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Estado español :: 09/07/2007

Trinidad, la Trini

Ana Otero-Grupo Tierra FAI
No espera alcanzar ningún cargo ejecutivo porque cree y defiende una organización estructurada en eje horizontal, frente al vertical, donde todos y todas sean tratados y tratadas por igual. Ante las exigencias patronales responde con participación activa en organizaciones de trabajadores que luchan por la autogestión y autoorganización obrera

A lo largo de la historia se ha hecho alegato a trinidades de diversa índole, como trinomios. Por ejemplo, "la Trinidad católica" cuyo trinomio correspondiente es el Todopoderoso, el Espíritu Santo, y el Mesías; o la "Trinidad comunista" trinomio del soldado, el campesino y el obrero, como así la refleja el muralista mexicano Orozco, en una de sus obras denominada "La Trinidad’; o la "Trinidad patriarcal" que exige la fusión del trinomio: obrera asalariada desdoblada en ama de casa, madre que ha de criar y educar a los hijos, compañera y amante del marido.
Veamos a continuación algunas ramificaciones de esta última "Fusión trinitaria":

En primer lugar, "la ramificación de la Trini nacida en los años 30": proletaria, analfabeta, católica, cónyuge sumisa, en el mejor de los casos con vivencias ninguneantes, madre de seis hijos, uno de ellos discapacitado intelectual, con enfermedad cardiovascular. Esta Trini, ha pasado parte de su infancia y adolescencia trabajando en los campos de su pueblo, forzando sus lumbares; en la época del éxodo rural emigró a una de las grandes ciudades del Estado, a trabajar en el sector textil, pasando la mayoría de su jornal junto a una máquina de sonido estridente que la ha provocado la hipoacusia (sordera a ciertos niveles audiométricos) que hoy presenta, así como, consecuencia también laboral, dada la inhalación de productos tóxicos empleados en la fábrica en la que trabajaba, un diagnóstico oncológico de "neo faringítica". Ha dedicado su vida a los demás, trabajando dentro y fuera de casa para sacar adelante a sus hijos e hijas. Ha llevado al pie de la letra todo aquello que dictaba el Estado, el Patrón, la Iglesia y el Patriarcado, y ahora, a sus setenta y bastantes años, sorda y con cáncer, pasa los días, del geriátrico donde se encuentra su marido enfermo de alzheimer, a la RESCO, residencia y centro ocupacional, donde se encuentra su hijo discapacitado, preguntándose si alguien la felicitará en el día de la mujer trabajadora, o si algún día, quizás a título póstumo, alguna calle llevará su nombre.

Seguidamente hablaremos de la "ramificación de la Trini nacida a principio de los años 60". Esta Trini, es la segunda de cuatro hermanos, descendiente de progenitores andaluces, propietarios de algunas hectáreas de tierra en su pueblo, y poseedores de cierto capital, parte heredado y parte consecuencia de años de ahorro y trabajo. Se ha criado en un barrio obrero como, por ejemplo, Carabanchel. Ha cursado estudios universitarios y a base de competir con sus compañeros y compañeras, ha alcanzado un cargo ejecutivo en la empresa para la que trabaja, aunque esto le resulte frustrante e injusto, puesto que el crecimiento de ésta se debe, en parte, a todos los tapujos que ella ha desarrollado, y aun así, no es considerada, a efectos legales, miembro de la misma, no obstante, gran parte de los escritos llevan su firma, hecho que ha comunicado a sus amigos, en una de esas cenas sociales a las que acude asiduamente, acicalada como su status exige, llegando en un Audi A4, desde el chalet que habita a las afueras de Madrid. Su marido, al cual se unió en Sagrado Matrimonio, se siente orgulloso de él con respecto a ella; él, ingeniero agrónomo, descendiente de una familia acomodada, ha contribuido al refinamiento de Trini, y ahora, en estas reuniones sociales recoge los frutos de su cosecha.

Lo que Trini no cuenta en estas cenas, ni en el gimnasio, ni en la sauna, es que por las mañanas, cuando se mira en el espejo, no reconoce a la tía que tiene delante, como tampoco cuenta la soledad que percibe bajo esa coraza consumista que ella misma se ha fabricado, ni tampoco los anhelos del pasado, en su barrio de Carabanchel: las tardes en el parque con sus amigas, las discusiones por la ropa con su hermana, los conflictos con sus hermanos por el reparto desigual de las tareas del hogar ¡Reparto desigual! ¡Exigencias no equitativas! ¡Jerarquización! ¡Cargo ejecutivo! ¡Asalariados!..., gritan las voces de su interior.
Y ahora, comentaremos la "ramificación de la Trini nacida a mediados de los años 70": es la pequeña de dos hermanos, descendientes de unos progenitores que en los 70-80-90 gestionaban y dirigían una Pyme, residentes en la zona Sur de Madrid, por ejemplo. Ha recibido formación académica universitaria y de postgrado, en escuelas nacionales e internacionales, unas veces con gestión becaria, otras con apoyo económico de sus padres, y de sus ahorros obtenidos de algún que otro trabajo temporal. En la actualidad está emancipada, convive con su novio, abogado, hijo de obreros, como ella. Los padres de ambos aportaron un dinero para pagar la entrada del piso en el que hoy residen, el resto de la hipoteca lo pagan poco a poco, como pueden, él destina un dinero de la nómina que obtiene como abogado del departamento de gestión de una cadena de hipermercados, y ella equitativamente, aporta la cuantía de su salario como miembro titulado de la agencia inmobiliaria para la que trabaja.

Esta Trini, sabe que el mundo va fatal, que hay guerras, violencia hacia las mujeres, niños que pasan hambre en otros países, pero ella, ella, no puede hacer nada. A veces, se levanta y descubre en sí misma cierta apatía, pero lo atribuye a la falta de recursos para combinar en su armario; por ello, a la salida del trabajo, hoy, se pasará por algún centro comercial y se comprará algún pantalón, un par de camisas, y quizás, para no malgastar, algún par de zapatos. Quizás, lo pueda lucir este fin de semana cuando quede con sus amigas, sólo chicas, y éstas, y algún otro que la observe haga mención, corporal o verbalmente de la belleza de Trini, porque para ésta, la belleza está en lo que los otros admiran, no en lo que una misma admira y disfruta. A la salida del pub que suelen frecuentar, a lo mejor, este fin de semana, como otros, se encuentre con una pelea entre migrantes, y es que ¡joder el mundo está hecho una mierda!, y en ese momento evocará todas las exigencias semanales a nivel laboral, familiar, de pareja mezcladas con visualizaciones de alguna noticia del periódico o del telediario y se girará hacia su amiga y la dirá "¿nos ponemos?", en un momento, podrá evadirse de las exigencias y conflictos de la vida, y disfrutar de la noche.

* * *

De forma simultánea, a lo largo de la historia, han cohabitado Trinis:
Proletarias: que se han levantado y se levantan como todos y todas ante el sonido del despertador, cuando la ciudad comienza a funcionar. Han acudido y acuden al centro de trabajo, cumplen con su competencia, sin esperar medalla del patrón, y sin agradecerle el salario, dado que entre ellos hay un acuerdo: trabajo-salario, ella cumple con su parte, y la persona que ejerce el cargo de patrón, ha de cumplir con la que le corresponde. No espera alcanzar ningún cargo ejecutivo porque cree y defiende una organización estructurada en eje horizontal, frente al vertical, donde todos y todas sean tratados y tratadas por igual. Ante las exigencias patronales responde con participación activa en organizaciones de trabajadores que luchan por la autogestión y autoorganización obrera, conscientes de que los derechos de los que hoy disfrutan no son regalos patronales, sino luchas obreras conquistadas.
Ama de casa: término que asigna para la realización de tareas del hogar, diferenciándolo frente a "sus tareas" porque en la convivencia todos y todas comemos, todos y todas manchamos y todos y todas descansamos, así que todos y todas contribuimos.

Madre de sus hijos: que contribuye en los cuidados asistenciales que éstos requieren y participa de la educación de éstos, pero afortunadamente no ha olvidado que es madre y mujer a la par, y que necesita y quiere tiempo para ella, para disfrutarlo sola o en compañía.
Compañera de su compañero: con el que comparte un sinfín de actividades: culturales, de ocio, sindicales, sociales, sexuales, del hogar, del cuidado y educación de los hijos donde la opinión de ambos tiene el mismo valor, donde existe respeto, amor, confianza, una elección libre y madura, sin intereses económicos ni de status, sin contratos intermediarios que den veracidad a lo que sienten y quieren vivir y disfrutar.

Amiga de sus amigos y amigas: con los que comparte charlas constructivas y no comparativas, donde no se hace mención a lo que tengo, o al puesto de trabajo que desempeño, sino que se comparten experiencias, risas, copas, desgracias, lágrimas, momentos culturales, de ocio, de reivindicación, etc.
Compañera de reivindicación: que considera la lucha como un enriquecimiento personal y social, y que participa activamente en los movimientos sociales.
Esta Trini no es una "Superwoman", sino una mujer que exige y ofrece, a su entorno y a la sociedad; que por las mañanas, cuando se mira en el espejo dice ¡Ole, la tía que tengo ahí delante!, y, ¿sabéis por qué? Porque no anhela bienes materiales, porque no defiende el individualismo, porque no aboga en delegar el curso que ha de seguir su vida, porque no divaga sin más, porque no compara su patrimonio con el de la vecina, porque se quiere y quiere a los demás.

Tú, mujer, también puedes decidir que tipo de Trini quieres ser.


Ana Otero
FAI Grupo Tierra (Madrid)
 

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