El aborto puede ser una conducta ética
Este biólogo que trascendió a sabio en plenos siglos XX y XXI, hijo de la feminista chilena Olga Romecín, explica que vivimos en una Cultura que él y su colega Ximena Dávila denominan “patriarcal-matriarcal”, la que es la base de las discriminaciones y las violencias, pues es una cultura centrada en relaciones de dominación y de sometimiento, relaciones de autoridad y de obediencia, de desconfianza y control. De esto se desprende que fenómenos como la Violencia no están en la base de la naturaleza humana como tantas veces se ha afirmado. Al contrario, Maturana piensa que “lo natural en los seres humanos son los impulsos amoroso y de curiosidad, de los cuales surge la conducta ética en el ver espontáneamente la legitimidad del otro, lo que excluye la conducta violenta como un aspecto primario del convivir”.