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Pensamiento :: 10/09/2006

"El sentimiento del pueblo libanés ante el envío de tropas de la ONU es de humillación"

Mariano Pujadas - La Haine
[Entrevista con Jaume d'Urgell] El pasado 4 de septiembre, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, anunció que "Israel y Hezbollah aceptan la mediación de la ONU en el conflicto". En el estado español, desde los medios de comunicación y la izquierda parlamentaria se ha intentado transmitir que esto significa que Hezbollah y el pueblo libanés están "de acuerdo" y "reclaman" el envío de tropas militares al Líbano, las cuales formarán una supuesta coalición multinacional de paz.

Para intentar contrastar algunas informaciones en torno a este tema y que acceder a una visión de las cosas más cercana a la realidad popular, hablamos por teléfono con Jaume d’Urgell, activista y periodista que se encuentra en el sur del Líbano realizando un viaje de solidaridad con el pueblo libanés, para tratar de participar en los trabajos de reconstrucción, ayuda a la población civil y documentación de los efectos de la agresión sionista.

- La ONU ha emitido una resolución donde se hacen una serie de llamados al cese de los ataques de Hezbollah, exigencias de desarme, etc..., ¿en qué situación se encuentran las negociaciones?

Por las informaciones de que dispongo, hasta hoy la ONU negocia sólo con el gobierno libanés, que por cierto no tiene muy buena fama entre el pueblo, tanto por la corrupción interna como por la escasa presencia y respaldo real de los partidos en el sur del Líbano. Por eso una cosa es que la ONU esté negociando con el gobierno libanés y otra es que Hezbollah participe activamente o que esa negociación responda a intereses populares. Son cantares distintos.

La situación es muy complicada, más allá de las resoluciones. Salvo excepciones, actualmente el bombardeo ya ha terminado, pero en estos últimos días estamos asistiendo a un recrudecimiento de las acciones del ejército israelí en territorio libanés.

- Lo que se transmite desde la prensa empresarial es que Hezbollah, dado que "acepta la mediación de la ONU", está a favor del envío de tropas.

Hezbollah es un partido político con un apoyo social, en estos lugares del sur del Líbano donde yo me encuentro, que ronda al 80%. Y no está a favor del envío de tropas, simplemente está cooperando para que la situación se normalice en lo posible. Hezbollah y su frente de resistencia civil se están limitando a respetar la resolución de la ONU. Es decir, entre algunos pueblos hoy en día todavía existen campamentos militares de Israel, y Hezbollah ha dejado de acosar a estos elementos extraños que tiene dentro del país; no ataca a los militares a pesar de que ellos siguen cometiendo agresiones. Por ejemplo, el viernes se produjo un secuestro de 3 ciudadanos que estaban reconstruyendo una escuela. Cosas terribles de este tipo pasan periódicamente.

Para que nos hagamos una idea, es como si en el pirineo español hubieran diseminados unos 100 campamentos militares franceses y que de esos campamentos surgieran soldados que de cuando en cuando secuestran a personas de Huesca o las matan.

Hezbollah respeta la resolución, la consiente y no ataca a los agresores, pero hay que tener en cuenta que la diferencia de proporción de fuerza militar respecto a Israel es monumental. Aquí nadie tiene armas grandes ni medios aéreos. Por lo tanto, entiendo que la posición política de Hezbollah en estos momentos es de "esperar y ver".

- Según tu visión, ¿crees que el envío de tropas sería positivo para el pueblo libanés?

Es verdad que la presencia de la ONU sería positiva si ellos fueran lo que dicen que es. Pero no es una "policía buena" a la que recurrir, yo no lo llamaría ni ONU: aquí va a venir una coalición multinacional integrada por soldados pertenecientes a unos cuantos países amigos de Israel (sin ir más lejos, una de las condiciones que ha impuesto Israel es que los países que envíen tropas tengan relaciones diplomáticas con el régimen sionista).

Por tanto en ese sentido el sentimiento es de humillación. Desean que haya ojos internacionales que impidan lo que esta ocurriendo, pero les parece una humillación que haya tropas extranjeras, amigas de los invasores, ocupando su territorio. Afecta a la moral nacional de aquí, a la gente no le gusta nada, como es natural, que a la hora de ir a trabajar tenga que encontrarse con puestos militares de la ONU y que un soldado les pida la documentación en un inglés mal hablado. Es posible que ciertos abusos sean suavizados, pero el precio que se paga es muy alto. Al menos esa es la sensación que recojo en los pueblos en los que me muevo.

* Jaume d’Urgell es también colaborador del periódico La República y Kaosenlared.


Ver también:
theplatform.nuevaradio.org
corrienteroja.net
 

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