Albert Boadella rechaza la mayor condecoración de Cataluña

Boadella considera "coherente" con su trayectoria su negativa a recibir una de estas cruces, que este año recibirán personajes como Maruja Torres y varios luchadores antifranquistas. El director afirma que Pujol devaluó el galardón al concederlo de manera generalizada y partidista durante sus mandatos.

En su espectáculo de 1997, La increíble historia del doctor Floit & mister Pla, una sátira inmisericorde de las mismas esencias del pujolismo, Boadella hacía que Josep Pla (interpretado por Ramon Fontseré) se encontrara en el suelo una Creu de Sant Jordi y la lanzara con desprecio calificándola de "porquería".

La Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, en plata y coral, se creó en 1981 para distinguir "a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, se hayan destacado por los servicios prestados a Cataluña en la labor de defensa de su identidad y de restauración de su personalidad en el plano cívico o cultural". El nuevo Gobierno catalán aprobó la semana pasada conceder 43 cruces.

Boadella considera que Jordi Pujol ha "estropeado", "contaminado" y "degradado" el premio al otorgarlo durante años "para distinguir a los que en su opinión eran buenos catalanes de los que no lo eran". El director recalcó que ha habido durante la etapa de Pujol una "inflación" del premio por la abundancia con que se repartió.

El director de Els Joglars explicó ayer que la consejera de Cultura, Caterina Mieras, le llamó "hace unos días, antes de que se produjera la llamada oficial, y yo le dije amablemente que no, que les agradecía el gesto pero declinaba el honor". Boadella añadió que el premio "lo merecen todos los catalanes menos yo, que no he ejercido de buen catalán sino de botifler traidor y colaboracionista con España".

A su juicio, cree que el Gobierno de Maragall le ha querido distinguir como una forma de compensar los agravios sufridos por Els Joglars durante el pujolismo. A la pregunta de si cree que Maragall se tomará a mal el rechazo, respondió: "No, lo entenderá, ya se lo podía imaginar". El rechazo de Boadella a la condecoración es "de por vida".

El director subrayó que los premios en general le ponen "un poco histérico" y consideró que "se dan de una manera tan abundante que parece que la gente no hace más que premiarse unos a otros". A él, los premios le hacen sentirse "violento" y, "si se me avisa antes, digo que no". Boadella ya rechazó el Premio Nacional de Teatro de 1994 convocado por el Ministerio de Cultura.

Boadella, que ha aceptado dirigir el montaje sobre El Quijote que le propuso la presidenta de la Comunidad de Madrid, recalcó que los premios que le hacen ilusión y que siempre acepta son los taurinos.
----------------------------------------------------------------

Fuente: El País