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Madrid :: 29/10/2007

Ante los hechos que vienen aconteciendo en la Cañada Real Galiana

Corriente Roja
Desde Corriente Roja queremos manifestar

1º.- Nuestro más absoluto rechazo a la intervención policial desencadenada el pasado día 18 y a la actual toma policial de esta barriada madrileña. Las cuatro administraciones implicadas, Gobierno central, Comunidad de Madrid y Ayuntamientos (de Madrid y Rivasvaciamadrid) no han ofrecido hasta la fecha a los vecinos más solución que la brutalidad policial y los derribos.

2º.- Reiteramos desde aquí la solidaridad, que ya manifestamos personalmente, a Abdul y a su familia, que perdieron su casa y a toda la barriada que se puso en pie para defender su modesta vivienda.

3º.- Las condiciones en las que ha ido creciendo la Cañada Real Galiana son completa responsabilidad de las cuatro administraciones implicadas. A lo largo de los 15 Km de la Cañada Real Galiana conviven desde chalés lujosos de varias plantas, un hostal- hotel, almacenes de construcción, talleres y hasta industrias pasando por contenedores habitados o estas casas levantadas por los propios vecinos. Y buena parte de ello en medio de un infernal transito de camiones de basura que van a descargar al vertedero de Valdemingómez.

Las condiciones inhumanas de habitabilidad de la Cañada son hoy el mejor espejo en el que mirar los resultados del modelo de “crecimiento económico” que ha convertido la vivienda en uno de los negocios más rentables y en un bien inaccesible para muchas familias obreras.

4º.- Es esa misma insaciable especulación la que está detrás de este intento de desalojar la Cañada Real Galiana. Para las grandes constructoras e inmobiliarias y los Gobiernos e instituciones que las representan, se trata de “limpiar” la Cañada para proseguir el desarrollo del PAU del ensanche de Vallecas, el PAU del ensanche de Vicalvaro (los Berrocales, los Ahijones….) y en el norte de Rivas-Vaciamadrid,

El “boom urbanístico” trae consigo este boom de la miseria y el chabolismo. Es necesario recordar al Gobierno Zapatero que la Cañada Real Galiana es parte también de esa España que según él juega en la champions league de la economía mundial.

5º.- El derribo de las viviendas pretende sustentarse en el cínico argumento de la ilegalidad de su construcción. Hablan de ilegalidad los que durante años no pusieron solución alguna al problema, los que durante años dejaron fuera de los planes parciales a la gente con poco medios económicos, a los chabolistas. Más aún en Mayo del 2004 el Ayuntamiento de Madrid decidió levantar un gueto chabolista frente al vertedero, a unos metros de la Cañada, con personas expulsadas de sus chabolas en el Camino Viejo de los Toros, otro núcleo marginal de la ciudad. “El Consistorio proporcionó los tablones y uralita para que los 'realojados' se construyeran sus propias chabolas, e incluso delimitó las 'parcelas”.

Es cinismo puro hablar de ilegalidad cuando no hay mayor ilegalidad que negar el derecho a la vivienda.

6º.- Desde los medios de comunicación y desde Ayuntamientos del PP, como Madrid, o de IU como Rivasvaciamadrid, se han venido alentado, por activa o pasiva, los prejuicios xenófobos y racistas que hoy mantienen muchos ciudadanos incluidos desgraciadamente trabajadores de este país. Es común escuchar: “Faltaría más, yo pagando una hipoteca y a estos les van a dar casa por la cara” o “para los españoles primero”. Prejuicios que se alimentan con manifestaciones como la realizada en Rivasvaciamadrid exigiendo el desalojo de la Cañada Real Galiana sin consideración alguna hacia los vecinos que allí viven.

Son razonamientos tan absurdos como autoflagelantes. En primer lugar, porque a nadie en este país, salvo al hijo de Rey, se le regala la casa. Hasta las llamadas viviendas de protección oficial cuestan millones. Y en segundo lugar, con esos razonamientos se acaba renunciando a exigir un derecho básico como la vivienda para acabar reclamando, en nombre de la “igualdad”, ¡hipoteca impagable para todos!
Ni que decir tiene que esa exigencia de “para los españoles primero” refleja la profunda desigualdad social instalada y la xenofobia alimentada en estos años. Quienes reclaman ese “privilegio nacional” deberían gritar: ¡a los españoles primero!, cuando de hacer los trabajos más duros y peor pagados se trate, o cuando de cuidar a los ancianos por salarios de miseria se hable.

Curiosamente no hay inconveniente alguno en modificar el discurso y decir: “¡los inmigrantes primero!” cuando se trata de llenar las Fuerzas Armadas y garantizar tropas para las aventuras imperialistas españolas en Afganistán o Líbano.
La vivienda es un derecho para cualquier trabajador o joven, haya nacido donde haya nacido, y la lucha por la vivienda diga es tan legitima cuando la reclaman miles de jóvenes por las calles como cuando es reivindicada por los vecinos magrebíes o españoles de la Cañada Real Galiana.

7º.- La legitima resistencia opuesta por la barriada a los derribos ha desencadenado una cínica campaña mediática de cuestionamiento de esa resistencia, de legitimación de los controles policiales en el barrio y de las detenciones posteriores. De fondo estos medios lo que condenan no es la violencia sino que se haya quebrado el monopolio de la violencia que tiene la policía. Si la policía echa a palos a los vecinos, provoca que una vecina aborte, que un joven pierda la visión de un ojo y hasta 30 vecinos queden con secuelas de la carga policial, eso “no es violencia”. Pero si los vecinos defienden con uñas y dientes su casa eso es “violencia”. Nosotros defendemos el legitimo derecho de los vecinos a defender su casa y a defenderse del primer y más violento acto del que son objeto: el derribo de sus viviendas.

8º.- Legalidad y justicia son términos que no suelen hacer buenas migas. No sabemos si cuando los vecinos de la Cañada Real Galiana levantan una casa están cometiendo una ilegalidad, pero lo que si sabemos es que están llevando a cabo un acto de enorme justicia. Cuando la legalidad es enemiga de la justicia, los trabajadores y los sectores más humildes tienen todo el derecho a prevalecer la segunda sobre la primera. Solo así se conquistan los derechos. Esa es la historia de los barrios obreros de Madrid como Carabanchel, Orcasitas y sobre todo Vallecas. Barrios que fueron construidos por trabajadores emigrantes venidos de todas partes del estado Español, sobre todo gente del campo de Extremadura y Andalucía. Viviendas que se construían en campos de cultivo de patatas, melones u hortalizas, por la noche para que no las derribara la Guardia civil a la mañana siguiente.

9º.- Las manifestaciones de miles de jóvenes como los hechos de la Cañada Real Galiana o los del barrio barcelonés del Bon Pastor, muestran que la batalla por la vivienda debe estar puesta en el primer lugar de la agenda de lucha de todas las organizaciones obreras y populares.

10º.- Desde Corriente Roja reiteramos nuestro apoyo a la justa lucha de esta barriada madrileña. Seguiremos aportando nuestras modestas fuerzas para arropar de solidaridad esta justa lucha. En este sentido hemos abierto una cuenta corriente al servicio de recaudar fondos para ayudar a Abdul y a su familia a reconstruir su vivienda.

Ni un solo derribo más
Fuera policía de la Cañada Real Galiana
Por la negociación exigida por los vecinos que garantice
en cualquier caso vivienda para todos
Nativa o extranjera la misma clase obrera

Madrid, 26 de Octubre de 2007

 

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