Derecho burgués y derecho socialista antes del comunismo
El texto que aquí presento tiene la función de mostrar que la ideología burguesa de los «derechos humanos» es uno de los instrumentos más efectivos que sustentan la invisible dominación del capital sobre el trabajo y, a la vez, de justificación de las agresiones del imperialismo contra los pueblos que se resisten a claudicar a sus exigencias. Por ello mismo, el texto contradice la totalidad de las prácticas reformistas que, en esta cuestión, aceptan incondicionalmente dicha ideología. La contradicción no surge por la diferencia ideológica sino por las prácticas sociales que, desde el fondo de la realidad diaria, se expresan luego en diferencias ideológicas.
Los derechos burgueses y su democracia han venido al mundo gracias a océanos de sangre y miseria impuesta por el terror físico, moral y simbólico paralizantes, como se expone en el texto que aquí presento. Y se han mantenido también aplicándolos cuando han fallado otros sistemas de alienación e integración. El mito de los «derechos humanos» y de la «democracia» es uno de los más efectivos sistemas de alienación, siendo otro el fetichismo de la mercancía y sus efectos destructivos de la conciencia crítica. Ambos anclan en la realidad inaprensible del trabajo abstracto que se caracteriza por tres cosas: es trabajo enajenado, es trabajo impuesto y es trabajo ilimitado.