Sobre independencia y libertad

El pleno celebrado en el Parlamento Vasco donde el lehendakari anunció su intención de realizar un referéndum en el otoño de 2008, y las reacciones en contra de los partidos españolistas, han elevado a Ibarretxe a la inmerecida categoría de luchador por las libertades del pueblo vasco. Nada más lejos de la realidad.

El objetivo último de todo nacionalismo es conquistar un estado independiente para su nación. El derecho a decidir si se quiere formar un estado independiente (autodeterminación) es un derecho democrático. Como lo es el derecho a sufragio universal en cualquier democracia burguesa. El que todos podamos votar cada cuatro años para ver quien ocupa las poltronas del parlamento de turno no es garantía de nada, no somos más o menos libres ni independientes gane un partido u otro. Con el derecho de autodeterminación pasa lo mismo: la independencia del País Vasco no traerá consigo la independencia del pueblo vasco, es decir, de sus ciudadanos. Lo que traerá será un nuevo estado de clase (burguesa, claro está), una nueva forma de opresión. Y eso es lo que pretende Ibarretxe y el PNV. Ibarretxe quiere dirigir un estado independiente para que él y su partido, el de la burguesía vasca, no tengan que compartir los privilegios de clase con ningún otro partido burgués.

Aunque la consulta de Ibarretxe se ciñe exclusivamente a la Comunidad Autónoma Vasca, el sueño de cualquier nacionalista vasco es una Euskal Herria unida. Pero, ¿alguien se ha molestado en preguntarle a los navarros y a los ciudadanos de Iparralde si quieren fundar un estado con el resto de los ciudadanos vascos? Es más, ¿qué pasaría si en una Euskal Herria independiente y unida uno de los herrialdes, Álava o Navarra por ejemplo, quisiera independizarse? Cuando hablamos de autodeterminación lo hacemos de pueblos, naciones, estados …, pero nos olvidamos de lo más importante, las personas. ¿Se imaginan ustedes en una Euskal Herria independiente a Egibar o Ibarretxe concediendo la autodeterminación de la comarca del Deba si sus ciudadanos la solicitaran? Yo no.

Cualquier nacionalismo es tan reaccionario como el nacionalismo español. Además, todo nacionalismo es centralista y por ello reprime las diferencias que se dan en su seno, puesto que parten de la idea de nación olvidando que cada ciudadano es un ser autónomo e independiente.

Hace algo más de un año, cuando se estaba fraguando la última reforma laboral, en una conversación con un trabajador de ideas abertzales, éste me relataba su oposición a la susodicha reforma. Cuando le pregunté porque no le gustaba obtuve por respuesta: porque viene de Madrid. La reforma laboral es mala porque bonifica a los empresarios, reduce las indemnizaciones por despido improcedente, aumenta la temporalidad (como se ha comprobado), no reduce el paro, disminuye los fondos de la Seguridad Social … En una Euskal Herria independiente, una reforma de las mismas características cocinada en Pamplona o en Gasteiz seguiría siendo mala.

Con el derecho de autodeterminación el País Vasco podrá ser independiente del Estado español. Pero no libre.