Nosotras parimos. Nosotras decidimos

Nuevamente una cruzada contra el derecho al aborto, nuevamente el PP, la Conferencia Episcopal, los antiabortistas en general, diciendo cosas de escándalo verdaderamente ofensivas contra las mujeres que ejercen el derecho a abortar, desde llamarlas asesinas hasta incitarlas a parir para dar en adopción a sus hij@s.

Yo creo que todo ésto no es casualidad; desde diferentes ámbitos se están promoviendo y extendiendo ideas, tendencias, hábitos, que significan verdaderos retrocesos en el camino hacía la igualdad, hacía la libertad de las mujeres.

El reconocimiento del Derecho al Aborto no obliga a quien no lo quiere utilizar: es un derecho, no una obligación. Las mujeres tenemos que poder decidir en libertad si queremos ser madres y cuándo queremos serlo.

El derecho al Aborto es una garantía para poder decidir libremente. EL DERECHO A DECIDIR sobre algo tan íntimo, personal, intransferible como el ser madres.

Es bueno recordar por qué ese es un derecho de las mujeres y de nadie más:

Quienes biológicamente podemos ser madres y quienes soportamos los embarazos y los partos, somos nosotras; nadie puede, ni debe decidir ésto en nuestro nombre.

Es un derecho poder dar la vida cuando se quiera, sin traumas, en las mejores condiciones posibles, para nosotras y los hij@s por nacer.

La maternidad sigue condicionando nuestras vidas desde todo punto de vista, social, laboral, profesional … Estamos muy lejos de que las consecuencias de traer hij@s al mundo recaigan por igual sobre las mujeres y los hombres.

Son muchas las mujeres que pierden el empleo por estar embarazadas y muchas las que no acceden al empleo o acceden sólo a empleos precarios por la maternidad.

Las Ayudas y los servicios públicos que siempre han sido insuficientes, ahora sufren todo tipo de recortes haciendo que las tareas de cuidado de hij@s recaiga aún más sobre nosotras.

¿Por qué quieren obligarnos a ser madres, a parir sin desearlo?

Está claro que no les importa la vida, la que hay ahora. Tampoco les importa, ni el sufrimiento de las mujeres, ni el de los hij@s no deseados.

Mucho me temo que tiene que ver con mantenernos subordinadadas en el hogar (hay mucho paro), sin libertad, sin capacidad de decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos.