Comunicado conjunto Abora-Regüelta ante las elecciones europeas

UNA EUROPA IMPERIALISTA Y DEL CAPITAL

La Unión Europea nace impulsada por el gran capital con el objetivo de dotarse de unas instituciones lo más adecuadas posibles que sirvan para garantizarle una mejor explotación interna de los trabajadores y pueblos del continente y, así mismo, de los pueblos y trabajadores de otras partes del mundo y, de este modo, poder competir mejor con otros polos imperialistas. En este sentido la UE responde en su esencia a los intereses de banqueros, multinacionales y las élites capitalistas.

A lo largo de todo el proceso de unificación ha sido constante la introducción de medidas que no responden a los intereses de los/as trabajadores/as y los pueblos. El Acta Única Europea, el Tratado de Maastricht, el de Amsterdam, Niza, el Pacto de Estabilidad, el “Espíritu de Lisboa”, la Constitución Europea, el Plan Bolonia o la directiva Bolkenstein, muestran una y otra vez que los intereses fundamentales que representa y pretende salvaguardar la construcción de la Unión, están disociados de lo que necesitamos los trabajadores y trabajadoras. Liberalizaciones, unión monetaria con el euro, intentos de ampliación de la jornada laboral, flexibilidad del mercado de trabajo, reforma del sistema de pensiones, libre comercio, independencia del Banco Central Europeo sin control por parte de los trabajadores y los pueblos, subordinación a la OTAN, mercantilización de la educación, creación de un ejército europeo, competencia “libre y sin distorsiones”, intentos de supresión de la negociación colectiva, etc. son sólo algunas muestras de que la UE es un instrumento del capital europeo por y para su beneficio, que sólo redunda en una mayor explotación de las clases populares cántabras y europeas y en un fortalecimiento de su imperialismo exterior en otras partes de nuestro planeta.

EUROPA CÁRCEL DE LOS PUEBLOS, CÁRCEL PARA CANTABRIA

La UE del capital y el imperialismo está constituida sobre la base de los estados miembros y no sobre los pueblos y los trabajadores y trabajadoras. En nuestro continente, y dentro de la Unión, existen multitud de pueblos que carecen de reconocimiento, que estamos imposibilitados para poder ejercer nuestros derechos fundamentales como son la autodeterminación total sin injerencias de ningún tipo, el desarrollo de nuestra lengua, cultura y personalidad nacional, la disposición plena de nuestra tierra y recursos naturales, el control y desarrollo de nuestra economía y vida social y laboral y la construcción de un modelo de sociedad acorde con nuestras decisiones y necesidades.

La UE está formada por los mismos estados que están oprimiendo e intentando hacer desaparecer a los pueblos que se encuentran bajo su jurisdicción. En ese sentido las políticas de diverso tipo diseñadas en los organismos de la Unión, son sufridas en primer lugar por las clases populares de los pueblos no soberanos puesto que no atienden a nuestras verdaderas necesidades sociales y nacionales.

En Cantabria, como pueblo sin soberanía, hemos sufrido, y sufrimos, de manera muy especial esta situación. La incorporación a la Comunidad Europea primero y a la Unión después, ha supuesto una dura reconversión industrial, pesquera y ganadera que ha destruido cualquier atisbo de tejido social y económico en el país, dejándonos en manos de una turistificación salvaje, precarizante y dependiente que, además, destruye el medio ambiente y acelera la desaparición de nuestra cultura e identidad.

Como pueblo sin soberanía, los cántabros y las cántabras no tenemos voz ni voto en aquellos ámbitos donde se juega con nuestro futuro. A costa de nuestro bienestar como clases populares cántabras, y de nuestra misma existencia como pueblo, unos pocos siguen engrosando sus beneficios. Y la Unión Europea es un instrumento más que asegura el desarrollo de esta situación.

UNA EUROPA AUTORITARIA Y POCO DEMOCRÁTICA

La UE se ha constituido de espaldas a los trabajadores y sectores populares de los diversos pueblos incluidos en su seno. Burócratas puestos por los mismos estados representantes de los intereses de banqueros, grandes empresarios y multinacionales, son los que dirigen sin ningún tipo de control democrático las instituciones de la Unión.

Organismos tan importantes como el Banco Central Europeo, que dirige la política monetaria de toda la UE, tienen una completa independencia orgánica. La Comisión, el Consejo de Ministros y el Tribunal de Justicia son instituciones formadas por representantes de los estados careciendo de cualquier tipo de control por parte de los pueblos y los productores.

Las elecciones al parlamento europeo son una farsa, como todas las elecciones en un sistema capitalista, donde los grandes partidos representantes de los intereses del gran capital son sistemáticamente apoyados por banqueros, multinacionales, medios de comunicación, caciques y grandes empresarios frente a aquellas opciones que pretenden reflejar los intereses de la mayoría social trabajadora de los pueblos de la Unión, quedando éstas relegadas al ostracismo, la marginalidad y el silencio, y eso si no son directamente ilegalizadas. Todo ello en el marco de una legislación electoral que favorece el bipartidismo burgués y con una circunscripción a nivel estatal que hace prácticamente imposible que cualquier opción electoral cántabra pueda obtener escaño.

En este sentido no podemos dejar de mencionar también la represión que a nivel europeo se está impulsando contra opciones políticas de la izquierda disidente y sectores sociales marginados. La persecución de inmigrantes con la Directiva de Retorno, de militantes progresistas y refugiados políticos, o la inclusión de organizaciones antiimperialistas y disidentes de la izquierda europea y del resto del mundo en una lista negra del “terrorismo”, es una muestra más del proceso hacia un autoritarismo cada vez más exacerbado hacia el que va encaminada la UE.

ILEGALIZACIÓN Y PERSECUCIÓN DE LA DISIDENCIA

En este mismo momento estamos asistiendo a un auténtico circo mediático y político que redunda en un paso más, cualitativamente de suma importancia, en el proceso de fascistización del Estado Español. La investigación y criminalización de las candidaturas de UNA (Unidá Nacionalista Asturiana) y Coalición por las Repúblicas Soberanas en Europa, así como el acoso e intento de ilegalización de Iniciativa Internacionalista-La Solidaridad entre los Pueblos, nos muestran a las claras la existencia de un estado de excepción ya ni siquiera encubierto, donde no existe ningún tipo de garantía democrática para las personas y opciones políticas que, desde una izquierda no domesticada, intentamos articular una resistencia social que se materialice en un proyecto socialista, de clase y soberanista.

El Estado Español se sirve de la Ley de Partidos para ilegalizar y de la prensa para criminalizar. Primero fueron los vascos y ahora se extiende a cualquiera que no comulgue con el sistema. Ser de izquierdas y luchar por la liberación nacional de nuestros pueblos no es delito, aunque el estado capitalista español se empeñe en ello.

Por ello, queremos mostrar nuestro más absoluto rechazo ante esta situación así como mostrar nuestra solidaridad con las candidaturas afectadas independientemente de nuestras diferencias políticas.

Este tipo de actuaciones por parte del estado capitalista español son una vuelta de tuerca más que nos muestran a las claras un estado autoritario, que nunca rompió con el fascismo, la dictadura, los militares, la iglesia y el caciquismo y que, reencarnado en la “monarquía democrática” heredera de Franco, vuelve a enseñar su rostro verdadero ya sin ningún tipo de careta.

CENTRAR EL TRABAJO EN LA CALLE

Entendemos que en las circunstancias actuales, dentro del proceso político de Cantabria no es factible la apuesta por una alternativa electoral al parlamento europeo. Consideramos que los posibles recursos a emplear en ese terreno deben ser destinados a otro tipo de actuación política. Por ello, desde ABORA y REGÜELTA entendemos que es prioritario enfocar nuestros esfuerzos y recursos hacia el trabajo social y de base con el objetivo de construir conciencia de pueblo y de clase. Todo ello con el fin de articular un bloque social cántabro en clave nacional-popular, única garantía plena para poder alcanzar un escenario democrático de justicia social y soberanía nacional para las clases populares del país.

CANDIDATURAS DE IZQUIERDAS

Para las próximas elecciones al parlamento europeo en el estado español se presentan diversas candidaturas desde la izquierda y/o bien con contenidos soberanistas. Desde nuestra óptica queremos dejar claro que, como organizaciones progresistas, revolucionarias e independentistas cántabras, entendemos que las diversas listas que concurren no representan nuestras aspiraciones. Partiendo del respeto hacia aquellos que desde una izquierda real quieren articular una respuesta electoral, entendemos que los ejes generales que hoy deben guiar la lucha por el socialismo y la soberanía nacional de nuestro pueblo, son el trabajo de base, la movilización y la autoorganización de los trabajadores y demás clases populares de Cantabria. Y estos ejes, en esta clave, no están representados en las diversas candidaturas al parlamento europeo.

A las personas que desconozcan el discurrir de los hechos, podría llamarles la atención que no se apoye ni pida el voto para una candidatura (Iniciativa Internacionalista) que coincide en sus líneas generales con la que nosotros hemos venido trabajando en los últimos años, y a la que por tanto, a priori, podríamos sentirnos cercanos. Creemos que estas bases sociales deben conocer las causas de nuestra postura:

Como organizaciones revolucionarias de funcionamiento asambleario no podemos participar de una candidatura cuyas listas, documentos y programa, no se nos ha dado oportunidad de debatir y aprobar en Cantabria.

Como organizaciones soberanistas cántabras no podemos participar de una candidatura que, entrando en contradicción con sus propios planteamientos de “internacionalismo” y “solidaridad entre los pueblos”, a efectos prácticos ha sido dirigida por quienes desde Castilla, con planteamientos chovinistas, atacan nuestra realidad de pueblo diferenciado, negando así la voluntad del pueblo trabajador cántabro en general y de las organizaciones de izquierda en Cantabria en particular.

Y es que una candidatura que pretenda ser un nexo de unión y solidaridad entre los pueblos desde una óptica de izquierda revolucionaria no puede permitirse (a no ser que su internacionalismo sea únicamente una palabra vacía de contenido) traicionar los principios sobre los que dice sustentarse. La negación de un pueblo, como ha sucedido en el caso de Cantabria, saca a relucir no sólo una actitud que para nada responde a la intención de sumar fuerzas, sino que pone de manifiesto el más absoluto desconocimiento de la realidad cántabra. Actitudes de este tipo hacen que en estos momentos no podamos, ni queramos, participar o apoyar esta candidatura, pese a ser aquella con la que, a priori, podríamos habernos sentido más cercanos.

Sin embargo, al defenderse desde Iniciativa Internacionalista la voluntad de continuar desarrollándose como proyecto político después del proceso electoral, y que los planteamientos territoriales reaccionarios se ciñen a una pequeña parte de I.I. localizada en Castilla que por desgracia ha impuesto su mapa, estamos seguros de que con más tiempo y un debate sereno, en el futuro Cantabria será tratada con respeto y en pie de igualdad, y podremos confluir con todas organizaciones revolucionarias amigas que tenemos en el conjunto de pueblos sojuzgados por el Estado Español.

NUESTRA POSTURA: ABSTENCIÓN ACTIVA

Por ello, contra la Europa del capital y el imperialismo, contra la Europa cárcel de los pueblos, contra la Europa autoritaria, por la autoorganización de los trabajadores y clases populares cántabras, por la independencia y el socialismo, y para deslegitimar esta farsa que llaman democracia y elecciones, desde ABORA y REGÜELTA pedimos la abstención activa.

ORGANIZACIÓN Y LUCHA.
CANTABRIA INDEPENDIENTE Y SOCIALISTA