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Breve reflexión sobre infancia, juguetes, animales, especismo.
Partiendo de la premisa de que el especismo atraviesa todos los estamentos, clases, ideologías y edades, vemos que a l@s niñ@s se les regalan figuras animales para que jueguen desde temprana edad con ellos, animales que pertenecen a las mismas especies que los humanos adultos explotan en su día a día, o que los usan, matan, esclavizan, todo lo que ya sabemos…
Esos regalos con formas animales o animales sin vida pero con forma distinguible van generando en l@s niñ@s determinados sentimientos de afecto, cariño, amistad (l@s famos@s amig@s , visibles o invisibles que tienen también), pero que en su día a día la mayoría de las familias comen a seres reales, de carne y hueso, casi obviando esa ternura e inocencia que se pretende mostrar-enseñar-educar a sus hij@s.
Resulta pues perverso el repetir esas acciones donde se regalan juguetes que por un lado son los animales,que son compañer@s de juego de nuestr@s hij@s, pero por otra parte son quienes están explotad@s por nuestra especie toda, y muchas veces generando muchas preguntas por l@s niñ@s de qué es lo que se está comiendo, porque es bien claro que no se les dice estás comiendo un conejito, o un cerdito, o un pollito, sino que ya vienen con formas predeterminadas y establecidas no sólo por un mercado económico capitalista sino sustentado también por las familias que son las que reproducen esa artificialización de la vida convertida en muerte (un animal muerto es ahora una hamburguesa o una costilla a las brasas).
La cosificación e implementación especista está a toda hora, siempre usados hasta que decidimos cuándo viven y cuando han de perecer bajo un cuchillo de un sicario a sueldo (llamados matarifes) pagados por nuestro autoritarismo, poder y algunas veces ignorancia de que hay alternativas alimentarias , sin necesidad de darles muerte a nuestr@s hij@s.
