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Venezuela, Colombia :: 29/04/2021

Venezuela: ¿qué impide retomar el control en la zona fronteriza?

Nazareth Balbás
Un mes de enfrentamientos entre el Ejército venezolano y paramilitares colombianos

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) informó el lunes que, además de las decenas de bajas paramilitares, hubo nuevas bajas de soldados "cuyos cuerpos están siendo identificados".

Los combates entre el Ejército venezolano y paramilitares colombianos persisten en el fronterizo estado Apure, donde en las últimas 72 horas se han recrudecido los enfrentamientos, dejando un saldo de bajas que incluye a soldados y miembros de esas organizaciones delictivas.

El lunes, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) emitió un comunicado para informar que los "cruentos combates" se han desarrollado "en sectores despoblados al oeste de La Victoria", del municipio Páez del estado Apure, y que las víctimas mortales "están siendo identificadas mediante la necropsia correspondiente".

La aclaratoria del Ejército venezolano sobre la zona de los combates ocurre después que la "ONG" Human Right Watch, en una nueva muestra (y van...) de apoyo al imperio, asegurara en un informe que las actividades de las FANB han sido contra poblaciones civiles, lo que habría provocado el presunto desplazamiento de migrantes hacia territorio colombiano y supuestas "atrocidades" contra los residentes. 

Venezolanos a orillas del río Arauca. 27 de marzo de 2021

El documento de HRW fue rebatido por el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, quien lo tildó de ser una "estafa" para "promover la intervención" y desestabilizar a la nación suramericana con la "politización" de los derechos humanos: "La FANB está precisamente enfrentando a los criminales, violentos, narcotraficantes y violadores de DDHH que ustedes defienden", apuntó el diplomático.

Aunque ha pasado más de un mes, las actividades en la frontera binacional continúan, por lo que cabe preguntarse: ¿qué factores dificultan a Ejército venezolano retomar el control de la zona?

"Exportación del modelo narco paramilitar"

Las FANB iniciaron un operativo hace un mes en la zona fronteriza contra los paramilitares. Aunque las autoridades venezolanas no han detallado cuáles son esas organizaciones, se ha hecho alusión a narcos y "paracos" a los que las autoridades acusan, con pruebas, de querer convertir el área en un corredor de narcotráfico.

Estas acciones provocaron la esperada reacción de Colombia, que acusó a la administración del presidente Nicolás Maduro de emprender las operaciones para favorecer a disidentes guerrilleros colombianos. Miraflores negó los señalamientos y afirmó que Bogotá aupaba la acción de los paramilitares contra su Ejército para "tercerizar" la confrontación con Venezuela.

En medio de ese cruce diplomático, en el estado fronterizo de Apure ocurrieron hechos como la colocación de minas antipersona contra el Ejército por parte de los paramilitares, el desplazamiento de los habitantes ante las violaciones de DDHH de los paracos (aunque no hay coincidencia en el número de afectados), el ataque con explosivos a instituciones del Estado venezolano, la emboscada a componentes militares y la muerte de ocho soldados.

El lunes, el comunicado de las FANB informaba que había más muertes dentro del Ejército venezolano, aunque no se detalló la cantidad de bajas. Los soldados heridos también engrosan la lista de afectados, mientras continúan las capturas de paramilitares que, de acuerdo al Ministerio de Defensa de Venezuela, "están aportando valiosa información de cara a próximas acciones" subversivas.

Entretanto, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, envió un mensaje para ratificar la soberanía del país sobre el territorio apureño y hacer un llamado a la unión cívico militar para "bloquear la pretendida exportación del modelo narco paramilitar colombiano y su oligarquía". 

Venezuela es víctima del narcotráfico de Colombia —principal exportador de cocaína en el mundo— y también de los coletazos de la violencia militar contra ex-guerrilleros, que persiste a pesar de haberse firmado la paz entre el Gobierno y la ¿extinta? guerrilla de las FARC.

Pero fundamentalmente es víctima de los planes del régimen estadounidense para derrocar al gobierno revolucionario bolivariano y apropiarse de las ingentes reservas de petróleo, gas y minerales de Venezuela. Para ello cuenta con siete bases militares en territorio colombiano, así como la sumisión de las oligarquías colombiana, dirigida por el es-senador paramilitar Álvaro Uribe, y venezolana, con el payaso autoproclamado presidente, Jaun Guaidó.

Diálogo cerrado

Las autoridades venezolanas sostienen que el objetivo del apoyo de Colombia a los paramilitares sería "crear un territorio difuso que les sirva como base para generar desestabilización".

Desde hace un mes, el Gobierno venezolano dictó medidas especiales para varios municipios del estado Apure, que incluyeron toques de queda, obligación de reportar movimientos migratorios y ubicación de puestos de control para evitar la penetración de paramilitares. Hace dos semanas, el presidente Maduro también autorizó el envío de milicianos voluntarios a esa zona con un solo llamado: "Cero tolerancia".

El lunes, las FANB reiteraron que la orden desde Miraflores es intensificar "las operaciones militares que permitan neutralizar cualquier reducto" de los paramilitares, con la promesa de combatirlos "hasta su total expulsión y derrota definitiva". 

Embarcaciones de Colombia y Venezuela en el río Arauca, en la frontera binacional. 28 de marzo de 2021

No es la primera vez que Colombia y Venezuela protagonizan un incidente de esta naturaleza. Sin embargo, a diferencia de otras oportunidades, la actual posición de Bogotá de desconocer completamente a la administración de Maduro ha impedido que se abran los canales de diálogo.

A principios de abril, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, planteó la posibilidad de establecer un canal de negociación con México como intermediario, pero no hubo respuesta positiva por parte de la Casa de Nariño. De momento, el único intercambio es a través de la diplomacia de los micrófonos y las redes sociales.

¿Cómo está el estado Apure?

Antes de que se reanudaran los enfrentamientos del fin de semana, la situación parecía estar bajo control del Ejército venezolano. De hecho, la alcaldía del municipio Páez había publicado un informe para detallar el estado de las tres áreas más afectadas por los enfrentamientos.

De acuerdo al documento, divulgado a mediados de abril y al que tuvo acceso este medio, 95% de desplazados que cruzaron de Apure hasta Arauquita, en Colombia, emigraron procedentes de la comuna urbana La Gran Victoria (1.900 familias), y las poblaciones rurales Riberas del Río Arauca Vibrador (550 familias) y la comuna El Nazareno (400 familias).

Hasta esa fecha, el mayor porcentaje de retorno se evidenciaba en La Gran Victoria, con 78% de los habitantes de vuelta en sus casas; seguido de El Nazareno, con 77,5%; y Riberas del Río Arauca Vibrador, con 70%.

La presencia de distintos grupos armados colombianos en la frontera, entre los que confluyen militares, paramilitares, narcotraficantes, así como frentes guerrilleros del ELN y de disidencias de las FARC-EP, complican el panorama porque llevan años protagonizando una disputa por el control del territorio fronterizo, mientras el Ejército venezolano intenta evitar que crucen el río, en medio de una porosa frontera binacional.

Colombia ha tratado de responsabilizar a Venezuela de esta situación, mientras Caracas demuestra con pruebas el descuido premeditado de la frontera por parte de Bogotá y acusa al fracaso de la implementación de los acuerdos de paz por parte del narcogobierno de Iván Duque, un pacto que en 2016 fue alentado y acompañado desde el inicio por el Ejecutivo venezolano. 

A ese contexto se suma el hecho de que el territorio entre Apure y Arauca, vasto y de difícil acceso, es un espacio que durante años ha sido testigo del éxodo transfronterizo de colombianos a territorio venezolano, expulsados por la violencia militar y paramilitar y, más recientemente, de venezolanos que buscan en Colombia los bienes y servicios que escasean en su propio país, debido a la crisis económica provocada por las sanciones de EEUU.

La demanda de la población en Apure, especialmente de la más afectada por las confrontaciones entre el Ejército y los paramilitares, tiene que ver con exigir mayor presencia del Estado en la frontera. En las últimas semanas, las autoridades locales han hecho operativos de distribución de alimentos, asambleas vecinales, atención médica y jurídica, pero para algunos analistas de la zona, si esa labor no es acompañada por una presencia real, concreta y no coyuntural, será un esfuerzo perdido.

Sputnik / La Haine

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Venezuela produce gasolina como nunca antes en refinerías reparadas

Refinería venezolano El Palito, Carabobo.

El año pasado para esta fecha toda la gasolina era importada y un año después toda la necesaria se produce en Venezuela, informa un experto petrolero venezolano.

“Las refinerías eran chatarras en 2020, hoy, la refinería El Palito [Carabobo, centro] está arrancando con una reparación mayor, por lo que queda como una refinería nueva”, señaló el martes David Paravisini, profesor de políticas públicas energéticas de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en una entrevista concedida a la agencia rusa de noticias, Sputnik.

El experto ha resaltado que el Gobierno bolivariano ha tomado medidas adecuadas para recomponer la industria petrolera venezolana.

En julio de 2020 y en el marco de cooperaciones bilaterales entre Irán y Venezuela, Caracas logró reiniciar la producción de gasolina en su refinería Cardón, semanas después de que Irán enviara equipos al país latinoamericano para reparar las refinerías paralizadas a raíz del bloqueo impuesto desde América del Norte.

El profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela ha hecho referencia a los problemas internos de EEUU, y ha resaltado que este país busca excusas en el exterior, declarando guerra no solo contra Venezuela sino contra otros países como Rusia, China e Irán, porque se ha agotado su oferta demagógica.

Desde 2017, EEUU, presidido por el expresidente Donald Trumo aumentó la hostilidad contra Venezuela, imponiendo más de 150 sanciones contra Caracas con el objetivo de derrocar el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro. La máxima presión de Donald Trump resultó en que Venezuela se enfrentase a una severa escasez de combustible, puesto que su producción petrolera llegó a un mínimo histórico.

En plena crisis y con el objetivo de paliar la escasez, la República Islámica de Irán envió, entre mayo y junio de 2020, alrededor de 1,5 millones de barriles de gasolina y aditivos a Venezuela, cargado en cinco petroleros con bandera iraní.

El régimen del expediente estadounidense Trump trató de detener por la fuerza los envíos de gasolina iraní a Caracas, la capital de Venezuela, pero optó por no interceptar a los barcos iraníes ante las amenazas de Teherán de tomar represalias.

HispanTV / La Haine

 

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