El régimen de Felipe González sobornó a policías uruguayos para perseguir a miembros de ETA
También hubo acuerdos millonarios en materia de cooperación. El objetivo: controlar, espiar y detener a la comunidad vasca en el país sudamericano, entre los que figuraban amenazados por el GAL. Lo que ocurría en el entorno de las instituciones y colectivos vascos de Uruguay. Desde finales de los años ochenta, una larga lista de individuos “curiosos” desfilaron por sus instalaciones, se hicieron amigos de sus directivos… y obtuvieron datos que acababan en Madrid. Así funcionaba una nutrida red de “colaboradores” de la Policía española que se dedicaba a “monitorear” las actividades de la diáspora vasca.