Sánchez reitera su agradecimiento a la dictadura de Marruecos por su actuación en Melilla

Una OTAN ajena al flanco sur Interior, se quejan ahora los fans de Zelensky. Las fuerzas de seguridad temen que Argelia haya relajado el control en su frontera con Marruecos para presionar a España con la inmigración

Las imágenes conocidas sobre el asalto a la valla de Melilla, donde sobresalen los cadáveres de los migrantes y el trato horroroso que recibieron a cargo de los gendarmes marroquíes, comprometen la posición del régimen español. La crudeza de lo visto obliga al Sánchez a "lamentar la pérdida de vidas humanas", pero se evita criticar la actuación de los agentes marroquíes.

Es más, desde La Moncloa increíblemente agradecen "la colaboración en la defensa de nuestras fronteras a las autoridades marroquíes". La Moncloa también ha evitado que Unidas Podemos, en la persona de la ministra Irene Montero, se manifestara sobre este asunto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Una condición que ésta ha asumido y aceptado. Circunstancia que, dicen fuentes de ambos sectores de la coalición, era lo fijado y acordado de antemano.

Las consecuencias del intento de asalto a la valla de Melilla y la actuación asesina de la dictadura de Marruecos en este asunto obligan el régimen de Sánchez a ir con pies de plomo. Medir cada palabra, cada gesto. Las ONG demuestran que hubo al menos 45 fallecidos, mientras que la dictadura reduce la cifra a 23. Eso explica que desde La Moncloa, bien a través del propio Pedro Sánchez bien a través de la portavoz Isabel Rodríguez, se lamente el drama humano pero se obvie crítica alguna a la actuación marroquí, poniendo el foco de la culpabilidad en "las mafias que trafican con personas".