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Estado español :: 26/01/2018

[Video] Anguita presenta y defiende en público al "carnicero de Libia"

Cristobal García Vera
Julio Anguita, defendió siempre el supuesto carácter progresista de la Transición española y de la sacrosanta Constitución del 78

No son pocos los ciudadanos del Estado español que, reclamándose  o no como personas de "izquierdas", consideran a  Julio Anguita un "referente" político. Un papel que el  ex coordinador general de IU no ha tenido vergüenza alguna en asumir, postulándose a sí mismo como tal en más de una ocasión.

      Alrededor de la figura de Anguita creció en el curso de las últimas décadas una aureola mítica que él mismo contribuyó a alimentar, con la imprescindible colaboración de los medios de comunicación del sistema. Significativamente, los medios  de la derecha, los de centroizquierda y, más frecuentemente, los de la extrema derecha, no han tenido nunca problemas a la hora de prestar sus tribunas públicas a Don Julio. Una  suerte de "rara avis" exótica para ellos, que les ayudaba a presentarse como "plurales" y cuyo discurso, aún diferenciándose en algunos aspectos del de otros políticos institucionales, no ponía jamás en cuestión el Régimen político del 78 que el propio Anguita y su formación política contribuyeron a sostener.

    Julio Anguita, en efecto, defendió siempre el supuesto carácter progresista de la Transición española y de la sacrosanta Constitución del 78, y sus postreras y muy medidas críticas al Régimen español nunca han sido acompañadas de una oportuna autocrítica sobre su antigua convicción eurocomunista, su papel protagonista en el proceso de socialdemocratización del PCE iniciado por esa corriente o su pragmática aceptación "republicana" de la monarquía.

       También es cierto  que Anguita no ha estado implicado en ninguno de los cientos de casos de corrupción que asuelan nuestro país y, además, tras abandonar sus cargos políticos se reincorporó a su puesto de profesor de Historia en un instituto de Enseñanza Media de su Andalucía natal. Una forma de proceder que debería considerarse la más normal pero que, en la España de las puertas giratorias, las "comisiones" y los sobresueldos en dinero B, se presenta ante la población como propia de un hombre de honestidad superior. A falta de organizaciones y líderes comunistas capaces de poner en evidencia el compromiso esencial de Julio Anguita con el establishment español, estos elementos diferenciadores han bastado para consagrarlo en su papel de supuesto "quijote opositor de la izquierda".  

 ANGUITA CON PODEMOS, PABLO IGLESIAS, Y EL GENERAL DE LA OTAN

       En los últimos tiempos, no obstante, el propio Anguita parece dispuesto a destruir a marchas forzadas esa imagen de hombre "sin tacha"  que a decir verdad, y si juzgamos su trayectoria política de acuerdo  al proyecto republicano y anticapitalista que él dice defender, jamás mereció.

     Desde las filas de Izquierda Unida, la apuesta decidida de Julio Anguita por Podemos y Pablo Iglesias, expresada antes de que su otro discípulo, Alberto Garzón, consumara el matrimonio de ambas formaciones, dio lugar a las primeras críticas formuladas por quienes antaño guardaban un respetuoso silencio acrítico, casi religioso, ante cualquier ocurrencia del "Califa".

      El primer desencuentro realmente tumultuoso se produjo  cuando Iglesias -a quien Anguita tuvo la osadía conceptual de calificar como "el Lenin del siglo XXI" - decidió enchufar como cabeza de lista al Parlamento por la provincia de Almería al ex jefe de Estado Mayor de Defensa, Julio Rodríguez, general corresponsable  del diseño de la mortífera operación militar de la OTAN contra Libia. Aunque finalmente, y con la necesaria aquiescencia de Garzón, los militantes de IU en Almería acabarían tragándose el sapo del militar, su respuesta inicial fue contundente:

     "Que pongan a un mono de candidato, si quieren. Pero esto del general es una provocación", espetó  con insólita energía ante los micrófonos de la cadena SER la coordinadora de IU en Almería, Rosalía Martín.

      Algunos militantes de IU de esa provincia andaluza aseguraron públicamente que  bajo ningún concepto darían su voto al que apodaron, ilustrativamente, como el "Carnicero de Libia".

En aquella ocasión, Don Julio Anguita no tuvo reparos a la hora de  intervenir en la disputa, para reconvenir a sus compañeros de partido y defender al general. No solo amonestó públicamente a Rosalía Martín, asegurando que sus declaraciones habían sido "de mal gusto", sino que batió sin duda algún récord del esperpento político en su afán por lavarle la cara al militar  al que no le había temblado  el pulso mientras urdía los planes que conducirían a los aviones de la OTAN a acabar con la vida de decenas de miles de libios.

     "Hay militares que son de izquierdas, por ejemplo en Venezuela. Chávez era militar"-afirmó  Anguita-, comparando al difunto líder bolivariano con el ex general defensor de la Alianza Atlántica.

 ¿DON JULIO EN LA PRECAMPAÑA DE PODEMOS-MADRID?

     Lejos de rectificar este posicionamiento político,  obviamente incompatible con su presunta ideología comunista, el pasado 10 de enero Anguita se encargaba de presentar y alabar en público al ex general Julio Rodríguez, elegido por el Colectivo Prometeo como conferenciante  para ofrecer el punto de vista de los "militares progresistas" sobre la Transición española.

      Tras realizar una breve introducción  acerca de este periodo de la historia contemporánea de España, en la que apuntó ciertas verdades, expuso algunas a medias, calló acerca de otras  y borró por completo su propia responsabilidad, Julio Anguita dio paso a Julio Rodríguez, protestando contra "la hipocresía y el cinismo de un país donde se monta un escándalo - dijo con aire soberbio - cuando un militar participa con un partido de izquierdas".

        En su presentación del ex general, Anguita afirmó también, con el más absoluto desparpajo, que como militar Julio Rodríguez "cuenta  con una brillante hoja de servicios".

      De pasada, y como quien se refiere al más nimio de los detalles, Don Julio añadió que esa "brillante hoja de servicios" incluyó el trabajo del general como  "consejero OTAN en el Consejo de Estado". Una manera indecente de calificar la implicación con la Coalición Bélica del militar al que los  agentes de inteligencia de EE.UU. en España presentaban - según se desveló en los papeles de WikiLeaks - como un fiel amigo del Imperio.

    Finalmente, Anguita concluyó su intervención con  un lapsus linguae al que los conocedores del psicoanálisis seguramente podrían dar alguna explicación:

        "Candidato al Congreso de los Diputados por Podemos, Julio Rodríguez no consiguió el escándalo; perdón, no consiguió el escaño"- rectificó, recordando que Rodríguez es en la actualidad - por acuerdo de Pablo Iglesias e Iñigo Errejón - coordinador general del Podemos-Madrid.

         ¿Estará participando ya Don Julio en la  precampaña de la formación socialdemócrata por el control de la capital del Reino, con estas intervenciones de auténtico escándalo e indignidad vergonzosa?

 VÍDEO:

 - La intervención laudatoria del general de Julio Anguita


 

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