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Andalucía :: 11/02/2008

Sevilla: Movilizaciones vecinales en Alcosa en contra del nuevo centro comercial

Grupo de Acción Social (GAS)
Una veintena de pancartas cuelgan de los balcones de los bloques de la barriada Parque Alcosa, con frases como "Señor alcalde, nos han condenado a vivir en la oscuridad".

Es la respuesta vecinal al centro comercial que se está construyendo a menos de dos metros de distancia de unos bloques de viviendas, provocando la oscuridad y malestar de las casi cincuenta familias afectadas.

La empresa Fersumar lleva más de cinco meses construyendo un centro comercial en el barrio sevillano de Parque Alcosa, en el Distrito de Sevilla Este. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) calificó a esa parcela como "servicio terciario en edificación terciaria", cambiando la calificación anterior de "servicio terciario en edificación abierta". Así, el propietario del suelo pudo duplicar los locales comerciales previstos. La licencia de esta obra, aprobada por Urbanismo, crea así una situación por la que la vecindad no está dispuesta a pasar.

Los bloques 9, 10 y 11 de la plaza de los Luceros, en la barriada de Parque Alcosa, se han visto directamente afectados por dicha construcción. El problema radica en que el nuevo centro comercial "Nueva Galería", ha dejado sin luz natural a 48 vecinxs ya que se ha levantado el edificio a menos de dos metros de distancia de dichos bloques. De este modo, las familias afectadas se ven privadas de ventilación y luz solar, lo que causa problemas de angustia y depresiones en ancianos y niños. Los vecinos has destacado que además del problema psicológico, que causa el deseo de algunos habitantes de marcharse de allí, hay un riesgo físico, como el que se vivió el 31 de enero, cuando un puntal cayó de la obra, rompiendo la cerámica de un alfeizar, denotando la cercanía existente. Estos problemas, que ya se notan en la actualidad, se acentuarán cuando el centro comercial esté terminado, ya que entonces privarán a los vecinos de las vistas a la plaza y se incrementará la humedad y el frío. Los vecinos también han señalado que algunos niños les da miedo salir al callejón creado entre el edifico en obra y sus casas, y que en caso de accidente, ni ambulancias ni bomberos podrían acceder a los bloques afectados, ya que el espacio máximo es de 2,30 metros, mientras que el mínimo es de tan solo 1,80.

El pasado 4 de febrero, un centenar de vecinxs decidió en asamblea llevar a cabo una protesta en forma de manifestación el jueves 7, haciendo una llamada al barrio de Parque Alcosa. Este acto, ha sido precedido por otros como el envío de 5 escritos de protestas al Ayuntamiento o el colgado de pancartas, insistiendo en que no permitirán que les roben su espacio.

Tras el silencio inicial en estos 5 meses de obra, la Gerencia de Urbanismo ha decidido parar las obras el pasado miércoles 6 de febrero, tras abrir de oficio un expediente informativo. Ahora surgen dudas en Urbanismo sobre la legalidad de la obra, ya que el espacio dejado entre ambos edificios es mínimo. El Ayuntamiento promete a los vecinos que iniciará negociaciones con los promotores del complejo comercial, aunque la marcha atrás será difícil ya que si está probado en el PGOU, es legal. Sin embargo, los vecinos afirman que si no se soluciona acudirán a los tribunales ordinarios. Para ello cuentan con la ayuda de la Coordinadora de Entidades y Vecinos de Alcosa (FEA), que los apoya alegando que los planos en los que se ha basado la obra están mal ya que no coinciden las alineaciones de la parcela, e incluso en 2006 el arquitecto de urbanismo notificó al entonces gerente de urbanismo que la superficie de la parcela catastral relativa al proyecto de Alcosa no se ajustaba a lo previsto por la propiedad, y debía modificarse el proyecto; sin embargo, en lugar de ello, se solicitó un nuevo acto de fijación de parcela, surgiendo el problema que aflora ahora.

La manifestación, que reunió a centenares de personas, finalizó en el Ayuntamiento hispalense, a donde trasladaron dos pancartas reivindicando su situación. Una vez allí, se consiguió reunir a una comisión de cinco personas con el delegado de urbanismo, quien intentó convencerlos de que era legal la edificación. Sin embargo, demostraron que el error se cometió anteriormente por la recalificación ilegal hecha, y que es el problema que quieren solucionar. Por su parte, el delegado, prometió crear un expediente sancionador e informar a los vecinos cuando lo tuviera. Los vecinos, por su parte, sólo ven la solución en el derribo del edificio; para lo cual, quieren tener el apoyo de la población sevillana, con actos como el del jueves, y poder volver a la situación original.


Grupo de Acción Social
 

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