Declaración política de Izquierda Castellana

El próximo día 27 de septiembre, aniversario por cierto de los últimos fusilamientos del franquismo (el 27 de septiembre de 1975) se celebrarán elecciones en Cataluña. No serán unas elecciones autonómicas más. En ellas el Pueblo de Cataluña elegirá entre impulsar un proceso constituyente propio, en ejercicio de su soberanía, o por el mantenimiento del actual régimen monárquico –el régimen del 78-.

El mismo día 27 de septiembre, la Coordinadora 25-S (Rodea el Congreso) ha convocado una manifestación en Madrid contra la corrupción y la monarquía, con el lema: "Monarquía no es Democracia, es Dictadura y Corrupción".

En el Estado español se han puesto en marcha diversos procesos sociales y políticos, con características propias, fruto de muchos años de lucha, pero que tienen un denominador común: la destitución del Régimen actual y la apertura de Procesos Constituyentes.

En nuestra opinión, la existencia de un proceso constituyente propio en Cataluña, tal como ocurre en otros Pueblos del Estado, no sólo no perjudica al proceso de cambio en general, sino que es un importante estímulo para éste. Y sólo mediante la confluencia de todos ellos conseguiremos nuestros objetivos comunes.

La lucha por la Democracia y la Justicia Social en el conjunto del Estado tiene una batalla de primer orden el día 27-S en Cataluña. Es por ello que sin ningún género de dudas apoyamos plenamente ese proceso, pero también señalamos que ese proceso, legítimo y democrático, tendrá una respuesta contundente en el terreno represivo por parte del Estado español. Y desde la Unión Europea no se va a poner freno real a esa respuesta represiva. La experiencia histórica es más que evidente: Europa occidental no tuvo mayores problemas en relacionarse con el Régimen Franquista. Es mas, en esa época, el Estado español era miembro asociado del Mercado Común, origen de la actual U.E.

 La derecha española, corrupta, antidemocrática y criminal, va a utilizar todos los recursos disponibles actualmente, y los que irán creando, para combatir el proceso soberanista catalán. Y los gobiernos y estados de la Unión Europea, aparte de algunos gestos simbólicos, no van a hacer nada significativo para impedirlo.

 Actualmente estamos en plena ofensiva mediática en contra del proceso soberanista catalán en la que ha entrado de lleno Felipe González, que entre otras falacias, en su artículo publicado en El País el 30 de agosto, plantea que Latinoamérica no aceptará una Cataluña independiente. Quizás no conozca la resolución del Foro de Sao Paulo, en el que están representados los partidos de gobierno de los países más importantes de la región, apoyando el derecho a decidir de Cataluña.

El Pueblo de Cataluña tendrá que tejer las alianzas y apoyos necesarios para llevar su proceso adelante con el conjunto de Pueblos del Estado español, de Europa y del Mundo. La posición del Pueblo de Madrid y del conjunto de Castilla será importante en ese escenario. En la manifestación del propio día 27 que se celebrará en Madrid, además de la lucha contra la monarquía corrupta, se expresará el apoyo al derecho democrático a decidir del Pueblo de Cataluña.

En el Proceso Destituyente del actual Régimen español se necesita la confluencia, además de alguna forma coordinada, de la lucha de todos los Pueblos bajo jurisdicción del Estado, y por supuesto la confluencia de los movimientos sociales.

En Europa estamos atravesando una situación históricamente nueva, pero en la que aparecen algunos paralelismos con la de los años 20 y 30 del pasado siglo. En aquel entonces, cuando el fascismo avanzaba en casi todo el continente, en el Estado español, el 14 de abril de 1931 se derrotó democráticamente al Régimen de la Monarquía Borbónica y se proclamó la II República.

En Febrero de 1936, se constituyó, después de ganar las elecciones generales, el Gobierno del Frente Popular, que generó una gran esperanza entre las clases trabajadoras, no sólo en los Pueblos del Estado español, sino de Europa y del Mundo.

El levantamiento militar fascista del 18 de julio de 1936 fue globalmente derrotado por el pueblo trabajador. En ese movimiento de resistencia las Juventudes Socialistas Unificadas jugaron un papel de primer orden. La intervención de los ejércitos nazi-fascistas europeos, Alemania, Italia y Portugal (con 300.000 efectivos), así como la colaboración logística del Reino Unido y EEUU, fue lo que permitió un cambio en la correlación militar de fuerzas, que añadido a que la guerra en el Estado español fue el primer capítulo en Europa de la II Guerra Mundial, condicionó en gran manera el resultado final. Queremos destacar que sólo la URSS y algunos países latinoamericanos ayudaron a la República. No podemos olvidar las lecciones de la historia.

El proceso de cambio en el Estado español está en marcha, sólo nuestros errores pueden hacer que el resultado final sea favorable el enemigo. Si hay generosidad, si hay inteligencia, si hay corazón, si hay unidad, el cambio es posible. Esperamos que antes de que acabe esta década se haya materializado.

Coordinadora Nacional de Izquierda Castellana

Castilla, a 7 de septiembre de 2015