Asturies y los cortesanos del "imperio" español

Se ataca impunemente al nacionalismo de toda estirpe, se le criminaliza y se advierte del riesgo, según el decir de estos próceres, de encaminar a España hacia unos nuevos Reinos de Taifas. Estos grandes señores catedráticos, asesores de lujo para una España que, curiosamente, de puro poderosa y "real" necesita continuamente de defensores y de salvadores, no tienen el menor empacho en amenazar, meter miedo con el tema de la guerra civil, etc. De poco les importa que haya opciones soberanistas o nacionalistas pacíficas y democráticas. En un artículo de Rebelión, (01-07-2006) titulado "Peces-Barba y no me toques la Constitución", Peces-Barba es contestado por Carlos X. Blanco de forma contundente:

"Muchas naciones del estado tienen bloqueada la posibilidad de renegociar pacíficamente su status dentro del estado por este recurso al miedo. La criminalización de todo nacionalista e independentista pacíficos, las falsas e interesadas analogías con el conflicto vasco, las invocaciones a los 'demonios familiares' de la guerra civil, el desprecio a las diferencias nacionales dentro del estado, con términos tales como 'reinos de taifas', etc., son moneda vulgar y corriente para esa parte de la sociedad que añora viejas estructuras centrales (otrora, Imperiales) que en realidad nunca funcionaron, y menos ahora lo harán revestidas de un rosáceo manto de democracia formal y constitucional. La Historia, a la que invoca Peces-Barba como magistrada inapelable en el sumarísimo del porvenir, es maestra, no juez. Y nos enseña una cosa. Que las naciones y regiones del estado español han sufrido mucho con el centralismo impuesto.

stado español es un invento de Castilla, con el ánimo de ser Imperio aglutinador de territorios. Y que muerto el Imperio, muere la rabia de su corona, y de todo consejero áulico que la sostiene y la reverencia. Que sepan los señores de la Corte, grandes consejeros, que hace ya mucho tiempo que se ha muerto Franco, que todo es negociable en democracia. Que sepan que el problema territorial está ahí candente, y que no se puede circunscribir interesadamente a Euskadi y Cataluña: que es problema del mismo estado, es su pecado original. Y que sepan también que su recurso al miedo es violencia institucional. "

Y en efecto, no se puede seguir criminalizando, ni tirando basura encima de unas opciones tan democráticas y legítimas como son las de aquellos nacionalismos "periféricos" que plantan cara al colonialismo español por medios perfectamente legales y cargados de razones. La nación asturiana alberga en su seno una gran veta de soberanismo y nacionalismo que pretende ser ensuciada antes de que alcance mayores vuelos. Y parece que una Santa Alianza se ha armado contra una nueva periferia díscola con los dictados de Madrid. Por ejemplo, este verano, el Obispo de Oviedo, el ciudadano Osoro, aludió a Covadonga como madre o cuna de España recayendo en el más vulgar españolismo con el que se quiso tapar la boca a las ansias soberanas del pueblo asturiano. Empresarios, dirigentes del PSOE, y los sempiternos "moscardones veraniegos", en palabras de José Carlos Loredo, acuden en verano a su querido "Principado" a hacer gala de su "asturianía" que es tanto como decir, su "españolidad’. Con admoniciones, amenazas, y alusiones covadonguistas quieren acallar lo que no es posible acallar. Por ejemplo, con la represión lingüística contra un bable que, según dicen, "nadie habla" o "no existe" no pueden hacer mayor ridículo. Nunca un muerto, o un enfermo desahuciado, habrá dado tanto la lata o causado tanto miedo en el mundo de los vivos. ¿Tan fuerte será el castellano, como lengua "universal", que tiene que hacerse la víctima y ver enemigos o competidores por doquier? ¿Tan seguro está el Estado español de su propia "realidad’?

Fuente: La Haine