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Estado español :: 25/01/2007

La batalla por construir una oposición sindical de clase a la burocracia sindical

Angel Luis Parras
La diáspora sindical es el resultado de la entrega de la burocracia sindical, de su papel de manijeros del sistema y el Gobierno de turno, de su paz social impuesta a cambio de un retroceso brutal en las condiciones de trabajo, en los derechos, en los salarios y de una profunda desigualdad material instalada en las filas de la clase obrera.

A finales del pasado mes de noviembre se celebraron los V Encuentros sindicales. Se trató sin duda de un importante evento sindical que reunió compañeros/as de diferentes colectivos sindicales desde la Plataforma Sindical de la EMT, la Corriente Sindical de izquierdas, la CTA de Iberia; AST de Telefónica; Sindicato Unitario de Huelva; Trabajadores Unidos (Fasa-Renault), Co.bas... pasando por diferentes Coordinadoras Sindicales y organismos Intersindicales desde Aragón; Catalunya; País Valencia; Asturias, Andalucía, Madrid....

El Encuentro manifestó su solidaridad con los compañeros de la Fasa-Renault de Valladolid que luchan contra un Expediente de Regulación de Empleo que es la antesala de miles de despidos. Así mismo se acordó dar el apoyo a los trabajadores de Iberia de El Prat y otro tanto con los compañeros de la CSI asturiana sobre los que se cierne pena de prisión. El repaso a la coyuntura política, a la acción desarrollada contra la Reforma laboral y las nuevas perspectivas ocuparon buena parte e los informes y debates.

Sin embargo hubo un punto que concentró lo central del debate. La Ponencia de organización marcaba claramente el rumbo de estos encuentros: se trataba y se trata de emprender el camino de la conformación de una nueva Confederación Sindical. ("dar pasos significativos ya"; "funcionar como si fuéramos ya tal Confederación...")

¿Proyectos alternativos o búsqueda de atajos?

La burocracia sindical a cada paso va dando razones sobradas para que miles de activistas obreros se desesperen e indignen. A lo largo de estos año es esa política criminal de los Fidalgo o Méndez la que ha empujado una y otra vez a multitud de activistas obreros a marcharse a su casa o emprender caminos alternativos que en muchos casos no han pasado de acabar reducidos a proyectos corporativos de empresa o a un sindicalismo nacionalista que no deja de ser otra variante, aunque a veces sea mas combativa, de la colaboración de clases.

La diáspora sindical es el resultado de la entrega de la burocracia sindical, de su papel de manijeros del sistema y el Gobierno de turno, de su paz social impuesta a cambio de un retroceso brutal en las condiciones de trabajo, en los derechos, en los salarios y de una profunda desigualdad material instalada en las filas de la clase obrera. Pero también es el resultado concreto de la ausencia de una dirección revolucionaria que haya sabido trabajar por agrupar esa fuerzas que se iban desgajando, que hubiera sabido ir acumulando fuerzas para no dejar librado a lo espontáneo la tarea de organizar la oposición sindical a la burocracia.

La decisión de comenzar ya el proceso de una nueva Confederación es, a nuestro juicio, una salida en falso, es el intento de sustituir con experimentos organizativos lo que es una ardua y compleja tarea política: reconstruir pacientemente la unidad obrera, insertar masivamente en el movimiento obrero el sindicalismo de clase y disputar así la dirección del movimiento obrero a la burocracia sindical.

El atajo acordado apunta lamentablemente a un nuevo retroceso. Las declaraciones de los asistentes de Aragón; Asturias; País Valencia; Catalunya... fue categórico, ellos no se sumaban a ese proyecto. Si esta tónica se confirma la decisión de los V Encuentros no será un hito en el avance de la unidad de la oposición a la burocracia sino un nuevo jalón de la dispersión sindical.

Granada y la unidad de acción

Cuando en Octubre del 2005, más de una treintena de colectivos sindicales acordábamos en Granada actuar juntos contra la nueva reforma laboral que en secreto tramaban los dirigentes de CCOO y UGT con la patronal y el Gobierno Zapatero, fuimos muchos/as los que saludamos ese paso como un hito. Sin desconocer la modestia de nuestras fuerzas era un paso muy importante agruparse para dar una batalla unificada a la burocracia sindical. Manifestaciones, actos, firmas, charlas... todo un despliegue de actividad que desarrollamos durante meses constatando que era posible ir agrupando fuerzas.

Poner el centro en la unidad de acción contra los planes del Gobierno y la patronal era y es la única forma de ligar la batalla contra la burocracia a los problemas inmediatos de los trabajadores intentando ganarlos así para la lucha y tejer lazos cada vez mas amplios y sólidos entre los trabajadores/as y la oposición a la burocracia. Poner el centro en la unidad de acción contra los planes de patronal y gobierno permite sacar a muchos de estos agrupamientos sindicales del estrecho marco del sindicalismo de empresa que empuja (se quiera o no ) al corporativismo. Poner el acento en la unidad de acción permite tirar puentes con esos mismos trabajadores que siguen encuadrados en CCOO o UGT y a los que de ninguna manera se puede confundir con sus dirigentes.

En definitiva poner el centro en la unidad de acción es ir sumando fuerzas, construir una verdadera oposición unificada a la burocracia porque no exige de nadie más que el firme compromiso de lucha adquirido sobre las tareas comúnmente acordadas.

Ahora Granada... pero más grande

Construir la oposición sindical de clase poniendo el énfasis en la unidad de acción no es un invento o propuesta novedosa, es simplemente intentar generalizar, mejorado si cabe, algunas experiencias que son ya hoy realidad. La Xarxa en Catalunya o la próxima manifestación de empresas en crisis en Barcelona es un buen ejemplo de ese camino.

Hoy desde diversos ámbitos (CSI; CSUC, Cobas Canarias) se esta preparando la convocatoria de una nueva reunión estatal que de continuidad a los acuerdos de Granada. Razones sobran: la batalla contra la nueva reforma de la negociación colectiva, que de nuevo entre gallos y media noche negocian los dirigentes de CCOO y UGT con patronal y gobierno; el apoyo a las luchas obreras (El Prat, Fasa-Renault; La Vanguardia....) o involucrar al movimiento obrero en la lucha por la vivienda.. son tareas más que suficientes alrededor de las que acordar un plan de acción común.

La tarea planteada será entonces lograr llevar al encuentro no sólo a todos los colectivos que participaron en Granada sino también a otros, a Comités de empresa, secciones sindicales, activistas... sean de la central sindical que sean.

A Luchar por el Socialismo n.º 37

 

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