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Estado español :: 12/09/2005

Nueva redada en Beniunesh, cerca de la frontera de Ceuta

Apdha y Chabacka
El pasado miércoles fueron detenidos por la gendarmería marroquí unos ciento cuarenta inmigrantes subsaharianos en el campamento de fortuna situado en Marruecos cerca de la frontera de Ceuta. Se trató de una vasta operación en la que participaron 200 gendarmes y un número indeterminado de fuerzas auxiliares utilizando además apoyo aéreo.

De nuevo la mayoría han sido enviados deportados a la frontera con Argelia, en muy penosas condiciones y a un incierto destino.
El lunes y el martes un par de centenares habías sido detenidos en las cercanías de Nador.

Apdha y Chabacka quieren denunciar este nuevo hostigamiento y las deportaciones de inmigrantes subsaharianos. Como hemos denunciado en numerosas ocasiones, es intolerable que la Unión Europea y España, conviertan a Marruecos en gendarme de las fronteras, exportando y externalizando la gestión de los flujos migratorios e incluso las graves violaciones de derechos humanos que se están produciendo.

Chabacka y Apdha quieren denunciar asimismo la campaña racista que se viene produciendo en determinados medios de comunicación marroquíes contra los inmigrantes subsaharianos. La última de ellas ha sido esta misma semana en un editorial del periódico Chaman Norte en el que se calificaba a los inmigrantes subsaharianos de "plaga de langosta negra".

Finalmente, tanto Chabacka como la Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía, tras el autoinforme autoexculpatorio de la guardia Civil sobre los trágicos sucesos producidos en la frontera de Melilla el pasado 29 de agosto que provocó la muerte de dos personas, consideran que no se aclaran de forma taxativa los hechos. Por ello se suman a la petición de CEAR y Amnistía de que sigue siendo absolutamente imprescindible una investigación exhaustiva e independiente. Es necesario además delimitar claramente las responsabilidades de lo ocurrido, sobre lo que existen suficientes testimonios.

El conjunto de graves violaciones de derechos humanos que se viene produciendo en el entrono de las fronteras de Ceuta y melilla, no puede seguir impune. No puede ampararse en razones de lucha contra la inmigración clandestina. Los derechos humanos no pueden ser tirados a las alambradas o a las cunetas bajo ninguna razón ni excusa.

8 septiembre de 2005

 

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