[Vídeo] Pasen y vean. Las tres mil viviendas nuevo destino turístico

La que, como si de un zoo o un safari se tratase, hace fotos de forma compulsiva sin bajarse del autobús. Instantáneas que inmortalizan las carencias, los abusos, el desamparo. Porque la pobreza es una cuestión de pereza e incompetencia; no aprovecharon las oportunidades que la mano invisible del mercado puso a su alcance, estarían drogados, en el bar o durmiendo hasta las 12. De hecho ni si quiera son pobres, son loosers, perdedores. La pobreza y la exclusión tienen una explicación social, un perdedor tiene una explicación individual, cómoda, adecuada, rentable. Violan las palabras. ¿A dónde irán esas fotos? ¿Las colocarán en el mismo álbum junto a las de la Giralda y la Maestranza? ¿O tendrán un álbum propio titulado «Marginación»? El turismo de clase no es nuevo, al margen de trabajar en sus fábricas, fregar sus suelos y cuidar de sus mayores, nuestro deber como clase subalterna es ejercer de modernos bufones que entretengan y diviertan a nuestros explotadores y amos, ya sea en El diario de Patricia o haciendo de salvaje en las reservas en las tres mil viviendas. Podrían habilitar huecos en las ventanas para que los acaudalados turistas arrojaran monedas, o algún trozo de bocadillo, qué exótico. Tenía razón el famoso banquero cuando afirmó aquello de claro que existe la lucha de clases, y la va ganando la mía. Pasen y vean… el capitalismo en todo su esplendor, primero nos violan, después empaquetan la violación en DVD y la venden como souvenir. Pasen y vean.