Se agota la propuesta del "referéndum pactado" en Catalunya

El gobierno español se avalanza hacia la aniquilación judicial y económica del movimiento independentista y antiimperialista catalán. El PP, un partido casi inexistente en Catalunya aplica el artículo 155 y Rajoy cesa a todo el gobierno catalán elegido en las urnas. Pasa por encima de una mayoría absoluta en el parlamento catalán y convoca elecciones autonómicas desde Madrid. Encarcela a dos líderes populares, quita del medio al jefe de la policía catalana nombrado por el gobierno catalán y coloca a alguien controlable. Los medios de comunicación españoles normalizan la situación. El gobierno más corrupto de Europa realiza un ataque sin precedentes al movimiento independentista catalán y los medios informan como el que ve llover. Sus tertulianos se atreven a unirse al vapuleo a Catalunya. Eso sí, la televisión catalana (TV3) manipula, faltaría más.

Y Podemos sigue defendiendo un argumento que se agota cada hora que pasa. El "referéndum pactado" ha sido una buena propuesta hasta que el gobierno español ha dejado claro que tal referendum, de darse, no sería vinculante. No hay ni habrá independencia que valga, lo que vale es el imperialismo español, el monopolio de la fuerza, la imposición violenta de España sobre cualquiera que pretenda "romper España". Y punto pelota.

Y el presidente del parlamento europeo, Antonio Tajani, dejó claro ayer que la convocatoria de elecciones el 21 de diciembre en Catalunya "es la mejor solución", aunque también aclaró que "gane quien gane la independencia no se puede hacer".

Gracias por su sinceridad Señor Tajani. Por si alguien no lo había entendido, la política electoral va de eso. Las ilusiones depositadas en Podemos están muy bien, son pertinentes, sin embargo me temo que la burguesía catalana nos está pasando por la izquierda. Puigdemont se ha negado a agachar la cabeza y ahora se juega décadas de cárcel. Ha logrado que el españolismo se quite la careta, porque en realidad no importa quién gane en las urnas. Lo que importa es quién tiene el control del ejército y la policía, y de qué lado están las grandes empresas. Fascismo o República.

La izquierda abertzale lo dijo durante muchos años: si la burguesía se uniera a una alianza antiimperialista, la fuerza se multiplicaría. Sin embargo la burguesía vasca nunca se atrevió. Ahora vemos en Catalunya lo que habría ocurrido. La combativa CUP empuja en alianza táctica con ERC y Puigdemont y las estructuras del Estado español se tambalean. El PP quiere dar una imagen de solidez con su mano dura, sin embargo está atravesando una crisis brutal. Se la está jugando porque al españolismo siempre le ha gustado la sangre y la guerra, pero su estabilidad pende de un hilo. Puede salirles mal la jugada porque el movimiento independentista catalán está demostrando una extraordinaria inteligencia política.

Y si hemos llegado a este nivel de crisis es gracias al coraje del pueblo catalán. No lo olvidemos porque esta clave es central. Podemos y la izquierda en general puede hacer las propuestas más estupendas del mundo, pero sin el apoyo del pueblo en la calle sólo se conseguirá una gozosa carcajada de la burguesía española.

La Haine