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Països Catalans :: 25/10/2006

Ante las elecciones autonómicas catalanas del 1 de noviembre (catalán y castellano)

Corrent Roja - Catalunya
El día 1 de noviembre tendrán lugar las próximas elecciones autonómicas, convocadas a raíz de la crisis del gobierno tripartito y después de un referéndum estatutario que resultó un fracaso por la abstención de más de la mitad del electorado.

Declaración de Corrent Roja

ELECCIONES AUTONóMICAS

El día 1 de noviembre tendrán lugar las próximas elecciones autonómicas, convocadas a raíz de la crisis del gobierno tripartito y después de un referéndum estatutario que resultó un fracaso por la abstención de más de la mitad del electorado.

Nos dicen que es importante ir a votar porque el próximo govern aplicará el nuevo Estatut, que presentan como el instrumento de transformación y progreso del país. Pero el Estatut no es otra cosa que la expresión del pacto entre el Estado Español y la burguesía catalana, representada por su portavoz más autorizado, Artur Mas. Este pacto desnaturalizó el proyecto, ya descafeinado en origen, aprobado por el Parlament. El Estatut reniega de la soberanía catalana y de las reivindicaciones de la Catalunya trabajadora. Es, en realidad, una nueva versión del Estatut de 1979, con algunas competencias más y un compromiso de más inversiones en infraestructuras.

Los partidos que forman el Tripartito se quejan de que, a causa de los diferentes escándalos mediáticos, no se ha visualizado su obra de gobierno. Pero el balance del Tripartito no se sostiene desde el punto de vista de la case trabajadora y de la juventud. El hundimiento del Carmel pronto demostró que el govern catalanista y de izquierdas -como antes había hecho CiU-se negaba a tirar de la manta de la corrupción y encubría a unas empresas constructoras ávidas de beneficios en detrimento de la seguridad de trabajadores y vecinos. El enriquecimiento escandaloso de los especuladores inmobiliarios ha continuado desenfrenadamente, a costa de la población trabajadora. Con el 46% de la costa ya urbanizada, el govern ha permitido la construcción de 100.000 nuevas viviendas al lado del mar.

Ha dado también el visto bueno a la deslocalización de empresas multinacionales con beneficios e incluso ha promovido la deslocalización de las empresas catalanas, alimentando un proceso de desindustrialización cada vez más acelerado. A través del Pacte per la competitivitat, firmado con los grandes empresarios, ha movilizado recursos públicos al servicio de sus intereses. Ha continuado con la privatización de la Sanidad y, mediante el Pacte Nacional per l"Educació, se ha comprometido a aumentar sensiblemente las subvenciones a la escuela privada. La precariedad laboral ha seguido reinando sin que movieran un dedo. Subieron los impuestos indirectos que pagamos todos en lugar de subirlos a quienes más tienen. Bien mirado, sus grandes resultados sociales no van más allá de determinadas inversiones de mejora en barrios degradados y de algunas medidas asistenciales que quedan muy lejos de las necesidades sociales.

Una imagen bien elocuente de lo que ha sido este gobierno la tuvimos el pasado 25 de septiembre: mientras, dentro del Liceu, el govern de la Generalitat concedía la Creu de Sant Jordi al ex-presidente de SEAT, Andreas Schleef, responsable del despido de 660 trabajadores y trabajadoras, fuera los trabajadores denunciaban en la calle la actuació servil del govern catalanista i d’esquerres.

En realidad, la política que ha hecho el Tripartito (y Zapatero) sólo ha beneficiado a CiU, el partido por excelencia de la burguesía catalana. Un partido tan "nacionalista" que no ha dudado en pedir la intervención del Ejército español en el conflicto del aeropuerto de El Prat. Ahora, con el viento a favor y su electorado movilizado, se preparan para reconquistar la Generalitat, que siempre han considerado una finca particular. Artur Mas ridiculiza al Tripartito y aparece como el artífice del Estatut y el garante de su cumplimiento; promete cheques, ayudas y rebajas fiscales a las clases medias y altas; impulsa la mano dura contra los trabajadores inmigrantes y defiende un programa descaradamente neoliberal y privatizador.

A diferencia de la de CiU, la base electoral del PSC-PSOE, principalmente de los barrios obreros, está desmovilizada, como no podía ser de otra forma considerando la actuación del tripartito. El candidato Montilla, que ya ha recibido la bendición de la patronal catalana como un "candidato fiable", se presenta como un "gestor eficiente" y continuador de la obra del tripartito pero, a diferencia de Maragall, sumiso a Zapatero y consciente de que el PSOE necesita la alianza de CiU en Madrid. Su "catalanismo social" tiene tiene como base, igual que CiU, una política general favorable a los empresarios en nombre de la competitividad.

ERC está preocupada porque las encuestas indican un importante retroceso de sus resultados electorales. Temen quedar fuera del futuro govern y se proponen como candidatos a un nuevo tripartito, afirmando que "si Esquerra está en él, el próximo govern será realmente de izquierdas" y añadiendo: "¿Quién defenderá con más firmeza el cumplimiento del Estatut que ERC?". Recientemente Carod Rovira fue a la Cambra de Comerc a defender que, para Esquerra, el govern ha de ser "el gran facilitador de la tarea de los empresarios".

Convertido en un mero aparato electoral, ICV-EuiA ha sido la izquierda leal del gobierno tripartito y plenamente corresponsable de sus medidas. Su obsesión es repetir un nuevo tripartito, presentándose como la garantía de "gobierno de izquierdas". "Nos avala la trayectoria y el trabajo bien hecho desde las Conselleries que tenemos", dice Saura, que llama a Montilla y a ERC a que "continúen con las políticas de progreso del govern actual".

La izquierda institucional, profundamente respetuosa con la Constitución española y con el Estatut, acepta gustosamente gobernar para los empresarios. En cambio, no encontraréis en su programa ni una sola medida radical para poner fin a la precariedad laboral, a las deslocalizaciones, a los cierres, a los bajos salarios, a las pensiones miserables, a la especulación inmobiliaria, a los negocios de la enseñanza privada o a la privatización de la sanidad. Ni tampoco la defensa de los derechos de los trabajadores inmigrantes, ni la reducción de la jornada a 35 horas semanales sin reducción salarial, ni un salario o una pensión mínimas de 1.000 euros, ni la municipalización del suelo y la vivienda pública de alquiler.

Ante el actual panorama, estamos convencidos que estas elecciones no cambiarán nada sustancial y tampoco vemos que ninguna de las candidaturas de izquierda con opciones electorales sea merecedora del voto de los trabajadores y trabajadoras y de la juventud. A la gente de izquierdas que, a pesar de todo, quieran votar le proponemos que lo hagan por aquellas candidaturas minoritarias que cuestionan y se enfrentan al sistema. Pero, más allá del voto, creemos que la tarea principal del activismo de izquierdas continúa siendo acumular fuerzas a través de la movilización unitaria y de preparar la respuesta a las nuevas agresiones que vendrán. Es haciendo ese camino de lucha contra las políticas neoliberales, ya sean aplicadas por la derecha o por la izquierda social-liberal, como podremos avanzar en la reconstrucción del auténtico sindicalismo -de clase, combativo, democrático-y en la construcción de la alternativa anticapitalista que la clase trabajadora catalana necesitamos.

15 de octubre de 2006

www.corrienteroja.net

correntroja@telefonica.net

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Declaració de Corrent Roja

ES ELECCIONS AUTONÃ’MIQUES

El dia 1 de novembre tindran lloc les properes eleccions autonòmiques, convocades arran de la crisi del govern tripartit i després d’un referèndum estatutari que va resultar un fracàs per l"abstenció de més de la meitat de l"electorat.

Ens diuen que és important anar a votar perquè el pròxim govern aplicarà el nou Estatut, que presenten com el gran instrument de transformació i progrés del país. Però l"Estatut no és sinó l"expressió del pacte entre l"Estat espanyol i la burgesia catalana, representada pel seu portaveu més autoritzat, Artur Mas. Aquest pacte va desnaturalitzar el projecte, ja descafeïnat, aprovat pel Parlament. L"Estatut renega de la sobirania catalana i de les reivindicacions de la Catalunya treballadora. És, en realitat, una nova versió de l"Estatut de 1979, amb algunes competències més i un compromís de més inversions en infrastructures.

Els partits que van formar el Tripartit es queixen que, a causa dels diferents escàndols mediàtics, no s"ha visualitzat la seva obra de govern. Però el balanc del Tripartit no s"aguanta des del punt de vista de la classe treballadora i la joventut: L"esfondrament del Carmel aviat va mostrar que el govern catalanista i d’esquerres -com abans havia fet CiU- es negava a tirar de la manta de la corrupció i emparava unes empreses constructores àvides de guany en detriment de la seguretat de treballadors i veïns. L"enriquiment escandalós dels especuladors immobiliaris ha continuat sense fre, a costa de la població treballadora. Amb el 46% de la costa ja urbanitzada, el Govern ha permès la construcció de 100.000 nous habitatges a la vora del mar.

Ha donat el vist-i-plau a la deslocalització d’empreses multinacionals amb beneficis i, fins i tot, ha promogut la deslocalització de les empreses catalanes, alimentant un procés de desindustrialització cada cop més accelerat. A través del "Pacte per la Competitivitat" firmat amb els grans empresaris, ha mobilitzat els recursos públics al servei d’aquests. Ha continuat amb la privatització de la Sanitat i, mitjancant el "Pacte Nacional per l"Educació", s"ha compromès a augmentar sensiblement les subvencions a l"escola privada. La precarietat laboral ha seguit regnant sense que moguessin un dit. Van apujar els impostos indirectes que paguem tothom, en comptes d’apujar-los als més rics. Ben mirat, els seus grans resultats socials no van més enllà de determinades inversions de millora en barris degradats i d’algunes mesures assistencials que queden molt lluny de les necessitats socials.

Una imatge del que ha estat aquest govern és la que ens va donar el 25 de setembre: mentre, a dins del Liceu, el govern de la Generalitat concedia la Creu de St. Jordi a l"expresident de SEAT, Andreas Schleef, responsable de l"acomiadament de 660 treballadors/es, a fora, els treballadors/es denunciaven al carrer l"actuació servil del govern catalanista i d’esquerres.

En realitat, la política que ha fet el Tripartit (i Zapatero) només ha beneficiat a CiU, el partit per excel•lència de la burgesia catalana. Un partit tan "nacionalista" que no ha dubtat a demanar la intervenció de l"Exèrcit espanyol en el conflicte de l"aeroport de El Prat. Ara, amb el vent a favor i el seu electorat mobilitzat, es preparen per reconquerir la Generalitat, que sempre han considerat una finca particular. Artur Mas ridiculitza el Tripartit i apareix com l"artífex de l"Estatut i garant del seu compliment; promet xecs, ajuts i rebaixes fiscals a les classes mitjanes i altes; impulsa la mà dura amb els treballadors immigrants i defensa un programa descaradament neoliberal i privatitzador.

A diferència de la de CiU, la base electoral del PSC-PSOE, principalment la de les barriades obreres, es troba desmobilitzada, com no podia ser d’una altra manera amb l"actuació del Tripartit. El candidat Montilla, que ja ha rebut la benedicció de la patronal catalana com a "candidat fiable", es presenta com a "gestor eficient" i continuador de l"obra del Tripartit però, a diferència de Maragall, submís a Zapatero i conscient que el PSOE necessita l"alianca de CiU a Madrid. El seu catalanisme social té com a base, al igual que CiU, una política general al servei dels empresaris, en nom de la competitivitat.

ERC està amoïnada perquè les enquestes assenyalen un important retrocés dels seus resultats electorals. Temen quedar desplacats del Govern i es proposen com candidats a un nou Tripartit, dient que "si Esquerra hi és, el proper govern serà realment d’esquerres" i afegint: "Qui defensarà amb més fermesa el compliment de l"Estatut que ERC?". Recentment Carod Rovira ha anat a la Cambra de Comerc per defensar que, per Esquerra, el Govern ha de ser "el gran facilitador de la tasca dels empresaris".

Convertit en pur aparell electoral, ICV-EUiA ha estat l"esquerra lleial del Govern tripartit i plenament corresponsable de les seves mesures. La seva obsessió és repetir un nou tripartit, en el que es presenten com la garantia de "govern d’esquerres" i de "bon govern". "Ens avala la trajectòria i la feina ben feta des de les conselleries que tenim", diu Saura, que crida a Montilla i ERC a que "continuïn amb les polítiques de progrés de la Generalitat actual".

L"esquerra institucional, profundament respectuosa amb la Constitució espanyola i amb l"Estatut, accepta gustosament governar per als empresaris. En canvi, no trobareu en el seu programa ni una sola mesura radical per posar fi a la massiva precarietat laboral, a les deslocalitzacions, als tancaments, als baixos salaris, a les pensions miserables, a l"especulació immobiliària, als negocis de l"ensenyament privat o a la privatització de la Sanitat. Ni tampoc defensar els drets dels treballadors immigrants, ni la reducció de la jornada a 35 hores setmanals sense reducció salarial, ni un salari o una pensió mínima de 1000 euros, ni la municipalització del sòl i l"habitatge públic de lloguer.

Davant l"actual panorama, estem convencuts que aquestes eleccions no canviaran res substancial i tampoc no veiem que cap de les candidatures d’esquerra amb opcions electorals sigui mereixedora del vot dels treballadors/es i la joventut. A la gent d’esquerres que, malgrat això, vulgui votar, li recomanem que ho faci a aquelles candidatures minoritàries que qüestionen i s"enfronten al sistema. Però, més enllà del vot, la tasca principal de l"activisme d’esquerres continua essent acumular forces a través de la mobilització unitària i de preparar les properes batalles front a les noves agressions que vindran. És fent aquest camí de lluita contra les polítiques neoliberals, aplicades per la dreta o per l"esquerra social-liberal, com avancarem en la reconstrucció de l"autèntic sindicalisme -de classe, combatiu, democràtic-- i en la construcció de l"alternativa anticapitalista que la classe treballadora catalana necessitem.

15 d’octubre de 2006

www.corrienteroja.net

correntroja@telefonica.net

 

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