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Estado español :: 25/12/2011

Vencedores y vencidos de la globalización económica

Víctor Atobas
Las situaciones de todos los colectivos (salvo el empresarial, por supuesto) han visto empeoradas sus condiciones laborales y sociales

Antes de la crisis del capitalismo, que cada vez se desarrolla con mayor virulencia, desde algunos ámbitos la globalización era tomada como positiva ya que – según esas opiniones- mejoraba las relacionales laborales y facilitaba la consolidación del Estado de Bienestar. Pues bien, el siguiente mapa (que recorre diferentes colectivos, situaciones e impresiones) dibuja una geografía que podría exportase a otros muchos lugares (está pensado para el Estado español) y a otros tiempos pretéritos.

Resulta evidente que las grandes triunfadoras del proceso de globalización son las empresas multinacionales, las entidades económicas que se aprovechan de los medios naturales y de la riqueza del país al que acuden a explotar, pero también ganan los países consolidados como Estados Unidos - y otros que sustentan su crecimiento elevado en la exportación como China. Pero no debemos caer aquí en error, los estados y sus grandes corporaciones son las que obtienen rédito de este proceso mundial y no los trabajadores. También en el ámbito de las ideas tenemos un gran ganador; el neoliberalismo, que ha triunfado en la batalla ideológica como comentaba Fukuyama en cierto sentido en “El fin de la Historia y el último hombre” (1992).

Los perdedores son los trabajadores, que han visto cómo se globalizaban también los aspectos negativos, sobre todo en el ámbito contractual y de derechos. Los proletarios han empeorado, desde la caída de la socialdemocracia con la crisis del petróleo del año 1973, en sus condiciones laborales.

A continuación vamos a exponer los motivos por los cuales se incrementan las desigualdades sociales; por una parte los trabajadores (oprimidos) y por otra los empresarios (opresores) y vamos a ver en qué situación se encuentran los primeros y en cuál los segundos.

Situación contractual: Se han extendido las prácticas en la que las empresas contratan por un periodo corto de tiempo (nacen los contratos por horas) y que luego prescinden de los trabajadores acabando así con la reducida seguridad que existe en estos momentos en el puesto de trabajo. Muchos obreros ni siquiera cuentan con un contrato ya que la remuneración, con el objetivo de evadir el pago de impuestos, se proporciona en negro. Esto conlleva que existan miles de personas que no cotizan a la Seguridad Social y que corren un gran riesgo laboral y, además, cuya pensión se reducirá en por ello. Las condiciones del contrato las impone la patronal y, en muchos casos, nos encontramos con la sobrecualificación de trabajadores que, aún teniendo titulación universitaria, acaban en puestos que no son acordes al esfuerzo que ha requerido la obtención de tal título académico.

Empresas de Empleo Temporal: Las llamadas ETTS han proliferado, al igual de una permisiva situación de la legislación al respecto, y han generado que muchos jóvenes deban acudir a ellas para encontrar un empleo que con toda seguridad no cumplirá unas condiciones salariales ni laborales mínimas o aceptables. Pero como encontrar una ocupación es obligatorio para obtener una remuneración con la que mantenerse, se ven obligados a hacerlo.

Capacidad de negociación: las condiciones de trabajo, en numerosas ocasiones, son impuestas por la patronal que sólo deja dos opciones, la forma que ellos proponen o el despido. Ya que la competitividad es tan alta que podrán encontrar mano de obra barata si los representantes de los proletarios deciden rechazar la imposición de la que hablamos. Esto puede verse fácilmente en el tiempo de trabajo, ya que antes que contratar a otras personas suele ampliarse la jornada laboral por obligación y no por acuerdo de ambas partes.

Salarios: El 20% de la población española se encuentra en situación de pobreza o extrema pobreza. Y es que, a parte del grave problema que supone el desempleo también cabe reseñar que los salarios (sobre todo en determinados sectores) se hallan por debajo de los mil euros mensuales. Parece ser que algunos empleos (sector de la construcción, limpieza, etc.) son menos que otros, pero las ciudades no crecerían sin edificar y tampoco funcionarían sin basureros que limpiasen las calles.

Movilidad: Ciertas empresas obligan a sus empleados a desplazarse a otro lugar de su ubicación actual, donde guardan relaciones personales y sociales, para desarrollar su ocupación. Teniendo que abandonar a amistades y familiares, produciéndose una situación quejumbrosa al estar impuesta.

Riesgo laboral: Un tema escondido por los medios de comunicación dominantes que causa decenas de fallecimientos al año por temas de cuestiones laborales. Y es que, aunque las estadísticas continúen mejorando, lo cierto es que una persona en determinada ocupación laboral puede ver peligrar su vida en ciertos momentos. Las empresas tratan de ahorrar con el objetivo de obtener los máximos beneficios posibles, prescindiendo o poniendo el máximo énfasis en escatimar en la prevención de riesgos laborales.

Deslocalizaciones: Con la globalización el mercado se ha mundializado. Las corporaciones, como acabamos de comentar, buscan el mayor rédito y por ello no dudarán en abandonar las localizaciones actuales para obtener una mano de obra más barata. A veces se tiende a pensar que las empresas tienen una relación directa con su entorno, pero para las sociedades capitalistas medianas o grandes no importan las personas sino el beneficio. Los trabajadores no llegan a tener relación con sus jefes, sólo en las pequeñas empresas se crea una relación de afinidad con el entorno.

Irregularidades: La falta de afiliación a la Seguridad Social, los trabajos sin relación contractual y la falta de remuneración en ciertas multinacionales u otro tipo de empresas a la hora de pagar las horas extras son un problema. En el último caso el problema reside en que se obliga al trabajador a llevar a cabo esas horas sin fichar, o se paga ese dinero sin fiscalizar como ya hemos comentado.

Colectivo de inmigrantes: Son los más desfavorecidos, sin duda. La inmensa mayoría de los que empiezan a trabajar en sus respectivos países de origen lo hacen sin contrato, sin garantías y sin cotizar al sistema sanitario del país en el que se encuentren.

Colectivo joven: La movilidad también afecta en gran medida a los jóvenes, dado que se hace necesario con ciertas reformas de estudios trasladarse a otros países o regiones. Y, pese a que existen becas para ello, hay muchos que se quedan sin la posibilidad de hacerlo. A su vez el empleo precario es donde más daño hace, ya que se considera que estas personas por su falta de experiencia pueden cobrar menos. Incluso también la sobrecualificación citada antes los afecta en gran medida.

La mujer: Las tareas del hogar no se llegan a considerar empleo pese a que cuando las realiza otra persona se paga por ello. El “efecto espejo” consiste en que las mujeres ven donde pueden llegar, hasta el techo, pero no pueden alcanzarlo porque aún persiste la supeditación al hombre. Esto se encuentra en que al realizar el mismo empleo las mujeres cobran menos. Tienen los altos puestos de las organizaciones vetados y siempre suele ser el hombre quien ostente esos cargos reservados para él.

Desempleados: En la época en la que nos ocupa, donde el neoliberalismo ha triunfado, el derecho a tener un trabajo se ve truncado por los fallos de un mercado que logra controlar absolutamente todo; generando crisis como la que vivimos ahora.

Sindicatos: Se ha producido un proceso en el cual los sindicatos hegemónicos han dejado de representar a los trabajadores en el sentido más estricto de la palabra, para pasar a una “competencia de poder” con el resto de organizaciones sindicales.

Huelga: El derecho a huelga se ve reducido por los empresarios que fagocitan a los trabajadores para que no realicen su derecho a huelga. Como vimos en las movilizaciones del 29-S, las entidades económicas pactan realizar el día señalado para la huelga como festivo. Además, los mass media atacan constantemente este tipo de arma social y laboral para desprestigiarla.

Colectivo empresarial: Aumentan sus beneficios día a día y tratan de diferenciarse con ciertas prácticas culturales y deportivas, hasta estéticas, que los separen claramente de la otra clase social. La globalización, la conquista de los mercados, ha potenciado aún más su poder.

Concluimos entonces que la globalización ha permutado las relaciones de trabajo, sí, pero a peor, puesto que como hemos visto las situaciones de todos los colectivos (salvo el empresarial, por supuesto) han visto empeoradas sus condiciones laborales y sociales. Los estados capitalistas también se han beneficiado, supeditándose a los mercados internaciones.

 

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