Novedades en Rebeldemule (07/06/10)

En Cine tenemos nuevo ripeo para La Chinoise, quizá la obra más política de Godard. Georges Franju uno de los fundadores de la Cinémathèque française rodó en 1960 Les Yeux Sans Visage, un cirujano desquiciado hará todo lo posible por devolverle a su hija la belleza perdida en un accidente. Y en Cine soviético Bespridannitsa - La novia sin dote, con los matrimonios por conveniencia de la época zarista como trasfondo.

En Documentales Sacco y Vanzetti, la inmortal historia de los compañeros asesinados en otro juicio farsa de la que también podéis ver la película. En Océanos de plástico nos enseñan el basurero en el que estamos convirtiendo nuestros mares y las consecuencias catastróficas que esto supone.

Sacamos a la portada los interesantísimos documentos de audio de algunos compañeros que tienen mucho que decir y otros que hay que escucharlos sin más. En primer lugar la charla que Amadeu Casellas dió en el Ateneo Libertario de Villaverde el 8 de mayo del 2010. También desde Madrid, el Encuentro sobre la crisis, promovido por la Oficina de Derechos Sociales de Seco. Desde el programa 'Futuro Abierto' de RNE rinden homenaje al centenario de la CNT. Por último, la conferencia del director de O´Belén en la Universidad Complutense de Madrid donde comprobaremos en manos de que clase de personas deja el estado a nuestros menores.

En la Biblioteca, y sin premeditarlo, estrenamos un especial sobre militancias anticoloniales y antiimperiales. No prescindibles son aquéllos que hacen legible el mapa de estas redes de dominación globales: de EEUU, el maestro Wallerstein y Leo Huberman; de Ecuador, Agustín Cueva; de Colombia, Orlando Fals; de Rusia, Aleksandr Zinóviev. Y, porque la guerra no es posible sin ejército imperial/corporativo, añadamos la reflexión de Arthur Lehning. O sin cárceles: v. David Garland. En otro terreno, hicieron y hacen frente al (des)orden Ho Chi Minh y su extraordinario general Giáp, los argentinos Masetti y Moreno, el cubano Julio Antonio Mella, el brasileño Carlos Marighella y, hoy y siempre, el insurrecionalista italiano Bonanno. Sin armas, aunque no desarmado, el sacerdote Pedro Casaldàliga.

Convenimos que el enemigo son los estados, no sus pueblos. Para no tomarse demasiado en serio las pertenencias a unos límites imaginarios, la sabiduría de Amin Maalouf es un buen remedio. Como caso ejemplificante, dos cabezas "extranjeras" que, en su momento, se pondrían al servicio -técnico- de la revolución chilena: un norteamericano, Stafford Beer, y un español, Joan Garcés. No es nuevo, es el legado de las Internacionales de August Bebel (la Primera), Isidoro Acevedo y Joaquín Maurín (ambos de la Tercera).

Jameson, a quien presentamos ya hace tiempo, señala las pautas culturales dominantes como "la expresión interna y superestructural de toda una nueva ola de dominación militar y económica". Marshall Berman y Raymond Williams siguen esta premisa con la que cerramos esta invitación al análisis de las dominaciones del capital: configuración trasnacional (primer párrafo), resistencia antisistémica (segundo párrafo) y producción ideológica (presente párrafo y vulgarizada casi siempre con el nombre de "cultura"). Weber se centraría justamente en los factores culturales o antropológicos para explicar la acumulación de capital; para él, sólo el protestantismo religioso, su espíritu individualista, perseverante y racionalista, podría vertebrar un nuevo tipo de trabajo que no se daría en los países católicos de Europa, más proclives a una estática feudal (supersticiosa, no tecnificada, y de una nobleza aún dominante, más rural que urbana). Los historiadores E. P. Thompson y Felipe Bate nos ofrecen una perspectiva del mismo fenómeno en orden inverso: desde el materialismo historico, la determinación no estaría en la religión, sino en la lucha de clases, el ascenso de la burguesía como nueva clase dominante y la constitución de un sujeto libre (ninguna clase sería ya sierva) para el que la conciencia religiosa pasaba a ser una cuestión "privada", una operación que aseguraba su desligamiento de preceptos religiosos feudalizantes; el capitalismo, pues, habría inventado el protestantismo, no al revés, y el catolicismo se revelaría como un estorbo ideológico para aquél. A estas conclusiones no se llega sin entender que la materia precede a la conciencia. "No hay alma". Es el modelo materialista de Feuerbach, sin el que todas las corrientes políticas a las que decimos adscribirnos no tendrían sentido. Muy diferente en lo espiritual a los planteamientos de Baruch de Spinoza, aunque sus valoraciones políticas tengan una sana proximidad con las luchas de liberación.

La burguesía fue revolucionaria, hizo una revolución política en la que no pocos militantes ven ingredientes que harían posible la vida en comunidad que, paradójicamente, esa burguesía nos niega. Todo estaría contenido en la francesa, en tres tiempos: antes (Étienne de La Boétie, Voltaire); durante (Babeuf); y después (Émile Zola, en convergencia con el movimiento obrero). Posterior, pero tan heredero de ella como todos nosotros, Émile Armand, de ese individualismo anarquista para el que la libertad del sujeto que preconiza la burguesía sólo es falsa mientras la burguesía la domine.

Terminamos con un selecto elenco de disidentes de las artes y las letras: Julio Cortázar, Elena Poniatowska, Ricardo Carpani, Gore Vidal y Andrés Vázquez de Sola.

En el quiosco, por fin El Viejo Topo, la más veterana de las publicaciones teóricas declaradas en rebeldía.

http://www.nodo50.org/rebeldemule/index.php/elinks/156-novedades-7-de-junio