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Estado español :: 30/07/2005

Los daños colaterales de la unidad de la izquierda en la agroecología y el consumo responsable

Grupo Autogestionado de Konsumo del CAES
En Madrid estamos asistiendo a una dinámica de exclusión de los colectivos que, con una experiencia de muchos años en la construcción de los movimientos sociales desde abajo, no aceptan la unidad en torno a contenidos dictados por el bloque socialdemócrata que está colonizando los movimientos sociales

El GAK del CAES no estamos, por principio, en contra de la relación con las instituciones y la "unidad de la izquierda", a condición de no perdernos a nosotros mismos y acabar trabajando para las instituciones y para la izquierda que es el PSOE, ahora en el Gobierno. Por mantener estas posiciones, hemos sido expulsados de la Coordinadora de Grupos de Consumo Agroecológico de Madrid en una maniobra sin precedentes.

SE NOS HA EXPULSADO DE LA COORDINADORA DE GRUPOS DE CONSUMO AGROECOLóGICO DE MADRID POR CUESTIONES COMO:
1) Defender una relación con los productores agroecológicos basada en el diálogo sobre los problemas y el respeto a los acuerdos y compromisos que contraemos con ellos, desde la equivalencia y la reciprocidad.
2) Mantener la autonomía política de la Coordinadora. Quienes pretenden convertirla en una correa de transmisión de las burocracias ecologistas de Madrid, comprometidas con la izquierda institucional, han dado un golpe de mano, impidiendo el debate transparente sobre el cambio de rumbo que están forzando en la Coordinadora.
3) Impulsar la transparencia sobre lo tratado en las reuniones de la Coordinadora, activando la participación de los miembros de los grupos de consumo. Nuestra expulsión jamás se habría producido si los integrantes de los grupos hubieran tenido información de nuestras opiniones y propuestas en los conflictos producidos desde mayo del 2004. El secuestro de nuestra voz ha sido la condición para hacernos aparecer como un colectivo sectario y conflictivo.

Los representantes de algunos grupos han vertido todo tipo de calumnias sobre nosotros, han evitado que se conocieran y discutieran nuestros textos y han boicoteado, con argucias técnicas desde la administración de la lista de correo electrónico, nuestra comunicación con el resto. Cuando, cansados de los ataques preparados de antemano contra nosotros, decidimos hacer públicas tanto nuestras propuestas como algunos de los textos descalificadores que estábamos recibiendo y su relación con las polémicas sobre transgénicos y relaciones con la administración, nos han echado. La acusación ha sido, haberles hecho lo que durante meses nos han hecho ellos a nosotros y la estratagema para maquillar la expulsión, disolver la actual coordinadora para crear otra sin el GAK del CAES.

El cierre que se ha producido contra nosotros se explica por los siguientes factores: 1) el clima de manipulación e intimidación en las reuniones de la Coordinadora contra quien se enfrente a la mayoría de representantes vinculados con la oficina de Madrid de Ecologistas en Acción; 2) la protección de intereses particulares y de actitudes impresentables como base de una unidad sin principios contra el GAK del CAES; 3) la inviabilidad de los grupos pequeños para mover los productos con un coste de transporte asumible, como amenaza frente a quien nos apoyara ante el riesgo de ser también excluidos; 4) la pusilanimidad y el descompromiso de algunas personas que saben bien lo que se cuece, pero que no están por el enfrentamiento.

Excluir de la Coordinadora de Madrid a un colectivo pionero de la agroecología y el consumo responsable es un hecho muy grave, que nos ha producido una gran consternación no sólo por el hecho de ser l@s afectad@s. Estamos elaborando colectivamente el duelo por este golpe. Hasta el momento sólo podemos entenderlo desde factores como: 1) la escasa información y participación de los integrantes de los grupos en la actividad de sus representantes; 2) un síntoma del control que se está produciendo en los movimientos sociales de Madrid para neutralizar, por las buenas o por las malas, a las iniciativas que apuesten por un movimiento social, plural, antiglobalización e independiente de las instituciones.

Desde el compromiso con la construcción de un movimiento popular antiglobalización que se enfrente a todos los daños que ésta produce, invitamos a reflexionar sobre algunas cuestiones: ¿Cuál es el significado para el desarrollo de la agricultura ecológica y el consumo responsable, de la exclusión de colectivos que, como el GAK del CAES, cuentan con una prolongada trayectoria de realizaciones prácticas y teóricas desde una posición anticapitalista? ¿Qué repercusiones puede tener este hecho, precisamente cuando el Gobierno abre interlocución con el sector de producción y alimentación ecológica y cuando la participación de los grupos de consumo ecológico en las estructuras de coordinación estatal tiene muchas dificultades y acaban participando sólo los más grandes? ¿Qué legitimidad tienen los discursos democráticos y participativos, cuando realmente sostienen prácticas de linchamiento y exclusión de la discrepancia, construyendo una unidad basada en la subordinación a los grandes sindicatos y al PSOE, defensores de todas y cada una de las propuestas del capitalismo global?

LOS MELONES SE COLOCAN ELLOS SOLOS EN EL CAMINO

GAK de CAES
28/7/05

 

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