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Estado español :: 26/09/2020

Solidaridad con Rodrigo Lanza: del fascismo callejero al fascismo de toga

Diario Octubre
Y es que la Judicatura es otro ejemplo de que todo sigue en orden, fascista, desde 1939.

El pasado 17 de septiembre conocíamos el veredicto que el jurado popular imponía a Rodrigo Lanza por el famoso “caso de los tirantes”, culpable de asesinato, con los agravantes de motivación ideológica e indefensión de Víctor Laínez. Tras este veredicto, sobre Rodrigo Lanza pesan 20 años de prisión a petición de la fiscalía, y 23 por parte de la acusación “popular” del partido fascista VOX.

Este segundo juicio, motivado por la familia en disconformidad con la sentencia del anterior juicio, que condenaba a Rodrigo Lanza a 5 años de prisión por imprudencia homicida, y donde en el primer juicio se tomó como correcto que Víctor Laínez murió por el golpe que recibió al caer, ha determinado que la muerte la provocaron los golpes que Rodrigo Lanza le propinó “por la espalda”. Durante meses hemos visto cómo se hablaba de unos tirantes de España como motivadores de la agresión, y se ha dado por válido como prueba para el delito de odio pero ¿dónde están los tirantes?

Los medios no han dudado en blanquear a Víctor Laínez y venderlo como un tierno abuelo inocente e incapaz de hacer daño a nadie y totalmente apolítico, pero ¿quién era Víctor Laínez? Si buscamos en los medios estos días nos hartaremos a ver fotografías de Rodrigo Lanza, de su cambio estético o de su derrumbe al conocer la sentencia o, en el mejor de los casos, entrañables fotografías de Víctor siendo un buen tipo. No hace falta hurgar mucho para encontrar fotografías de Víctor Laínez con simbología fascista, con un cuchillo o con “entrañables” personajes fascistas condenado por agresiones por motivos ideológicos.

A todas estas pruebas de la poca “inocencia” de Víctor Laínez se suma la carta de un dirigente de Falange en la que este admite y defiende a Víctor como falangista militante, esto sumado a fotografías en las que podemos ver al “pobre corderito” junto al emblema de falange o en homenajes en El Valle de los Caídos nos confirman lo que, obviamente, ya era más que patente y los medios intentaban ocultar, Víctor Laínez era un fascista.

Tras la muerte y sin ningún tipo de sentencia en firme, partidos como Falange o España 2000 hicieron un llamado a movilizaciones, algunos de ellos llamando a la venganza, todo ello con una impunidad absoluta y sin consecuencias legales, demostrándose el carácter clasista y reaccionario del Estado.

En el Estado español no son pocos los casos en los que un antifascista ha sido asesinado por motivos ideológicos, tenemos sonados casos como el de Carlos Palomino, quien murió apuñalado a manos de Josué Estébanez, quien era militar y que acabó con la vida de un joven antifascista de 16 años, y cuya condena se fijó en tan solo 26 años, 3 más de lo que piden para Rodrigo Lanza, pese a que este no portaba ningún arma consigo, y que en todo momento declaró defenderse de un fascista al que los medios han pintado de corderito degollado. El de Francisco Javier Verdejo, asesinado por la Guardia Civil por escribir una pintada, inconclusa, con el mensaje “Pan, Trabajo y Libertad”, crimen que ni tan siquiera fue investigado cerrándose como un accidente. O el asesinato de Guillem Agulló, que fue apuñalado por un grupo de fascistas, de quien tan solo uno de ellos cumplió 4 años de cárcel al considerarlo “una pelea juvenil” y no un delito de odio pese a las numerosas pruebas que apuntaban a la motivación ideológica, como el hecho de que tras el asesinato entonaran el “Cara al Sol”.

No hace falta indagar mucho para saber que, tras los fascistas de navaja y esvástica, están los fascistas togados, quienes se aseguran de que las agresiones fascistas queden en chiquilladas, cuando no impunes, y la resistencia antifascista quede como terribles asesinatos de inocentes patriotas o, incluso, terrorismo si los fascistas afectados son miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Y es que la Judicatura es otro ejemplo de que todo sigue en orden, fascista, desde 1939. Los Juzgados de lo Social, herederos de la Magistratura franquista, dan carta de legalidad a la inmensa mayoría de los atropellos perpetrados por la burguesía en los centros de trabajo. El Tribunal de Orden Público franquista encargado de perseguir a comunistas y antifascistas, ha sido relevado por la Audiencia Nacional, que en sus salas de lo Penal también persigue lo que ellos llaman “delitos políticos”, persiguiendo a comunistas, independentistas, antifascistas, y dando cobertura y cobijo legal, cuando no impunidad, a torturadores y a fascistas los cuales siguen muriendo en la impunidad y con sus condecoraciones, como por ejemplo pasó con Billy el Niño.

Pero esto no nos debe extrañar, es la naturaleza fascista del Estado español. El fascismo es la tabla de salvación de la reacción, de la burguesía en la crisis general del capitalismo. La tabla a la que lleva agarrada la burguesía desde hace casi un siglo. Y la burguesía está agarrada a dicha tabla de salvación porque es consciente que está en los estertores de su criminal régimen y de su criminal existencia.

El fascismo es un poder precario, es un poder con pies de barro, hundido en el cieno de la corrupción y que está totalmente quebrado, es capitalismo en putrefacción. Es la constatación que estamos en la fase histórica donde lo viejo debe terminar de morir y lo nuevo, el socialismo, debe imponerse, por ello el fascismo es la única vía que tiene el capital financiero para mantener en pie a su sistema caduco, corrompido y quebrado. Cada día que pasa se acentúa la depauperación de las condiciones de vida la clase obrera y demás clases laboriosas, a las que les han arrebatado todos sus derechos y únicamente le queda uno, el derecho a rebelarse contra un sistema criminal que lo oprime y que lo hunde en el oprobio. La clase obrera hoy se encuentra en una disyuntiva, o da una salida revolucionaria a la situación de precariedad y represión que padece o se somete todavía más a la reacción, al fascismo, que es lo único que puede ofertar la oligarquía y su Estado. Hacemos un llamamiento a los trabajadores conscientes y a los antifascistas a fortalecer las filas del Partido Comunista Obrero Español (PCOE). Asimismo, es necesario que las luchas de los distintos sectores que componen el proletariado se fundan en una única lucha de clases contra la burguesía y su Estado, en un Frente Único del Pueblo donde antifascistas, jubilados, obreros, estudiantes, etcétera, acumulen sus fuerzas constituyendo órganos de poder proletario, construyendo una fuerza revolucionaria que le sirva a la clase obrera para romper el yugo de la represión y la explotación y cumplir con su misión histórica: destruir el capitalismo y edificar el socialismo para avanzar hacia el comunismo.

¡SOLIDARIDAD CON RODRIGO LANZA Y TODOS LOS ANTIFASCISTAS REPRIMIDOS POR EL ESTADO!
¡LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS!
¡POR LA CONSTRUCCIÓN DEL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO!
¡SOCIALISMO O BARBARIE!

Fuente

 

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