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Estado español, Pensamiento :: 17/07/2023

Veintitrés tesis sobre la abstención en el 23‑J/2023

Petri Rekabarren
Solo cuan­do el pro­le­ta­ria­do goce de inde­pen­den­cia polí­ti­ca revo­lu­cio­na­ria esta­rá en con­di­cio­nes de emplear el elec­to­ra­lis­mo como ins­tru­men­to tác­ti­co de eman­ci­pa­ción

Ningún debate sobre si el parlamentarismo es útil y en qué medida lo es para la libertad humana, o si por el contrario es un instrumento del capital para limitar esa libertad con excusas legalistas, puede sostenerse con abstracciones, al margen de las lecciones de la historia e ignorando la extrema gravedad de las contradicciones sociales. Ningún dogmatismo sirve nunca para nada, tampoco cuando hay que discernir sobre el valor del abstencionismo o el voto en tal o cual elección o en todas, sobre si acudir permanentemente al hemiciclo parlamentario o solo en determinados momentos, o nunca. Por esto, antes de pasar a la síntesis de nuestro llamamiento a la abstención en las elecciones generales del Estado español del próximo 23 de este mes de julio, vamos a ofrecer unos datos básicos sobre el presente.

  1. El gobierno espa­ñol man­ten­drá la Ley Mor­da­za que ha cas­ti­ga­do con diver­sas san­cio­nes a no menos de 250.000 per­so­nas, en su mayo­ría de cla­se tra­ba­ja­do­ra y, sobre todo, pro­gre­sis­tas y revo­lu­cio­na­rias. Cen­te­na­res de miles de per­so­nas están pasi­vas ante las injus­ti­cias que sufren por mie­do a la Ley Mor­da­za. Ade­más, el gobierno ha crea­do casi 15.000 pla­zas netas de fuer­zas repre­si­vas, que ascien­den aho­ra mis­mo a casi 157.000, el mayor núme­ro en la his­to­ria de la repre­sión espa­ño­la. Los múl­ti­ples cuer­pos poli­cia­les siguen apli­can­do la tor­tu­ra y los malos tra­tos casi con abso­lu­ta impu­ni­dad judi­cial y legal, en medio de un silen­cio cri­mi­nal por par­te de la «pren­sa demo­crá­ti­ca», lo que le hace cóm­pli­ce de ese cri­men de lesa huma­ni­dad. La mili­ta­ri­za­ción ha pene­tra­do en los más peque­ños rin­co­nes de la socie­dad bajo la mira­da son­rien­te del impe­ria­lis­mo no solo con la excu­sa de la gue­rra impe­ria­lis­ta con­tra Rusia, sino por la mis­ma lógi­ca inter­na del desa­rro­llo capitalista.
  2. La into­le­ra­ble amplia­ción de las fuer­zas repre­si­vas res­pon­de a que el capi­tal espa­ñol sabe que su Esta­do y su eco­no­mía sufre la peor cri­sis estruc­tu­ral de su his­to­ria, lo que le obli­ga a mul­ti­pli­car sus medios de vio­len­cia para derro­tar las pre­vi­si­bles luchas obre­ras y de libe­ra­ción nacio­nal. ¿Cómo no van a haber pro­tes­tas ante la peti­ción ofi­cial del Círcu­lo de Empre­sa­rios de pos­po­ner la edad de jubi­la­ción has­ta los 72 años? ¿Cómo con­te­ner la rabia de ese 9% de la pobla­ción esta­tal en extre­ma pobre­za, cuan­do hace dos años era del 7%, y cuan­do el poder de com­pra ha caí­do 4,5% en dos años, y un ter­cio de la juven­tud es pobre según estu­dios oficiales?
  3. ¿Qué decir cuan­do los gas­tos esen­cia­les para la vida en las fran­jas más empo­bre­ci­das ha subi­do del 79% al 87% de la ren­ta bru­ta y en las fran­jas medias del 44% al 49%? ¿Qué vio­len­cias hacen fal­ta para con­te­ner a una juven­tud que no pue­de adqui­rir una vivien­da has­ta los 30 años de edad? ¿Cómo expli­car que las empre­sas pagan un 45% menos de impues­tos en los últi­mos quin­ce años, pero los impues­tos al con­su­mi­dor popu­lar han aumen­ta­do un 50%?
  4. ¿Quién dice la ver­dad, la esta­dís­ti­ca ofi­cial o el demo­le­dor infor­me de 2020 del Rela­tor de la ONU para la pobre­za en el Esta­do mos­tran­do que ya enton­ces la pobre­za esta­ba «gene­ra­li­za­da»? Según un estu­dio recien­te, la «cali­dad de vida» en el Esta­do con­sis­te en «pobre­za, exclu­sión viven­cial y anti­de­pre­si­vos», dra­ma viven­cial que en par­te expli­ca el aumen­to del terro­ris­mo patriar­cal, el racis­mo, el fas­cis­mo… ¿Com­pren­de­mos así el des­con­cier­to de un apo­lo­ge­ta del gobierno al inten­tar expli­car que la eco­no­mía va «bien» para los ricos, pero mal para las per­so­nas pobres, lo que cau­sa «males­tar social»? Pero todo pue­de empeo­rar por­que inde­pen­dien­te­men­te de quien gane las elec­cio­nes, «el pró­xi­mo gobierno obli­ga­rá a apre­tar­se el cin­tu­rón» según se afir­ma en El País de 1 de julio. Sabe­mos a quie­nes nos lo apre­ta­rán al máxi­mo, a gol­pes si hace fal­ta y si les dejamos.
  5. Eus­kal Herria tie­ne una par­te de su pue­blo bajo domi­na­ción fran­ce­sa, y ahí la lucha de libe­ra­ción nacio­nal de cla­se avan­za con sus rit­mos pro­pios, impul­sa­da por el ata­que inmi­se­ri­cor­de de su bur­gue­sía con­tra los ele­men­ta­les dere­chos socia­les, labo­ra­les…, de toda índo­le en suma. El impe­ria­lis­mo fran­cés va en caí­da libre, la pro­duc­ti­vi­dad de su indus­tria no pue­de com­pe­tir en el mer­ca­do inter­na­cio­nal, su ejér­ci­to enve­je­ce y no sir­ve para gue­rras «gran­des» sino solo para esca­ra­mu­zas en el Sahel. La lucha de cla­ses tien­de a cre­cer a la vez que lo hace el fas­cis­mo: el rear­me es vital para la bur­gue­sía fran­ce­sa tan­to para la dura repre­sión inter­na como para sos­te­ner su impe­ria­lis­mo. Y la pre­gun­ta es ¿ha vali­do la «demo­cra­cia par­la­men­ta­ria» a las cla­ses y pue­blos explo­ta­dos para fre­nar esta ava­lan­cha reac­cio­na­ria o para legitimarla?
  6. Pero para ana­li­zar los cre­cien­tes lími­tes del par­la­men­ta­ris­mo, Ale­ma­nia tam­bién nos apor­ta lec­cio­nes valio­sas: su bur­gue­sía ha impues­to el mayor rear­me des­de el nazis­mo. De hecho, todas las bur­gue­sías impe­ria­lis­tas lo están hacien­do, des­de Esta­dos Uni­dos has­ta Japón, pasan­do por Aus­tra­lia. El gas­to públi­co ale­mán para 2024 ha sido redu­ci­do en no menos de 32.000 millo­nes de euros cuan­do, en 2022, casi 2l% de la pobla­ción esta­ba en la pobre­za. El gas­to mili­tar ascen­de­rá al 2% del PIB en 2024, más del doble del de 2014. La infan­cia obre­ra y por tan­to sus madres, sobre todo las migran­tes, es el sec­tor más cas­ti­ga­do por el rear­me inten­si­vo: el Minis­te­rio de la Fami­lia esti­ma 12.000 millo­nes de euros nece­sa­rios para com­ba­tir esta par­te de la pobre­za cre­cien­te, pero solo se le dan 2.000 millo­nes de euros.
  7. Aun­que el Esta­do ale­mán ya ha recor­ta­do en sus gas­tos buro­crá­ti­cos 20.000 millo­nes de euros, quie­re redu­cir otros 14.400 más en 2025 – 2027: la drás­ti­ca reduc­ción pre­su­pues­ta­ria aumen­ta­rá el empo­bre­ci­mien­to que se agra­va­rá por la infla­ción, los pre­cios de alqui­le­res y ener­gía, etc., lo que augu­ra el ascen­so del nazis­mo y tam­bién de la lucha de cla­ses. Tan­ta aus­te­ri­dad y gas­to ¿para qué? Para armas, para com­pen­sar la caí­da de la tasa de ganan­cia con el fin de rees­truc­tu­rar la indus­tria en decli­ve ante el arro­lla­dor avan­ce de la pro­duc­ti­vi­dad y de la supe­rio­ri­dad mili­tar de Eura­sia, de los BRICS, del Sur Glo­bal, etc. Del mis­mo modo que la Repú­bli­ca de Wei­mar en 1918 – 1933 no derro­tó a Hitler sino que con su blan­den­gue­ría lo ayu­do a tomar el poder, aho­ra nos pre­gun­ta­mos lo mis­mo ¿el Par­la­men­to ha con­te­ni­do la pobre­za cre­cien­te y el ascen­so nazi? La mis­ma pre­gun­ta debe­mos hacer­nos con res­pec­to Por­tu­gal, Ita­lia, Esta­do espa­ñol e inclu­so al fran­cés tras el fra­ca­so del fren­te­po­pu­lis­mo… com­pa­ran­do aque­lla épo­ca con la actual. La abs­ten­ción en las actua­les con­di­cio­nes engar­za direc­ta­men­te con aque­llos fra­ca­sos par­la­men­ta­rios fren­te al avan­ce reac­cio­na­rio y fascista.
  8. Por no exten­der­nos en reali­da­des que sufri­mos, pero sí yen­do al núcleo del fra­ca­so his­tó­ri­co del par­la­men­ta­ris­mo para derro­tar las ofen­si­vas con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rias del capi­tal, vea­mos qué está suce­dien­do en Esta­dos Uni­dos en lo deci­si­vo: la salud huma­na en gene­ral y la de las cla­ses explo­ta­das en con­cre­to. A comien­zos de julio de este año, has­ta el New York Times reco­no­cía que Esta­dos Uni­dos «vive con dine­ro pres­ta­do». La bur­gue­sía quie­re redu­cir al míni­mo el gas­to públi­co en salud bási­ca –Medi­ca­re y el segu­ro social de super­vi­ven­cia– para man­te­ner la pro­duc­ti­vi­dad media del tra­ba­jo, para rear­mar­se, rees­truc­tu­rar su eco­no­mía y con­te­ner de algún modo su decli­ve: Esta­dos Uni­dos pro­du­ce y ven­de el 40% de las armas del mun­do. La pren­sa dice que uno de los mayo­res gas­tos es el de la salud popu­lar y que esta debe pri­va­ti­zar­se del todo. En reali­dad, la impa­ga­ble deu­da yan­qui res­pon­de a cua­tro gran­des razo­nes: ejér­ci­to, recor­tes fis­ca­les, res­ca­tes de empre­sas pri­va­das y pago de intere­ses: debe pri­va­ti­zar­se la salud para redu­cir en lo posi­ble la gigan­tes­ca deu­da cuyo esta­lli­do ame­na­za el poder del dólar. La fla­man­te «demo­cra­cia par­la­men­ta­ria» no ha podi­do dete­ner este ata­que con­tra la salud popular.
  9. Hemos recu­rri­do a unos pocos ejem­plos del con­jun­to de ellos dis­po­ni­bles sobre una cons­tan­te en la his­to­ria: el sis­te­ma elec­to­ral y par­la­men­ta­rio ha ser­vi­do para man­te­ner el orden esta­ble­ci­do en momen­tos crí­ti­cos y tam­bién para faci­li­tar la vic­to­ria fas­cis­ta cuan­do esa «demo­cra­cia» ha sido cobar­de, ha fre­na­do la lucha popu­lar anti­fas­cis­ta, no ha pre­pa­ra­do a la cla­se obre­ra para momen­tos peo­res. Ha ser­vi­do para ello siem­pre que han coin­ci­do dos fac­to­res: una debi­li­dad pro­fun­da de las cla­ses opri­mi­das para impo­ner, pri­me­ro, en la calle su inde­pen­den­cia estra­té­gi­co-polí­ti­ca y, segun­do y como efec­to de lo ante­rior, para uti­li­zar pun­tual­men­te el par­la­men­to como ins­tru­men­to revo­lu­cio­na­rio tác­ti­co, nun­ca deci­si­vo, siem­pre supe­di­ta­do a la lucha de libe­ra­ción nacio­nal de cla­se. ¿Exis­ten aho­ra ambos fac­to­res? Toda­vía no. Hay que crear­los ¿y mien­tras tanto?
  10. Todos los avan­ces en dere­chos se han logra­do pri­me­ro y sobre todo median­te duros com­ba­tes popu­la­res, con más o menos san­gre del pue­blo. Las cla­ses domi­nan­tes solo han con­ce­di­do par­te de esas rei­vin­di­ca­cio­nes cuan­do no tenían más reme­dio y para qui­tar pre­sión a la cal­de­ra social: el par­la­men­to y las elec­cio­nes, ade­más de otras ins­ti­tu­cio­nes, han ayu­da­do sobre­ma­ne­ra a las vic­to­rias bur­gue­sas. En todos los casos, la amplia­ción de dere­chos ha sido par­cial o total­men­te anu­la­da por la bur­gue­sía median­te el tru­co de sacar las par­tes deci­si­vas del poder esta­tal afec­ta­dos por esos dere­chos del con­trol «demo­crá­ti­co del par­la­men­to», hacién­do­las inac­ce­si­bles del todo al pro­le­ta­ria­do y más aún a las nacio­nes opri­mi­das, sub­sis­tien­do úni­ca­men­te el «dere­cho al pata­leo». Bajo gran­des movi­li­za­cio­nes, el capi­tal pue­de con­ce­der rei­vin­di­ca­cio­nes depen­dien­do de los con­tex­tos socio­eco­nó­mi­cos, pero nun­ca jamás entre­ga­rá pací­fi­ca­men­te su pro­pie­dad, ejér­ci­to y Esta­do. Ade­más y según las cir­cuns­tan­cias, antes o des­pués, el capi­tal siem­pre con­tra­ata­ca para redu­cir o des­truir los peque­ños dere­chos que no ha teni­do más reme­dio que conceder.
  11. La reduc­ción del poder for­mal del par­la­men­to en el capi­ta­lis­mo es inver­sa al aumen­to del poder real de la bur­gue­sía fue­ra del par­la­men­to, en apa­ra­tos esta­ta­les, para­es­ta­ta­les y extra­es­ta­ta­les pero con­tro­la­dos por el capi­tal. Hay una razón de fon­do que lo expli­ca y a la vez exi­ge que ese vacia­mien­to se ace­le­re con el tiem­po: la dia­léc­ti­ca entre la lucha de cla­ses de los y las opri­mi­das, por un lado, y los cre­cien­tes obs­tácu­los que fre­nan el ciclo ente­ro de rea­li­za­ción del bene­fi­cio y de acu­mu­la­ción amplia­da de capi­tal, por otro. Hay que insis­tir en que, de nue­vo, la his­to­ria del capi­ta­lis­mo demues­tra la exis­ten­cia de esta dia­léc­ti­ca, que se ace­le­ra en las fases de cri­sis estruc­tu­ra­les para ase­gu­rar el poder bur­gués, y se ralen­ti­za en las fases de «nor­ma­li­dad social» cuan­do la lucha de cla­ses se ate­núa y has­ta «des­apa­re­ce» en apa­rien­cia. Pero esta dia­léc­ti­ca nun­ca se detie­ne del todo: la ten­den­cia a los lla­ma­dos «Esta­dos fuer­tes» que pri­man más la «segu­ri­dad» sobre la «liber­tad», según el tram­po­so dile­ma de «segu­ri­dad y/​o liber­tad», aumen­ta en el trán­si­to de la fase colo­nial a la fase impe­ria­lis­ta, y aho­ra mis­mo es inne­ga­ble, lo que faci­li­ta el ascen­so del fascismo.
  12. Este vacia­mien­to del poder for­mal que se ejer­ce cada cua­tro años sobre todo en cues­tio­nes pro­to­co­la­rias, pro­pa­gan­dís­ti­cas y de ima­gen, refuer­za el poder real del capi­tal que lo ejer­ce día a día, segun­do a segun­do deter­mi­nan­do la vida del pue­blo sin que este se ente­re en abso­lu­to. Quie­nes se ente­ran y se orga­ni­zan para denun­ciar esa esta­fa son mar­gi­na­dos y/​o repri­mi­dos. Día a día el capi­tal impo­ne sus leyes con­cre­tas, la inmen­sa mayo­ría de las cua­les, si no su tota­li­dad, pasan des­aper­ci­bi­das o son silen­cia­das por la pren­sa, aun­que las sufra el pro­le­ta­ria­do, sobre todo las muje­res y los pue­blos opri­mi­dos. La apa­rien­cia lega­lis­ta del «trá­mi­te par­la­men­ta­rio» gene­ra una fic­ción de demo­cra­cia que no exis­te en la reali­dad. Esa fic­ción se renue­va cada cua­tro años. Aho­ra sufri­mos uno de esos momen­tos de masi­va manipulación.
  13. Se nos dice que las elec­cio­nes son el momen­to en el que se expre­sa la ver­da­de­ra volun­tad del pue­blo, que por eso hay que votar, a pesar de la reali­dad que aca­ba­mos de ver. A la luz de la sar­ta de men­ti­ras, medias ver­da­des, mani­pu­la­cio­nes, silen­cios, cen­su­ras y malas artes dia­rias de los medios bur­gue­ses, res­pon­de­mos que no es ver­dad que las elec­cio­nes refle­jen la volun­tad popu­lar, si por «volun­tad popu­lar» enten­de­mos la lúci­da y crí­ti­ca con­cien­cia de la explo­ta­ción que sufre y de los méto­dos para aca­bar con ella.
  14. La crí­ti­ca deci­si­va con­tra las elec­cio­nes bur­gue­sas, y por tan­to de los argu­men­tos sobre la uti­li­za­ción revo­lu­cio­na­ria que pue­de hacer­se de ellas, sur­ge de las raí­ces de la explo­ta­ción social gene­ra­li­za­da y de la des­truc­ción de la capa­ci­dad de pen­sa­mien­to crí­ti­co, libre y éti­ca­men­te soli­da­rio que impo­ne esa explo­ta­ción, es decir la feti­chi­za­ción, la cosi­fi­ca­ción, la reifi­ca­ción del ser humano redu­ci­do a eso, a cosa que ado­ra feti­ches como la demo­cra­cia bur­gue­sa, el par­la­men­ta­ris­mo como labe­rin­to buro­crá­ti­co que des­orien­ta, ago­ta e inte­gra la mayo­ría de las rei­vin­di­ca­cio­nes, jus­ti­fi­can­do así la repre­sión de las que no acep­tan la derro­ta. Si a esto le suma­mos la natu­ra­le­za patriar­co-bur­gue­sa y espa­ño­lis­ta del sis­te­ma par­la­men­ta­rio monár­qui­co, impues­to median­te una impre­sio­nan­te cam­pa­ña de pro­me­sas, mie­do al fas­cis­mo y repre­sión de la izquier­da hace casi medio siglo y recor­ta­da a peor des­de enton­ces, com­pren­de­mos que el par­la­men­to del capi­tal siem­pre ha sido y será una tram­pa para el movi­mien­to revo­lu­cio­na­rio. ¿Enton­ces, cómo deci­dir si votar o no votar en tal o cual elec­ción, y cómo uti­li­zar ese voto en el pan­ta­nal par­la­men­ta­rio y fue­ra de él, en la lucha dia­ria, sobre todo?
  15. Lo pri­me­ro a tener en cuen­ta en el con­tex­to actual es que el futu­ro gobierno, sea el que sea, cum­pli­rá con las férreas exi­gen­cias de aus­te­ri­dad que le exi­ge el impe­ria­lis­mo. Si ese gobierno es del supues­to «blo­que refor­mis­ta», tam­bién las cum­pli­rá, él más los otros refor­mis­mos que le apo­yan: que nadie se lle­va a enga­ño, ni Sumar, ni ERC-EHBil­du, ni Com­pro­mís, etc., van a impul­sar gran­des y sos­te­ni­dos movi­mien­tos obre­ros y popu­la­res con­tra esas medi­das. Se limi­ta­rán al «dere­cho de pata­leo» par­la­men­ta­rio. Saben que en las actua­les con­di­cio­nes, se pue­den «des­con­tro­lar» esas movi­li­za­cio­nes por la izquier­da, y si se ven en la nece­si­dad impe­rio­sa de con­vo­car algu­na se cui­da­rán muy mucho de tener­la ata­da y bien ata­da, para des­mon­tar­la nada más aca­bar: todo con tal de man­te­ner la «nor­ma­li­dad social», desier­to psi­co­po­lí­ti­co sin el cual no ten­drían votos.
  16. Es cier­to que el pata­leo par­la­men­ta­rio pue­de obte­ner muy con­ta­dí­si­mas y débi­les refor­mas mayo­ri­ta­ria­men­te anhe­la­das –pen­sio­nes, terro­ris­mo patriar­cal, vivien­da, sala­rios, con­su­mo, salud, etc. – , pero debe­mos saber al menos cua­tro cosas: una, el refor­mis­mo ha hin­cha­do men­ti­ro­sa­men­te estas con­quis­tas muy débi­les, que en reali­dad tie­nen un alcan­ce mucho más res­trin­gi­do y enga­ño­so como ya lo ha demos­tra­do la sóli­da crí­ti­ca de la izquier­da; dos, no han dete­ni­do en modo alguno el empo­bre­ci­mien­to cre­cien­te, el dete­rio­ro de la cali­dad de vida y el ascen­so dere­chis­ta, mien­tras que sí han man­te­ni­do la peli­gro­sa fic­ción del par­la­men­ta­ris­mo como úni­ca y exclu­yen­te for­ma de hacer polí­ti­ca, por lo que han ayu­da­do a des­ac­ti­var luchas en ascen­so debi­li­tan­do así la auto­or­ga­ni­za­ción del pro­le­ta­ria­do y su inde­pen­den­cia polí­ti­co-estra­té­gi­ca; tres, han sido con­ce­di­das no solo por la pre­sión popu­lar sino en reali­dad para inten­tar con­te­ner el avan­ce de la extre­ma dere­cha; y, cua­tro, nin­gu­na de ellas afec­ta a la esen­cia del poder bur­gués –eco­no­mía, Esta­do, ejér­ci­to – , como se ha vis­to en la lla­ma­da «refor­ma labo­ral» aplau­di­da por la CEOE.
  17. Que sean sim­ples refor­mas acep­ta­bles por la bur­gue­sía en su con­jun­to, aun­que no por algu­nos de sus sec­to­res más faná­ti­cos y cega­tos, no nie­ga que mejo­ren en algo la vida de sec­to­res del pro­le­ta­ria­do y de los pue­blos opri­mi­dos. Sin embar­go, esta mejo­ra par­cial y muy limi­ta­da se con­vier­te en una tram­pa glo­bal por­que no va inser­ta en una estra­te­gia revo­lu­cio­na­ria orien­ta­da a la toma del poder por la izquier­da, sino que apun­ta­la la fic­ción par­la­men­ta­ria como úni­co espa­cio de «jue­go polí­ti­co». Una tram­pa reac­cio­na­ria en la actual cri­sis impe­ria­lis­ta. La úni­ca for­ma de lograr que esos tími­dos pasos se inte­gren en otros y todos ellos, sinér­gi­ca­men­te, vayan hacia la crea­ción de un poder obre­ro, es la sis­te­má­ti­ca pra­xis comu­nis­ta ejer­ci­da fue­ra del par­la­men­to, sin nin­gu­na hipo­te­ca por haber pedi­do el voto al reformismo.
  18. Esta crí­ti­ca indu­bi­ta­ble tie­ne aún más valor si es el blo­que dere­chis­ta el que for­ma gobierno por­que, a no tar­dar, empe­za­rá a des­truir una a una, o muchas a la vez, todas esas y otras con­quis­tas. Siem­pre ha sido así. Y será en esos momen­tos cuan­do eche­mos en fal­ta el toda­vía esca­so arrai­go de las orga­ni­za­cio­nes revo­lu­cio­na­rias en el seno del pue­blo tra­ba­ja­dor y el man­te­ni­mien­to de su cre­du­li­dad pasi­va en la dema­go­gia refor­mis­ta. Ya hemos dicho que el refor­mis­mo en la opo­si­ción no va a «lan­zar­se a la calle» de mane­ra estra­té­gi­ca y sis­te­má­ti­ca, con­ti­nua­da, lo máxi­mo que hará, si lo hace, es orga­ni­zar algu­nos actos ais­la­dos y ceñi­dos al orden. Resul­ta­do de tal orde­nan­cis­mo, las cla­ses y nacio­nes opri­mi­das ape­nas ofre­ce­rán una resis­ten­cia seria y lo que es peor, no habrán desa­rro­lla­do una estra­te­gia de des­truc­ción del poder eco­nó­mi­co, esta­tal y mili­tar de la bur­gue­sía, que hará lo que le ven­ga en gana.
  19. Se nos dice que el voto al refor­mis­mo, aun­que sea «tapán­do­se la nariz», nos legi­ti­ma para exi­gir­le cuen­tas cuan­do trai­cio­ne al pue­blo. Decir esto es mos­trar una igno­ran­cia abso­lu­ta de la buro­cra­cia refor­mis­ta, que silen­cia, expul­sa y ayu­da a cri­mi­na­li­zar a cual­quier disi­den­cia inter­na una vez que la ha expri­mi­do como a un limón en bene­fi­cio suyo. La buro­cra­cia es impla­ca­ble por nece­si­dad y por deseo: no pue­de tole­rar la míni­ma crí­ti­ca radi­cal, y las «cons­truc­ti­vas» solo mien­tras las pue­da mani­pu­lar. La buro­cra­cia sobor­na, coop­ta y com­pra a las per­so­nas crí­ti­cas, las con­de­na al ostra­cis­mo interno, o las expul­sa. Antes de esas crí­ti­cas bien­in­ten­cio­na­das la buro­cra­cia ya ha crea­do una estruc­tu­ra ver­ti­cal for­ma­da en la ideo­lo­gía refor­mis­ta, feliz con el aumen­to cuan­ti­ta­ti­vo de votos aún a cos­ta del giro al cen­tro que com­pen­sa la pér­di­da de votos por la izquier­da. Los afi­lia­dos y subs­crip­to­res –que no mili­tan­tes – , refor­mis­tas son inqui­si­do­res fer­vien­tes en las pur­gas de la «izquier­da pro­vo­ca­do­ra», aun­que hayan vota­do a su partido.
  20. Por tan­to, quien vote al refor­mis­mo ha de pre­gun­tar­se pri­me­ro sobre la uti­li­dad prác­ti­ca de su voto: ¿ser­vi­rá para la revo­lu­ción o para apun­ta­lar al capi­tal y des­ani­mar y divi­dir al pro­le­ta­ria­do? Ya que habla­mos de elec­cio­nes gene­ra­les en el Esta­do espa­ñol: ¿aca­so no ha ocu­rri­do siem­pre des­de 1979 que la vic­to­ria refor­mis­ta ha for­ta­le­ci­do a una monar­quía corrup­ta e incon­ci­lia­ble con la míni­ma demo­cra­cia? Segun­do y a la vez, debe pre­gun­tar­se sobre la uti­li­dad teó­ri­ca, éti­ca, filo­só­fi­ca de su voto: ¿cómo pue­do exten­der la éti­ca, la filo­so­fía y la teo­ría comu­nis­ta en una buro­cra­cia abier­ta o sola­pa­da­men­te anti­co­mu­nis­ta? La mise­ria inte­lec­tual del refor­mis­mo, su recha­zo explí­ci­to de la dia­léc­ti­ca mar­xis­ta, por ejem­plo, más la efec­ti­vi­dad de las pur­gas buro­crá­ti­cas, demues­tran que es impo­si­ble exten­der el mar­xis­mo, a no ser que esté des­vir­tua­do al extre­mo como una nue­va ver­sión social­de­mó­cra­ta. Otro ejem­plo: ¿por qué el refor­mis­mo se nie­ga a impul­sar una Repú­bli­ca siquie­ra bur­gue­sa y fede­ral? Cual­quier demó­cra­ta bur­gués autén­ti­co sabe que el pri­mer requi­si­to para que pue­da empe­zar­se a hablar de dere­cho, liber­tad, igual­dad, etc., es abo­lir pre­via­men­te la monar­quía y con ella la dic­ta­du­ra de la cas­ta nacio­nal-cató­li­ca y mili­tar tan fun­da­men­tal en el nacio­na­lis­mo impe­ria­lis­ta espa­ñol: ¿Enton­ces?
  21. Pero sobre todo, y en ter­cer lugar, al ser las elec­cio­nes en el mar­co esta­tal, los pue­blos opri­mi­dos debe­mos res­pon­der con más pre­ci­sión a esas pre­gun­tas tenien­do en cuen­ta que nues­tra libe­ra­ción nacio­nal se rea­li­za en un mar­co autó­no­mo de lucha de cla­ses, es decir, con rit­mos e inten­si­da­des pro­pias dife­ren­tes a la de la lucha en el Esta­do. El anda­mia­je par­la­men­ta­rio-elec­to­ral, los cimien­tos lega­les que lo ampa­ran nos son impues­tos por la fuer­za de las armas del Esta­do espa­ñol: en modo alguno son neu­tra­les, sino opre­so­res. La nece­si­dad de dotar­nos de orga­ni­za­cio­nes comu­nis­tas de libe­ra­ción nacio­nal es la úni­ca garan­tía que tene­mos para no ser engu­lli­dos por la lógi­ca esta­ta­lis­ta como lo ha sido el sobe­ra­nis­mo reformista.
  22. Aho­ra bien, del mis­mo modo en que hemos expues­tos estas tesis sobre las elec­cio­nes del pró­xi­mo 23 de julio con la mayor con­cre­ción posi­ble den­tro de las limi­ta­cio­nes de espa­cio, tam­bién deci­mos que deben ser adap­ta­das a los dife­ren­tes con­tex­tos de lucha nacio­nal de cla­se, esta­tal y euro­pea, así como a las dife­ren­tes elec­cio­nes: muni­ci­pa­les, fora­les, etc., siem­pre según la dia­léc­ti­ca de lo con­cre­to y de los obje­ti­vos últi­mos de la revo­lu­ción comu­nis­ta. El deba­te sobre los modos y fines de la par­ti­ci­pa­ción o la abs­ten­ción en cual­quie­ra de las ins­ti­tu­cio­nes del capi­tal espa­ñol, por­que todas lo son, inclu­so las euro­peas, siem­pre se ha de rea­li­zar des­de el méto­do mar­xis­ta, nun­ca des­de la ideo­lo­gía reformista.
  23. En sín­te­sis: en la fase actual del capi­ta­lis­mo, solo cuan­do el pro­le­ta­ria­do goce de la sufi­cien­te inde­pen­den­cia polí­ti­ca revo­lu­cio­na­ria auto­or­ga­ni­za­da esta­rá en con­di­cio­nes de emplear el elec­to­ra­lis­mo como ins­tru­men­to tác­ti­co de eman­ci­pa­ción, supe­di­ta­do a la fuer­za orga­ni­za­da polí­ti­ca­men­te en el exte­rior del par­la­men­to y diri­gi­do por ella. En el caso de las elec­cio­nes esta­ta­les, esta exi­gen­cia es inclu­so más estric­ta por las razo­nes vis­tas. La abs­ten­ción inter­na­cio­na­lis­ta y anti­im­pe­ria­lis­ta en estas elec­cio­nes del 23 de julio es la úni­ca pra­xis eman­ci­pa­do­ra posible.

13 de julio de 2023
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