, uno tras otro, con pesados fardos, que eran cajas de muerto. El cochero detuvo la marcha, inclinó la cabeza y se persignó. Yo contemplaba todo aquello a la hora incierta del alba, y me sentía llena de horror. Pregunté lo que era. Aunque yo no conocía el ruso, me hizo comprender que aquellos hombres eran los obreros fusilados la víspera, el día fatal del 5 de enero del 1905, en el Palacio de Invierno, y que habían sido fusilados porque se presentaron al zar sin armas para pedirle un auxilio a su miseria y un poco de pan para sus mujeres y niños.

Dije al cochero que se detuviera.

Las lágrimas corrían por mi cara. . . y contemplaba con una indignación infinita a aquellos trabajadores infortunados que llevaban en hombros a los mártires muertos. ¡Oh noche negra y enlutada, sin un signo del alba!

¡Oh triste cortejo de pobres hombres vacilantes, miradas alucinadas y llorosas, y pobres manos encallecidas por el trabajo! ¡Sollozos y gemidos que se ahogan bajo los chales negros y míseros, mientras que los guardias marchan impasibles a su lado! Si yo no hubiera presenciado aquello, mi vida habría sido otra diferente.

Allí, junto al cortejo, que parecía interminable.

Frente a aquella tragedia, me hice a mí misma el voto de consagrar mis fuerzas al servicio del pueblo y de los oprimidos. ¡Oh! ¡ Cuán pequeños, cuán fútiles me parecían ahora todos mis deseos y todos mis sufrimientos y todos mis amores personales! ¡Cuán vano me parecía mi arte mismo, si mi arte no podía combatir aquello!”

Aquél 'domingo sangriento' dejó tocada a Isadora Duncan.

Crónica y espectáculo resumen, inteligencia y voluntad de acción social; estimulaba su empeño laborioso a un examen de la vida sobre la sociedad. Empeñada en la expresión artística por excelencia, que promoviera la reflexión en sus más variados aspectos, arte y vida latiendo juntos contra la injusticia; expresión artística que recree y atraiga, ofreciendo a su vez costumbres y tradiciones populares en su mejor expresión. Pero, ayyyyyy!, nuestra rebelde Isadora, olvidó las palabras que sobre el 'domingo sangriento' vertió como arrebato de un bello impulso pasional. Lastima, sentimientos nobles que la enaltecieron como ser humano en esta nuestra tierra compartida.

Se lanzó de lleno a sus amores 'pasionales'.

¿En busca quizá de un mecenas que le resolviera 'definitivamente su economía'? economía que despilfarraba. . . yo tuve un amor, cuando me vio no me reconoció, me miró y se fue. . . hallá viene otro corazón, sin decir por qué, en un santiamén. Isadora quedaba como arrebatada por sus pasiones amorosas. Empezó a ofrecernos otro gesto antagónico, marcado por una vida de hoteles y lujos tentadores, volcada en fiestas y saraos del París de la degradación y opulencia que frecuentaba. Cabalgó entre la burguesía de Europa y medio mundo su vida de 'enamorada', impulso tras impulso, agarrada a la ceguera de la fiebre entre artistas, aristócratas y burgueses ¿vería ciegamente en ellos la bailarina la solución a sus problemas financieros? Por lo contrario. . . sus ideas de crear una coral de niños griegos y escuelas de danzas por el mundo fue de fracaso en fracaso, las burguesías degradadas en la degeneración y gobiernos ociosos europeos no estaban para contemplar los 'caprichos' de una artista innovadora.

Pero irrumpió sobre escena el triunfo Bolchevique

Artistas, oradores y escritores agitaron y popularizaron los ideales con habilidad por su propia naturaleza revolucionaria, lo que representaba, la esperanza coronada de los humillados, el reconocimiento como clase, su cultura; había llegado el día de los nadie, diezmados, cultos, creativos, gente. . . Pese a esa vida de la 'bohemia' de París, Isadora Duncan, aún se mantenía a flote en cuanto a emociones internas revolucionarias. Reacciona emocionada, y en algunos de sus repertorios musicales se encuentran “La joven guardia” “Con coraje camaradas” “La canción del trabajo” “dos danzas fúnebres en memoria a Lenin”, líder de la revolución bolchevique.

Isadora describe su viaje hacia el corazón de la revolución

“En el camino hacia Rusia, experimenté la sensación de que mi alma se despegaba de mi cuerpo, como después de la muerte; sensación que estaba justificada por la índole del viaje. Iba hacia otra esfera. Detrás de mí dejaba para siempre todas las formas de vida europea. Creía yo efectivamente, que el Estado ideal, soñado por Platón, Carlos Marx y Lenin, había sido, por milagro, implantado en la tierra. Con toda la energía de mi ser, decepcionado en sus tentativas de realizar sus visiones artísticas en Europa, me hallaba dispuesta a ingresar en el dominio ideal del comunismo. No llevaba ropa. Me figuraba que iba a pasar el resto de la vida con una blusa de franela roja, entre camaradas igualmente vestidos con sencillez y llenos de amor fraternal. A medida que el navío avanzaba, miraba hacia atrás con desprecio y piedad, recordando las viejas instituciones y costumbres de los burgueses europeos. En adelante sería yo una camarada entre camaradas y desenvolvería un vasto plan de trabajo para la regeneración de la Humanidad. ¡Adiós, pues, a la inigualdad, la injusticia y la brutalidad del Viejo Mundo, que había hecho imposible mi escuela!.”

Sólo a través de dicho acontecimiento en la naciente Unión Soviética,

Isadora fue invitada a crear su escuela de danza, después de años vagando suplicando por medio mundo, incluido su país de origen EEUU. Ahora tenía la oportunidad de realizar sus sueños en un país, que creía en la cultura, como fuerza motor del crecimiento del ser humano. Por eso es que una, no puede por menos sentir en este aspecto cierta lástima por ésta estrella de la mañana, éste claro lucero vitalizador de los mares del puerto, desde mi opinión claro, y a esta distancia donde se acumulan tantas carencias de oportunidades determinantes para crear y mantenerse a flote como gente.

¿No supo quizá, Isadora, aprovechar esa gran oportunidad que se la presentó como magia milagrosa, que el gobierno de los Soviets le brindó? ¿”pudieron sobre ella sus ideas danzarinas del amor”, su vida burguesa en la Europa corrupta, sus relaciones con la aristocracia, forma de 'buena vida' que no encajaba en una sociedad nueva que se levanta y lucha contra toda esa degradación?.

Fue en la primavera del año 1921

Cuando Isadora Duncan, recibió el siguiente telegrama del Gobierno de los Soviets “El Gobierno ruso es el único que puede comprenderla. Venga a nosotros. Haremos su escuela.” Pero, ay, ay, ay. . . Isadora había quedado 'deslumbrada', atrapada por las garras de la burguesía europea, ya envuelta quizá inconscientemente, pero atrapada por élites culturales serviles de la aristocracia vividora corrupta de la época. Atrapada como maleficio, por un circulo que la llevó a una contradicción de fondo profunda, y que la arrastraría hasta sus últimos días. Una nueva Isadora surge a escena incapaz de enfrentarse a las garras del enemigo que todo lo consigue con dinero. Hizo que Isadora Duncan, con esa 'buena vida' de la burguesía, confundiera sus ansias de libertad, e ideas revolucionarias sobre arte y cultura. Pero a su vez, Isadora, siguió esclava de su 'precaria economía'!!! Impidiéndole ver en sus manos y pies de cisne, en el país de los soviets, lo que tanto exigía encandilada ante la gran burguesía:

“La escuela, la gran escuela

La cadena de escuelas de la danza del futuro”


Otra túnica cubrió de luto el canto de su emancipación

Otra túnica mucho menos libertadora, de corte más fea, hermética, dependiente del capitalismo la estranguló de por vida. Y, volvió a las garras del capitalismo europeo, olvidando definitivamente, su túnica roja en las calles cercanas del Palacio de Invierno; allá donde juró cambiar de vida, donde prometiera dedicarse a los desposeídos, a la clase obrera, al arte, al ingenio. . .

De familia ultracatólica de clase media, el padre, era un 'negociante de la época' que pronto les abandonaría; la madre, Dora, pianista con carácter y 'alma' de la familia, se reveló contra todo lo que había formado parte de su vida, de su conservadurismo. Se hizo cargo de los hijos tanto en lo económico como en lo educativo, utilizando en ello un concepto avanzado, revolucionario; marcó enormemente a sus hijas e hijo. Una especie de madre coraje, en situaciones dramáticas, que entre clases de piano y otros trabajos menos placenteros, los sacó adelante sola, donde conseguir una pieza para dormir y un mendrugo de pan para comer era una odisea. Isadora Duncan, aprendió y vivió desde niña las carencias, muy unida a su madre y hermanos. Las humillaciones de una sociedad burguesa marcada por el egoísmo, por la superexplotación de las clases populares que morían de enfermedades, hambre, y mucha, mucha, mucha miseria.

Dora madre, como buena irlandesa era muy ortodoxa.

En cuanto a la religión católica; pero cuando se encontró sola con sus hijos, abandonada de su marido, de la sociedad, en la miseria, con tantas puertas de los que 'creían cerradas' resucitó en ella el ateísmo desbordante, el mas militante y libertador, así es como empezó a educarlos libres, sin ataduras educativas ni morales.

Una anécdota conocida.

Isadora ingresó en la escuela Publica a la edad de 5 años; al parecer, un día la maestra, reunió a los niñas:

Mirad, niñas, lo que os han traído los Reyes

Isadora se levantó, inocente, y dijo:

No le creo a usted. . . los Reyes no existen!

La maestra quedó descontenta ante el resto de alumnos, se dirigió a Isadora, y le dijo:

Los bombones son únicamente, para las niñas, que creen en los Reyes.

Ahí empezó, con 5 años, la libertad de la pequeña rebelde del clan Duncan que "Quería expresar a través de la danza los sentimientos y emociones de la Humanidad. . ."

El arte, la emancipación de una mujer educada para luchar y triunfar, creativa, única como Isadora hizo que a la edad de 10 años abandonara la escuela que oprime cultura, ciencia y libertad. Su madre y hermanos serían en adelante su verdadera y auténtica escuela unida a la calle, al barrio.

La sociedad clasista en la que vivó la marcó una conciencia de reacción, rabia y tesón, formando parte de esos años de su vida: su familia no podía morir. Ella no podía morir. Sus hermanos no podían morir había que luchar, luchar para vivir, vivir para seguir luchando. Algunos de sus sueños no los alcanzó, no pudo restituir la danza al lugar privilegiado que alguna vez tuvo en la antigua Grecia, ni ver su escuela poblada de Ninfas, Sátiros y Faunos.

Epilogo

La comunidad artística familiar en que vivió alentó su espíritu libre; el "Clan Duncan" vivía de las clases de piano que impartía Dora madre, las clases de baile de Isadora y funciones que representaban en conjunto la familia unida: Isadora bailaba, mientras su madre interpretaba Mendelssohn al piano, su hermana Isabel recitaba algunos poemas de Teócrito, y cerraba su hermano Raimundo con una pequeña charla sobre los griegos, o sobre la danza y sus efectos en la sociedad del futuro.

¡¡¡Qué envidia visto desde hoy, que hermosura de familia, qué madre coraje!!! Dora madre, al igual que Violeta Parra en un contexto indo-americano al 100%. Se empeñó en salir adelante como mujer, madre, artista, revolucionaria de la época. Creó su propia escuela, y llevó su arte de su país de origen por el mundo, con su prole como lo hiciera Violeta. Dora madre, inculcó a los suyos en el arte de fundir música y danza libres del arte de la aristocracia europea, impregnada en la sociedad ultrareligiosa de los Estados Unidos. Huyendo de la miseria, de lo mas conservador, del oeste al este de su país, Dora madre, se vio incapaz de salir adelante con su arte en EEUU. Y, al revés que sus antepasados irlandeses. Deciden volver a sus orígenes, a la Europa de la 'cultura'.

Pero la Europa de reyes. . .

Princesas, condes y marquesas no estaba para revoluciones culturales, y menos basada en la danza de la 'bailarina del mar' sin cascabeles de bufón que los despertase de sus sopores, sin moño de distinción ni maquillaje en danza exclusiva para la corte.

Era su danza de pelo suelto e imagen rebelde.

Que la mostraba independiente, como resultado de una elección de vida bisexual y de una madre soltera con hijos de distintas relaciones y amoríos, propios como madre exclusiva, como había aprendido de su madre; que bailaba con suaves y hasta transparentes túnicas que ondeaban como las olas su contorno ensalzando sus movimientos con unos pies sin ataduras; cuerpo extremadamente liberado para que fuera apoyado por las amorfas cortes de burgueses y feudales.

UN POCO DE HISTORIA

En las amplias llanuras del norte de América llevados a través de delincuentes, de empresas privadas sin escrúpulos (EEUU, fue un país formado e iniciado por delincuentes), que necesitaban mano de obra para perpetuar sus 'conquistas', sus robos a los indios originarios, los de las Grandes Llanuras que vivían adaptados a los caballos que los exploradores españoles introdujeron.

Los orígenes de Isadora son irlandeses y escoceses.

Sus abuelos, como miles salieron huyendo de la miseria, del hambre, de la muerte en vida que vivían a principios del siglo XIX. Al aborigen indio le obligaron a transformarse en una civilización nómada, que siguió a las rutas migratorias de los bisontes que cazaban para comer. Cuando los anglosajones invadieron y ocuparon las Grandes Llanuras en el siglo XIX, los indígenas, resistieron en una cruel guerra que duró desde 1836 hasta 1918.

El resultado de este desenlace.

Fue que el gobierno de EEUU aniquiló por igual a bisontes que a indios, quedando unos pocos en reservas (campos de concentración). Los abuelos de Isadora fueron partícipes de la invasión, colonización y aniquilación de los habitantes de estas llanuras de Norteamérica, niños, mujeres y hombres que vivían en armonía, paz y libertad.

Entre los siglos XII y XVI, Irlanda, fue conquistada por los ingleses (en ese último feroz siglo XVI), los irlandeses resistieron a la religión anglicana manteniéndose en la llamada católica, además de apostólica y también romana; aunque con la primera definición ya nos hubiéramos entendido, no es cosa boba, señalar en ocasiones los apellidos que acompañan a los que definen. A los Irlandeses esta resistencia, les convirtió de isofacto en enemigos del rey, y a ser considerados ciudadanos de segunda clase obligándoles a resistir o desaparecer.

Irlanda fue conquistada por Cromwell entre 1649 y 1651.

Desde 1641, es que Irlanda estuvo sublevada contra Inglaterra.

Cromwell dirigió una parte del ejército a Irlanda para aplastar la sublevación y quitar a los irlandeses sus tierras. Ni que decir tiene, que la subyugación de Irlanda y el pillaje impidieron por largo tiempo al ejército inglés, participar en la lucha política interna; la guerra en Irlanda había dejado de ser la guerra civil del ejército contra el rey, convirtiéndose directamente en guerra de rapiña.

Fue en el año 1649.

Cuando el conquistador Cromwell empezó su lucha por someter a la isla, no le resultó nada fácil al nota, la población resistió tenazmente durante mucho tiempo. Y, al criminal conquistador, Cromwell, se le conoció como un vulgar sanguinario de una bajeza mezquina:

“Colgaba a los campesinos irlandeses y quemaba sus chozas, donde sólo abundaba la miseria”

Es evidente que en éste sangriento sometimiento.

La gran mayoría de los campesinos perdiera su tierra, la que una vez de robada, fuera repartida entre oficiales y soldados ingleses, y de la que al final se apoderaran los lores (algo similar ocurrió en Palestina, con el sionismo judío). Para tener todo bajo control, los ingleses tomaban prisioneros a muchos de los irlandeses que habían participado en las sublevaciones y los vendían como esclavos en la que se llamaría América del Norte.

En la década de 1840 a 1850.

Se presentó una peste en las plantaciones de papa de los irlandeses, que destruyó su principal fuente de alimentación y dada la nula ayuda del imperio británico ¡produjo la muerte de más de un millón de personas! además, de la migración hacia EEUU de una cifra similar, que dejó la población de Irlanda reducida a la mitad, por lo que a fines del siglo XIX , los campesinos arrendatarios de Irlanda vivían en una miseria extrema, generando un atroz perfil de la hambruna.

No tenían tierras propias, ya que en el siglo XVII, las habían ocupado los llamados Landlords (terratenientes). A causa de ésta ocupación de rapiña británica, Irlanda, sufrió una constante frecuencia de años de hambre, durante los que murieron cientos de miles de personas. Muchos irlandeses se vieron obligados a emigrar a América del Norte. La búsqueda de un pedazo de pan trastornó a la población aborigen, y como resultado de la emigración y de la alta mortalidad, la población disminuyo dramáticamente.

Un ejemplo:

En el año 1851, la población era 6 millones y medio de personas, ya en 1900, había bajado a menos de 4 millones y medio *La explotación de Irlanda fue cruel y constituye una de las páginas más negras de la historia del capitalismo imperialista inglés.

En la década del 70 bajaron los precios de los productos agrícolas.

Como consecuencia de la gran exportación de trigo de los Estados Unidos. Esto azotó doblemente al campesino arrendatario irlandés, que sin esto ya se encontraba en una situación como la expuesta, por lo que sufrió considerablemente a causa de la crisis, ciclo que provoca el capitalismo cada cierto tiempo para regenerar sus raíces.

“La crisis”, se aplicó de una forma similar a todas.

Si el arrendatario no pagaba a tiempo el precio del arriendo, el terrateniente (landlord), lo echaba de la tierra y de su mísera cabaña como ocurrió en los campos de Andalucía, Extremadura, y en todos los campos donde el ladronicio impuso una clase superior creando al terrateniente y con él el latifundio, y con éste, la oligarquía financiera como ejército civil de sometimiento de leyes purificadas en oscuros salones, por la religión impuesta casa por casa con visitas, estampas, cajas de madera con imágenes a idolatrar, a pagar, a doblegarse, aborregar, a aborrecer. . . En cualquier camino de Irlanda podían verse campesinos hambrientos , tirados, andrajosos.

Habían sido expulsados por los terratenientes.

Deambulaban indefensos, errantes y sin medios de vida; ni una mínima pieza dónde cobijar su endebles cuerpos hambrientos, diezmados, anulados por una de las rapiñas, y sometimiento más salvaje de la historia. Por lo que el hambre y la terrible opresión, impulsó a los campesinos a finales del año 70, a fortalecer su lucha contra el opresor más directo: terratenientes y autoridades inglesas que los apoyaban. Respondiendo con una cruel represión como era de esperar.

La clave para entender el desastre irlandés.

Reside en la propiedad británica de la tierra agrícola irlandesa “En la Irlanda del s. XIX, y desde la imperialista sangrienta ocupación por Oliver Cromwell, la tierra agrícola Irlandesa, pasó a pertenecer a aristócratas británicos, y los campesinos irlandeses eran sus aparceros”

Los irlandeses empezaron a ser esclavos del cultivo de trigo exportado a Inglaterra, mientras ellos se alimentaban malamente de los productos de la huerta familiar, en consecuencia, fue esta situación de sometimiento irlandés bajo los británicos, la causa de que la enfermedad de la papa (o patata) tuviera tan trágicas consecuencias “Mientras los patatales morían, los trigales gozaban de buena salud, pero los irlandeses no podían acceder a este alimento pues pertenecía a los terratenientes ingleses”. El que los irlandeses murieran o emigraran aseguraba aún más el dominio inglés.

Karl Marx contemporáneo de la hambruna.

No dejó de testimoniar esta explicación, así como la crueldad de que, en medio del desastre humanitario, los terratenientes británicos seguían exigiendo a sus aparceros el pago del arriendo. Esta hambruna motivó dos millones de desplazamientos y otros tantos emigraron a Gran Bretaña, EEUU, Canadá, Chile, Argentina... se conoció como la 'Diáspora Irlandesa' *Por último recordar que entre muertes y migraciones, Irlanda perdió más de un cuarto de su población.

J. Grotowski:

El actor (o actriz) es un ser humano

que se ha des/cubierto

y des/tapado tanto a sí mismo que re/vela

(=devela) algo del hombre (mujer). El (ella) mismo es el milagro.

Maité Campillo (actriz y directora de teatro)

 

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