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Andalucía :: 10/06/2020

El turismo no es la solución

Portal de Andalucia
Hay razones suficientes para proyectar otra salida de la crisis, más allá de la apuesta por un sector precarizado, frágil e insostenible.

«Si bien es fácil acudir a viejas fórmulas como el impulso del turismo como principal motor de la economía del estado en general y de Andalucía en particular, consideramos un gravísimo error de gestión focalizar toda la energía en un sector que ha mostrado su fragilidad y cuyos impactos afectan a numerosos ámbitos de nuestra vida. Sin duda estamos asistiendo a otra burbuja, cuya vulnerabilidad ha quedado más que patente en esta crisis del coronavirus, y seguirá generando serios problemas a no ser que cambie el rumbo del modelo económico. Simplemente destacar que las ocho provincias andaluzas han sido en las que más ha ascendido el nivel de desempleo en estos meses, además de ser la comunidad autónoma
que alberga once de los quince barrios más empobrecidos de España.

El problema de la turistización es poliédrico. Esto significa que nos estamos enfrentando a un sector económico que transforma deliberadamente muchos aspectos de nuestra vida pública y privada para su propio beneficio. No se trata por tanto tan sólo de un problema con la vivienda o del centro de las ciudades. Las instituciones públicas están permanentemente gastando recursos en el mantenimiento y mejora de los cascos históricos (allí donde se puede dar una oportunidad de negocio turístico) en detrimento de la atención a otras zonas
periféricas de la ciudad. Lo mismo sucede en zonas rurales donde en pro de infraestructuras turísticas se desatienden las necesidades de equipamientos públicos o mantenimiento de los ya existentes y que no responden a las necesidades reales de la gente que habita esos lugares.

Los usos ciudadanos del espacio público se resienten y la sobreocupación de veladores, tours organizados y medios de transporte individuales o colectivos para turistas pervierten los espacios de convivencia y dificultan la accesibilidad universal.

La mayoría de empresas turísticas son transnacionales que no dejan apenas beneficios en las áreas donde ejercen su actividad, que actúan de forma depredadora. Mientras tributan en paraísos fiscales y disfrutan de un régimen de impuestos favorable, crean empleo muy precario, aumentando la pobreza en nuestras regiones. Además es importante destacar la feminización de esta precariedad, como podemos ver en casos como el de las kellys.

El turismo, como ya sabíamos, es un s ector económico muy vulnerable que cambia ante cualquier agente externo y por tanto denunciamos que apostar todo a la misma carta es un peligro para la economía de una región y de las personas que la habitan. Bien nos podría valer esta crisis sanitaria para dar buena cuenta de ello. Somos conscientes de que muchas trabajadoras viven del turismo en nuestra tierra. Por eso Andalucía lidera las cifras de destrucción de empleo, que en gran parte ya era precario o en negro. La turistización se ha hecho pasar como un objetivo de interés general, sin tener en consideración la d esigual distribución de los beneficios entre los territorios y las personas , y es que el enriquecimiento
de unas personas es a costa del empobrecimiento de otras. Esta dinámica de explotación la conocemos bien en Andalucía.

La mal llamada industria del turismo se aprovecha de cualquier rincón de las ciudades y pueblos que sean proclives a ser explotados, transformando la vivienda en alojamiento turístico y el pequeño comercio de proximidad en otro dirigido al visitante. Este proceso de explotación de los espacios provoca el encarecimiento de suelo y vivienda expulsando a las vecinas de sus barrios o impidiendo la emancipación de las gente joven en sus propias poblaciones.

La estrategia de monocultivo turístico , es decir, basar la mayor parte de la economía en el sector turístico, es doblemente peligrosa: por un lado, se depende exclusivamente de un sector muy vulnerable, produciéndose un abandono de las actividades tradicionales en pro de actividades turísticas. Por otro lado, los gobiernos municipales están más interesados en la inversión en infraestructuras y servicios destinados al turismo que a atender las necesidades de equipamientos públicos demandados por la ciudadanía.

Este modelo turístico, donde el transporte aéreo y naval a gran escala es necesario para sostener sus números, está generando un aumento de las concentraciones de CO² en la atmósfera a nivel global, contribuyendo al aceleramiento del cambio climático , y generando un aumento de consumo de recursos y emisión de residuos en las zonas receptoras de turismo.

Estamos cansadas de esta situación, por eso hacemos un llamamiento a repensar nuestro modelo económico general , a replantear cómo se reparte la riqueza entre territorios y a imaginar colectivamente una economía que tenga por objetivo mantener, enriquecer y colocar la vida de todas nosotras en el centro.

Hay razones suficientes para proyectar otra salida de la crisis, más allá de la apuesta por un sector precarizado, frágil e insostenible.

¡El turismo no es la solución!

¿QUÉ PROPONEMOS?

En base a lo expuesto, es necesario tomar acción. A continuación planteamos algunas propuestas divididas en los diferentes ámbitos que toca el turismo:

Entre las posibles medidas por las que apostamos están:

Modelo económico

Ante la vulnerabilidad que supone tener un modelo económico con el turismo como uno de los principales motores de desarrollo, planteamos:

a. Suspensión urgente de cualquier plan de reactivación del sector turístico para plantear la activación de otros sectores económicos más seguros y menos precarios.

b. Frenar las inversiones públicas en promoción turística de la ciudad y destinarlas a la promoción de industrias bajo criterios de desarrollo endógeno, que produzcan valor añadido de forma medioambiental y socialmente sostenible.

c. Transformar nuestro modelo productivo territorial para hacer que genere productos y servicios ecológicamente sostenibles y socialmente útiles, así como distribuirlos de manera justa.

d. Recuperación de prácticas tradicionales locales e inversión en I+D+I para optimizarlas.

e. Facilitar mecanismos que potencien las explotaciones primarias locales, por ejemplo puesta en marcha de industria agroalimentaria de transformación ligadas a la producción primaria local.

Laboral

Ante la precariedad laboral del sector turístico, demandamos:

a. Crear dispositivo u oficina específica de inspectoras/es y subinspectoras/es de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social cuya tarea exclusiva sea el análisis y la inspección y sanción de los fraudes laborales y de Seguridad Social en las actividades del sector de la hostelería y restauración, así como en el sector de transporte de pasajeros y con especial atención sobre las zonas, comarcas, municipios y distritos de especial intensidad turística y
sobre las empresas privadas de gestión telemática (p.e. Uber, Cabify, Just Eat, Glovo, Deliveroo, etc.).

b. Alianzas con sindicatos combativos y presión a los sindicatos de pactos.

Fiscalidad

Frente a las facilidades que recibe el sector turístico por parte de las entidades gubernamentales, proponemos:

a. Suprimir las ayudas fiscales a los combustibles y gravar el consumo de combustible en los transporte de pasajerxs.

b. Tasa turística andaluza por pernoctación y distancia geográfica de procedencia, cuya recaudación se destine al fomento de la economía local bajo criterios de sostenibilidad socioecológica.

c. Gravar a las grandes corporaciones del sector turístico.

d. Gravar con una fiscalidad especial, el uso terciario de viviendas con fines turísticos.

Exclusión

Frente a la apuesta por la inversión en el sector turístico:

a. La inversión pública entre los distintos barrios centro-periferia debe hacerse por otros factores que no sea el de la rentabilidad económica para el sector turístico.

Urbanismo
Frente a ciudades escaparates, ciudades para las personas habitantes:

a. Iniciar la tramitación de los respectivos y necesarios instrumentos de planeamiento urbanístico especial y participado con la ciudadanía, en relación a la industria turística en cada municipio o conjunto de municipios con la finalidad de proteger el suelo residencial y los derechos de la población residente a una vivienda adecuada, al descanso y a un medio ambiente sano.

Estos instrumentos de planeamiento tendrán que asegurar entre otros extremos:
i. Dotar a la población de herramientas objetivas y fiables de diagnóstico sobre la industrias turísticas (inmobiliarias, hosteleras, de transporte, etc.) que permitan a la población conocer:

i) sus efectos en todos los ámbitos (consumos hídricos y energéticos, generación de ruidos y
residuos, gastos en limpieza vial y movilidad, en parques y jardines, efectos perjudiciales de transportes, cruceros y aeropuertos, control de emisiones de gases, calidad de las condiciones laborales, etc.);

ii), así como los niveles de saturación por distritos, municipios y comarcas. ii. Disponer mecanismos y/u oficinas interadministrativos que garanticen
un control máximo sobre los fraudes urbanísticos, administrativos,
fiscales y de Seguridad Social.

iii. Generar la catalogación de zona de protección residencial donde quede imposibilitado la transformación de ninguna vivienda a fines comerciales o turísticos.

Vivienda y alojamiento turístico

Frente a la vivienda como un artículo de lujo:

a. Suspensión de la concesión de nuevas licencias para todo tipo de negocios de alojamiento turístico desde pisos turísticos («Viviendas con Fines Turísticos» según Decreto 28/2016, de 2 de febrero, de la Junta de Andalucía) hasta hoteles, pasando por apartamentos, albergues y pensiones). Esta suspensión se mantendrá en cada municipio hasta que no se planifique
urbanísticamente y de manera especial la industria turística en cada municipio y/o comarca.

b. Una regulación efectiva para impedir que se publiciten en las plataformas Airbnb o Homeaway viviendas con fines turísticos ilegales. Las sanciones económicas deben tener la entidad suficiente como para excluir la rentabilidad del incumplimiento de la normativa reguladora.

c. Movilización de las viviendas vacías para ofrecerlas en alquiler social o convencional.

d. Apostar por la generación y/o ampliación de parques públicos de vivienda, que den salida a la importante demanda en nuestro territorio.

Pequeño comercio de proximidad

Frente al deterioro y la pérdida del pequeño comercio de proximidad:

a. Ayudas para la subsistencia del pequeño comercio.

b. Campañas de promoción del comercio de proximidad.

c. Apostar por comprar en nuestros comercios de barrio y de pueblo.

Espacio público

Frente a la progresiva privatización/concertación del espacio público:

a. Recuperación del espacio público de calidad para uso compartido y gratuito de las personas de cualquier edad, género, condición física, etc.

Movilidad y transporte

Frente a un modelo de movilidad basado en las grandes infraestructuras generados con dinero público pero disfrutadas por clases pudientes (AVE y aviones) y desplazamientos continuos a larga distancia, demandamos:

a. Establecimiento de límites a la aviación.

b. Suspensión de las obras de ampliación y/o construcción de infraestructuras aeroportuarias y reconducción de sus presupuestos a la recuperación y desarrollo de la red ferroviaria de cercanías andaluza.

c. Recuperación del territorio a escala humana. Apostar por redes de trenes de corta y media distancia. Disminuir el tráfico aéreo.

d. Apuesta por un transporte público de calidad, accesible a todas las personas.

Medio rural

Frente a la desinversión y devaluación del medio rural:

a. Mantenimiento y generación de equipamientos y servicios públicos.

b. Promover el empleo justo e igualitario, teniendo en cuenta la feminización de la población desempleada.

c. Generar planes de vivienda joven con precios asequibles para evitar el abandono de la población joven de las zonas rurales.

d. Apostar por la soberanía alimentaria.

e. Promover una industria de transformación de cercanía.

Medio ambiente

Frente a un modelo turístico sostenido por el transporte de larga distancia y el consumo de recursos, el aumento de la contaminación y la emisión de residuos:

a. Relocalización de la producción pero bajo un planteamiento de decrecimiento en el consumo de recursos materiales y energéticos y de emisión de residuos.

b. Limitación del transporte a larga distancia.

c. Fomento del consumo Km 0.

d. Tratamiento adecuado de residuos.

Hay razones suficientes para proyectar otra salida de la crisis, más allá de la apuesta por un sector precarizado, frágil e insostenible.

¡El turismo no es la solución!

 

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