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Pensamiento :: 21/12/2013

[Video] Malablancayenbotella

Maité Campillo
Rota. La que la España de la democracia en manos ideológicas de Franco y su heredero, autorizó su uso para la matanza de más de 70. 000 libios. . .

Yo no sé porque la gente teme al lobo, león, o tiburón habiendo “hombres y corderos” de tal calibre [Se ha dicho de Edu, que era concienzudo, sacrificado, noble, amigo de los amigos, respetuoso, y sobre todo un gran luchador optimista indudable, culto, inteligente, creativo, humilde como sus orígenes. . . Pero ninguno hemos llegado a tu hermosa síntesis 'De pedernal y miel'] Ángel Campillo. De pedernal y miel. Al pedirme Maité que escribiera unas líneas acerca de Angelito, me puso en un brete porque mi memoria es lo más parecido a un pozo sin fondo del que, desafiando toda lógica, tan pronto emergen imágenes remotas de una claridad cegadora como me sobreviene la nada más difusa cuanto más me esfuerzo por concretar un recuerdo preciso. De manera que se impone para estas letras el territorio del ‘creo’. Creo que conocí a Ángel Campillo en la cárcel de Jaén. Había escuchado hablar de él, sin muchos detalles, al modo conspirativo del momento, como cofundador del partido m-l en el que ya militaba para cuando me tocó cumplir condena. Llegué a Jaén tras una conducción en un vehículo mediano de la Guardia Civil de la que solo recuerdo una sospechosa parada, evidentemente no programada, en los páramos cercanos a la población de Ocaña. Cuando por el ventanuco pude ver a uno de los guardias subiéndose la bragueta mientras caminaba de vuelta al coche, comprendí que los fantasmas de ‘paseo al amanecer’ que me asaltaron de repente carecían en absoluto de base real. Aquello era, antes bien, neorrealismo italiano cinematográfico. Además, era casi mediodía. Cuando me conoció, pues fue Ángel quien se dirigió a mí en cuanto me extrajeron de la corta etapa obligatoria de ‘periodo’, se presentó y me hizo de inmediato la filiación completa. Creo que estaba feliz por la llegada de uno de su cuerda, pero eso lo supe después. Ángel disponía en Jaén del privilegio de una celda individual, que yo envidiaba porque, cuando en la brigada te toca en la cama de al lado de un aguerrido ugetista norteño que ronca ‘in crescendo’ noche tras noche en cuanto se acuesta, el hábitat te resulta a la larga asaz incómodo, por no decir declaradamente hostil. Igual que cuando compruebas el inexplicable atractivo que demostraba tener para las chinches la parte posterior de las fotos de Lola, mi compañera entonces, que fijé a la pared con chinchetas. Siempre pensé que acaso fuera debido a que unas y otras se reconocían familiares, acaso por el nombre. En la celda de Ángel, repleta de libros, pasé muy buenos ratos estudiando a los clásicos marxistas leninistas y repasando doctrina. A veces, me enseñaba -muy clandestino- documentos directrices repletos de instrucciones escritos en letra minúscula y papel cebolla que trasmitía al exterior y recibía dentro de tubos de pasta de dientes. Era un gran falsificador, muy cuidadoso, aunque años después tuve que echarle en cara, entre bromas, el adefesio de pasaporte con el que tuve que pasar a Francia, a hartarme de beber el dorado champán del exilio, con mi foto colgando de un solo punto de amarre como un pingajo. Él me había comentado su autoría de aquella fechoría y hasta me enseñó el sello en relieve que se fabricó para conseguir el efecto de la huella en seco que entonces llevaban las fotos del pasaporte. Se excusó ‘por las prisas’ de un resultado tan chapucero, aunque nos reíamos juntos al valorar que, de puro malo, lo más lógico es que pasara por bueno, que fue lo que realmente ocurrió. Otras veces, paseábamos por los pequeños patios de la cárcel, tomábamos juntos el sol (aunque a él creo que le daba alergia) o visitábamos la celda/taller de Juan Salcedo, un anarquista estupendo que tenía sobre sí una condena enorme. O discutíamos con Fernando Sánchez Pintado, siempre escoltado por un compañero de sumario tan gigantesco como bondadoso, del que no recuerdo el nombre, pero sí que, en mi maldad, les bauticé a ambos como ‘el niño dios y su guardaespaldas’, fiel a mi política habitual de ganar amigos. Angelito se reía mucho con mis ocurrencias, que le presentaban a menudo el lado más amable o risueño de la realidad, a él que se consideraba por aquel entonces un hombre obligadamente serio. Corría entonces el mes de julio del 71. Por aquel entonces, a Angelito le encantaba que le contara historias de “Castañuela 70”, la obra que habíamos llevado el grupo Tábano y el mío, ‘Las madres del cordero’, al escenario comercial del madrileño Teatro de la Comedia para escándalo de recalcitrantes y pusilánimes, que entonces abundaban casi tanto como ahora. Pese a llevar bastante tiempo encerrado, estaba absolutamente al corriente de lo que habíamos hecho, conocía la obra y hasta creo recordar que guardaba algunos recortes sobre ella, pero se moría por los detalles, por cómo fuimos creando la Unión Popular de Artistas a la sombra de la castañuela, por las anécdotas. Siempre me pareció proverbial su curiosidad inmensa, su infinito afán por el saber y el conocimiento, su sempiterna pregunta en los labios. Acaso gracias a ello, consiguió hacerse con una cultura enciclopédica y sabia, propia de un renacentista. Conmigo, que sospecho no tenía nada que enseñarle en ningún otro campo, se ‘especializó’ en vivir otra vida a través de la mía. Era como una esponja a la que había que alimentar a base de vitalidad, energía, sarcasmo, alegría y mala leche, cualidades que aún conservo, creo recordar. No estoy seguro de haberle visto por París, si bien es cierto que de aquellos gloriosos años tengo un muy impreciso recuerdo, como bien acaba de aceptar Esteban Cabal a quien en una larga conversación/evocación que mantuvimos hace poco se llevaban los demonios al comprobar las auténticas simas por las que discurre tan a menudo mi flaca y perversa memoria, capaz de no recordar nada de ‘aquel viaje en autobús que hicimos juntos a San Juan de Luz’ mientras me castiga con la vívida evocación de las bragas y calcetines usados que escondían bajo la cama una pareja de jóvenes franceses que acogían el pequeño aparato clandestino de multicopista a ciclostil de la Agencia de Prensa “España” Popular en Denfert-Rochereau. Sí recuerdo haberle visto años más tarde en Madrid, donde incluso me visitó en uno de mis trabajos y comentamos juntos la dureza de la vida y lo difícil que le resultaba salir adelante. Una vez escucho mi nombre por los altavoces de la Feria del Libro, que ya tiene mérito siquiera prestarle la mínima atención a la interminable cantinela que una inexpresiva azafata repite hasta la exasperación: “En la caseta veintitrés, -breve pausa- Fulanito de tal firma en este momento ejemplares de su novela ‘Tartán y su logaritmo’. En la caseta ciento treinta y dos -pausa-. . .” Presentaba yo entonces y firmaba con otros colegas de la vieja guardia musical y teatrera ejemplares de una obra colectiva que acabábamos de sacar a la luz, ‘Esto era España, señores’, en la que reunimos todo cuanto podía contarse tantos años después acerca de la increíble gestación e innumerables representaciones, incluso mundiales, de la ya mencionada Castañuela. Allí se presentó mi amigo Angelito, siempre atildado, con una enorme sonrisa en la boca, para comprar un par de ejemplares y aprovechamos incluso para evocar las largas conversas que mantuvimos en Jaén sobre el mismo tema. Le dediqué los dos, uno para él y creo que el otro era para Maité, gracias a la cual estoy escribiendo esto. Fue la última vez que le vi, creo. Delicado y sensible, el camarada Edu era muy discreto y para nada esa tamaña curiosidad a la que antes me refería resultaba invasiva, sino antes bien cómplice. Sabía comentar con entusiasmo todo lo que le decías hasta hacerte sentir el héroe de tus propias aventuras, que apenas eran sencillas vivencias, aunque vibraba con ellas y las recordaba luego como si las hubiera grabado a fuego, hasta los menores detalles. Siempre me llamó poderosamente la atención que al lado de su tantas veces demostrada dureza espartana asomara siempre presente su alma compinche y amable, que bajo el templado acero de una trayectoria revolucionaria sin vacilaciones emergiera como por ensalmo su naturaleza afectuosa, suave, desinteresada y amorosa que siempre me hizo recordar, aunque nunca se lo dije para no ofuscarle, un verso creo que de Nazim Hikmet que, traducido del turco supongo, venía a decir: “soy comunista, soy amor de los pies a la cabeza”. Rota, a 23 de marzo de 2012 Antonio Piera. A Antonio Piera, nos queda la palabra "Invictus" (De William Ernest Henley, escrito en 1875, publicado por primera vez en 1888) En la noche que me envuelve negra como un pozo abominable yo agradezco al dios que fuere por mi espíritu inconquistable. Atrapado en este circunstancial lugar yo he gemido pero no he llorado ante las puñaladas que me deparó el azar mi cabeza sangra, pero no me he postrado. Mas allá de este lugar de furia y lágrimas yace la Sombra y su Horror, pero la amenaza de los años me encuentran y encontrarán sin temor.No importa lo estrecho del camino, y cuán sea la condena grande en cargas, soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma. NOTA Me llamo Antonio Piera. Tengo sesenta y tres (63) años de vida y lucha. Me acaban de diagnosticar un tumor pulmonar en grado 4 (un cáncer de los gordos -y que cursa con dolor, por cierto- por lo que me mantengo a parchazos de opiáceos) y me aplican sesiones diarias de radioterapia de lunes a viernes en una clínica privada radicada en Algeciras. ¿Le he dicho que vivo e Rota? Sí, en Rota, a ciento treinta y tres kilómetros de Gibraltar, a ciento treinta y tres kilómetros de Algeciras. ”España sostenible” ¡Pelea por lo que quieres! Rota. Hay gente que te quiere y quiso como Piera, los pocos años que vivió dentro de ti como periodista e incansable luchador, que intentó rejuvenecerte del horror bélico como sentencia contra el mundo de las exigencias de muerte y del “estado de bienestar” que no cesa de evolucionar abriendo más y más las fronteras al exterminio. Sí, Rota. La que desde 1953-2013, a sido base de apoyo a la Sexta Flota estadounidense. Rota. La de la envidiable playa, la gaditana, la adornada de marines yankis, la prostituida por el dictador y hoy por la “estabilización democrática ¡España sostenible!” Rota, sí. La que el Pentágono se sirvió de ella coronando para los despliegues de su evolucionado ejército invasor en la antigua Yugoslavia, Afganistán, Sudán, Iraq. . . Sí, Rota. Centro de apoyo logístico. La de la base permanente destinada a tareas de abastecimiento de combustible, armamento y repuestos. El jardín de la Casa Blanca con llave en el Pentágono. La pisoteada culturalmente. La del suelo espoliado como plataforma para el crimen. La que la España de la democracia en manos ideológicas de Franco y su heredero, autorizó su uso para la matanza de más de 70. 000 libios. . . La alegre, la cantada, la recitada, la antifascista. Rota, sí, Rota! La de tierra de poetas solidarios, la que su entorno gaditano junto con sus vecinos de Málaga, fueron por miles la población inocente fusilada. Sí, ella es, Rota: NO LO OLVIDES. . . . Y, Felipe Gonzalez, dijo: “OTAN, de entrada no” *Yo no sé porque la gente teme al lobo, león, o tiburón habiendo “hombres y corderos” de tal calibre. “De culo” Fue el último artículo en su blog “malablancayenbotella” Para denunciar su situación con cáncer terminal, dónde la Junta de Andalucía, a través de una carta que recibió le denegaba la pensión. Esto pasó el 13 de septiembre. Al poco tiempo (entrando en su blog me he enterado), el 30 de noviembre, el cáncer pudo con el grandullón de Piera. Ya no hubo posibilidad de reclamar, Antonio se fue. Ayer es que abrí tu blog, me extrañó no me respondieras a dos invitaciones en espacio de poco más de un mes, por eso es que entré. Tras momentos de dolor y sorpresa, pensé, te has ido pronto compañero. Sí, y es bien cierto, balanza despiadada donde el ajuste no tiene guarida. A la hora en que entré en tu ventana el día estaba siendo generoso, con mucha luz, y, se apagó de repente. Antonio fue compañero de las cosas más hermosas de esta vida; compañero de farándula y amigo de aventuras y azahares, al igual que otro que murió recientemente, Joseba Macias, los dos buenos periodistas del pueblo (cantante, músico, compositor, letrista y actor uno y otro director de cine además de profesor en la Universidad del País Vasco), que no de la chusma capitalista. Piera fue amante de luchas y utopías nunca alcanzadas, pero al fin, no dejan de ser eso, utopías. Gran compañero de Edu (Ángel Campillo). Ambos conocieron los golpes secos de la tortura y la clandestinidad de la lucha aquí y más allá entre fronteras y barrotes, cualquier lugar en el mundo es bueno para luchar. Todavía no ha salido el libro de Edu y tu te has ido como él. Tres años hará este 31 de diciembre de su ausencia. Digamos que con esta “nota” culmina con ambos una trilogía tricolor de fondo roja. Sí, increíble verdad? “Incomunicado” no ha salido a la luz. No es fácil a veces incluso en tu, “propio campo”? Piera era increíblemente solidario, lo afirmo, claro y contundente, se le conocía al instante, y a mi eso me gusta. Me encontré en diferentes trabajos con él, hasta viajar para poder saludarlo cuando he podido, besarle, seguir reconociéndolo, verle entre camerinos sudoroso y felizirradiando en el ambiente. Participó en muchas batallas a lo largo de su vida Un revolucionario consecuente que se sintió comunista Uno de los fundadores de la Unión Popular de Artistas (UPA), y grupo musical, “Las Madres del Cordero”, que colaboraba asiduamente con Teatral Tábano. La obra quizá más representativa y polémica fue “Castañuelas 70” que era una sátira del franquismo y de la España cañí, el grupo fue prohibido. También fue integrante de la Agencia de Prensa “España” Popular (APEP), escrita en varios idiomas. Piera estuvo siempre metido en todo lo relacionado con arte y cultura. Era un artista hasta para escribir, buenísimo haciendo entrevistas, y representar artistas como Luis Eduardo Aute. Aunque media la distancia en años, una investiga, me enteré de más cosas de su vida como que también trabajó en el Ayuntamiento de Madrid, en su vuelta del exilio enmaquetando manualmente el periódico municipal, cuando estaba como alcalde Tierno Galbán. Piera era sol y lluvia Y, yo se que hay lluvia que alimenta luchas forjando flores al sol Por eso es que tiene que llover gente. La vida es más que bella, pero, que cochina no la tienen. . . Me gustaría creer que pensaste en lo mejor de tus dias, y no en los últimos brotando sobre ti el dolor despiadado que trasmiten tus últimas reflexiones. Los años se empeñan en días amargos. Se encarga de estar ahí implacable, desafía como látigo cayendo duro sobre uno. No queda otra que luchar de pié nunca arrastrar rodilla. Para impedir que se acomode y corone la cima de nuestras vidas sobre días de triunfos parciales y vivas. Hay que defenderlos, mantenerlos frescos. Hacia ella la mirada para que deslumbre sacando lo mejor que hay en nosotros, lo que podemos seguir realizando sobre esos peldaños que nos quedan por vivir, ésto ya lo digo por todos, y en memoria tuya. Vivenciando lo que impulsa a avanzar Y soñar, en cada uno de los escalones que sumen vida Nuestra propia satisfacción. Las alegrías de los nuestros, también sus penas, tanto como las ilusiones realizables, querernos y siempre, siempre, dejar que nos quieran más si cabe. La comunicación es nuestra aliada, palabra a alimentar con frescas vitaminas de amor recíproco. Seguir creando, disfrutando de uno para con los otros sin perder identidad, al margen de que el ritmo de hoy sea otro el deseado, y, aunque la victoria final tengan que contárnosla en ráfagas de viento colectivo. Seguir donde nos encontremos y en las condiciones que sean, abrazados a ilusiones y aventuras de lucha que son las más que revitalizan. Alcanzar su luz fue tu meta, hoy también mía. Caminar desafiando la sombra del mazo, ley tortuosa, por ello la importancia de los aromas, sabor de nuestros cuerpos y color de nuestras ideas. La lucha es determinante Sin lluvia y sol, dónde la alegría, abono de vida? Da frutos la constancia y también la perseverancia, aceleran primaveras. Necesidad humana contra lo superfluo para que jamás prime sobre lo fundamental. Por eso es que yo se que este encuentro a distancia nos sigue uniendo como artistas de una revolución cultural. Donde tus enseñanzas siguen teniendo cabida y tus experiencias prevalecen en cada uno de nosotros, por ser flor de tu piel y aroma de tu cariño el que sigue en pié e hipersensibiliza. Recuerdo la acogida en tu casa de Vallecas 'una temporada crítica', tus colegas de teatro y música míos hasta poder labrar una realidad más o menos propia. Seguiremos respirando juntos aromas de República, como nietos y biznietos de ella, y queriéndonos, abrazándonos como en camerinos y eventos, para seguir gozando el ahora tanto como el ayer. Representar siempre lo nuevo con mas fuerza que nunca. Lo tuyo de otro tiempo hoy nuestro, presente y futuro, es historia, jamás podrán abolir la memoria, jamás, rendirse nunca. Como gata sobre tu tejado, husmeo la selección del ramo portador de tantas alas, aroma a flores que entrañan los familiares que te han sabido querer, amigos y colegas que te han despedido como hermano. Piera, se te siente y quiere, de qué manera, tu te lo ganaste! Aprovecho este recuerdo tuyo, para mencionar a Lola, compañera de teatro y otras artes, entrañable eminencia. La última vez que la vi me hizo una entrevista para no se que televisión en la Plaza Mayor de Madrid. Beso Lola.
 

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