Granada: El movimiento estudiantil persiste con fuerza

Tras el anuncio de la implementación del Plan Bolonia han sido multitud de personas y colectivos los que han combatido el desarrollo del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), exigiendo así mayor trasparencia e información para alumnos y profesores, carentes del conocimiento sobre esta nueva reforma que pone en peligro la universidad pública y convierte la educación en un mero sustento económico más del sistema neoliberal. A pesar de que las luchas estudiantiles tenían un trabajo muy complejo frente a este conflicto de gran magnitud, podemos extraer dos casos concretos que muestran las primeras conquistas en esta materia.

Uno de los referentes del movimiento estudiantil que está en crecimiento es el de Granada, ciudad que ha sido noticia de diversas movilizaciones durante estos últimos meses. La asamblea “Hart@s de Bolonia” y CSE (Coordinadora Sindical de Estudiantes) convocaron el pasado 24 de Abril una manifestación de protesta y seguidamente, un encierro en la Facultad de Trabajo Social que duró dos semanas y media. Durante el encierro se centraron en “asambleas diarias de horas, comisiones de trabajo, estudio personal, clases…” como alegan en el comunicado del Grupo del encierro contra Bolonia. También fue dura la forma de organización y el rechazo desde el exterior ante este acto; no obstante, y pese a no conseguir el diálogo con diferentes personalidades de la universidad, sirvió como experiencia y posiblemente de precedente a lo que sería el segundo encierro nocturno llevado a cabo por los estudiantes de la Facultad de Ambientales de la UAH, el 20 de mayo.

Ese mismo día en Granada, se convocó en la Facultad de Ciencias una reunión informativa con el rector Francisco González Lodeiro a la que asistieron unxs trescientos alumnxs. Un grupo de estudiantes pidió que dicho rector se posicionara contra el Plan Bolonia, además de proponer un paro académico para exponer el contenido y las consecuencias del Plan. Frente a la negativa de Lodeiro al paro y a posicionarse, al menos aseguró que llevaría al próximo Claustro el planteamiento de la Convergencia Europea, ya que aseguraron algunos asistentes que “podría ser el responsable de haber vendido la universidad pública a la empresa privada”.

Por otro lado en Madrid (a la par que en Andalucía durante el mes de Abril) la Universidad Complutense de Madrid (UCM) fue protagonista hace dos meses de los encierros en la Facultad de Filosofía y Filologí. Posteriormente destacó la reunión masiva de estudiantes con el rector Carlos Berzosa, quienes consiguieron tras horas de conversaciones la convocatoria de un Claustro para debatir la Orden Ministerial que regula el Master de Formación del Profesorado (M.P.F.), lo que suponía una ampliación de un año del conocido CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica, indispensable para profesores de secundaria) con precios considerables. El 26 de mayo se realizó el Claustro, que terminó con el acuerdo de organizarse para suprimir el M.F.P., hecho importante en todo el transcurso de lucha contra el Plan Bolonia y que puede actuar como detonante para conseguir paso a paso nuevas paralizaciones de esta reforma.

Otra ciudad donde ha emergido con fuerza una articulación contra este proceso, ha sido Sevilla donde se ha cerrado este curso universitario con un encierro “a la japonesa” de cerca de 200 personas y una concentración en el rectorado de 100 personas con el fin de entregar unas encuestas creadas por los grupos de trabajo “No a Bolonia” para saber la opinión y el conocimiento del estudiantado sobre el Proceso de Bolonia.