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Estado español :: 17/04/2019

Alzar la mirada,manteniendo los pies en el suelo

Izquierda Castellana
Siguiendo la estela de lucha de María de Pacheco, Padilla, Bravo, Maldonado, Zapata…, así como de las siguientes generaciones de comuner@s

Si el circo mediático tiene sesión continua en el Estado español, cuando se entra en fase estrictamente electoral la escenificación circense agranda sus perfiles manipuladores hasta la obscenidad más irracional. Y en esa coyuntura se enmarca este Villalar 2019.

Últimamente, al calor de la negación del derecho a decidir al Pueblo de Cataluña, a pesar de que una amplísima mayoría de este lo demanda, se indaga sobre si el PSOE y más tarde el PSC incluían en sus programas respectivos de los años 70 el derecho de autodeterminación. Claro que lo incluían, pero por supuesto no lo defendían; era puro postureo en un momento en el que para “comerse algo” el PSOE, que no tenía prácticamente base militante, necesitaba aparentar tener un perfil “rupturista”. La realidad del movimiento social antifranquista dificultaba la incorporación a este, especialmente a los que lo hacían a última hora, si no se asumían, al menos formalmente, lo que se consideraban por aquel entonces unos mínimos democráticos.

Pero como decimos eso era puro postureo. El papel estratégico del PSOE-Isidoro-Felipe González, estaba perfectamente diseñado, tal como ocurre ahora con otras plataformas electorales, que escoran en un sentido u otro su discurso en función de las circunstancias, pero cuya existencia, desde el punto de vista estratégico, es de utilidad para intentar consolidar al Régimen del 78. Es imprescindible aprender de la historia, especialmente de la reciente.

El discurso de la “izquierda del Régimen” es cada vez más similar al del tardofranquismo: “es el momento de apostar por el más importante de los derechos, el de convivir para progresar juntos”, declara Meritxel Batet, cabeza de lista del PSC-PSOE en Barcelona, según recoge La Vanguardia digital el 17 de abril de 2019. Ese eslogan podría ser firmado por una nutrida representación de los políticos franquistas, sin duda alguna por Fraga Iribarne y sus “25 Años de Paz”. La cosa tiene su miga: se trata de olvidar absolutamente los valores de la democracia, de las libertades. Se trata de hablar del “progreso” bajo una perspectiva estrictamente tecnocrática. Y eso es pura falsedad. No hay progreso real sin libertades. No hay progreso colectivo sin democracia.

Estamos asistiendo a varios procesos simultáneos en Castilla que ponen muy de manifiesto estas cuestiones:

– El ataque a los servicios públicos, muy especialmente al sistema sanitario.

– El ataque a nuestro territorio y medio ambiente a través de la puesta en marcha de instalaciones mineras o ganaderas que además de provocar niveles de contaminación absolutamente incompatibles con la supervivencia del medio ambiente, confrontan con la sostenibilidad de la ganadería tradicional.

– Un proceso de despoblación que afecta al medio rural castellano, pero que ya repercute en el medio urbano, excepto a la Comunidad de Madrid. Esto último va perfectamente entrelazado con los dos señalados anteriormente.

¿Y por qué ocurre todo esto? Simplemente porque Castilla está puesta al servicio del capital especulativo, puro y duro, español e internacional, y carecemos de herramientas políticas propias para defender nuestros intereses. Las herramientas políticas realmente existentes tienen utilidad para que se intensifique el proceso de expoliación, de colonización interior de Castilla, empezando por una monarquía impuesta directamente por el franquismo y acabando por un entramado institucional que fracciona a Castilla en cinco comunidades autónomas que no provocan -especialmente en las pluriprovinciales- mas que la intensificación de los desequilibrios interterritoriales en paralelo a la involución social, económica y demográfica de Castilla.

Es muy claro que sin instituciones políticas democráticas no puede haber progreso.

Es imprescindible impulsar una fuerte dinámica social que exija tal cuestión. En ello nos va nuestra vida como Pueblo. De ello depende el futuro de Castilla.

A partir de este Villalar de 2019, que convocamos bajo el lema de “Castilla republicana, feminista y comunera”, quedan dos para la celebración de Villalar de 2021, en que se conmemorará el 500 aniversario de la Revolución comunera (1520-1522). Ese aniversario deberá de ir acompañado de un más que importante avance del movimiento popular castellano en lo social y en lo político. Las próximas elecciones generales no van a resolver ninguno de los grandes problemas que tenemos, ni en Castilla ni en el conjunto del Estado español. Es importante tener claridad sobre ese asunto. Desde luego no nos son indiferentes los resultados, pero sean cuales sean no van a traer la solución. La solución vendrá de un cambio de Régimen; este ya ha demostrado, y lo sigue haciendo cada día, que no nos sirve, ni a Castilla ni a sus gentes.

Siguiendo la estela de lucha de María de Pacheco, Padilla, Bravo, Maldonado, Zapata…, así como de las siguientes generaciones de comuneros y comuneras, hasta llegar a l@s que nos han abandonado físicamente en los últimos años pero nos siguen acompañando en nuestra lucha, como es el caso de Doris o el Chato, adquirimos el firme compromiso de que en estos dos próximos años la lucha comunera del siglo XXI pondrá en jaque a la monarquía postfranquista y abrirá el camino de la república comunera.

Izquierda Castellana, 17 de abril de 2019

 

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